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Ustedes solo disfruten, reinas 👑💖

PD: MUUUUCHAS GRACIAS por los votos, guardados y lecturas de mi historia, las amooo
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POV Gojô

Adentro de esa prisión confinadora estaba "bien". Claro que podía estar mejor, pero no estaba muy preocupado. Jugaba con mi venda negra, estirándola, mientras estaba tumbado en una especie de montón de calaveras.

Pronto, mi preocupación empezó a aumentar ligeramente. _____... ¿Estará bien? Claro que está bien, es _____. Menos mal que no dejé que viniera conmigo, abría sido algo peligroso... ¿Y si viene a salvarme? Tarde o temprano se enterará de que estoy aquí atrapado y estará decidida a venir a sacarme de aquí...

Solo espero que esté bien, por encima de todo.

POV T/N

Bajé las escaleras al primer sótano, que estaba lleno de cuerpos -tanto de humanos como de maldiciones-. Era obvio que había pasado un grupo de hechiceros, probablemente el de Mei Mei. Al dirigirme al segundo sótano noté la presencia de unas pocas maldiciones de tercer grado o así. No tenía tiempo para eso.

T/N:

Velocidad paralizante.- Bajé las escaleras a alta velocidad y, con mi katana, cortaba a la mitad las maldiciones que se cruzaban en mi camino. Así fue hasta que bajé hasta el 5º subterráneo, donde mi velocidad disminuyó.

Me encontraba ante una escena aterradora. Bastantes personas en el suelo, muertas. También había miles de humanos modificados en el suelo, mutilados y muertos. Era obvio que Satoru había estado allí. Había gente sentada en el suelo, en shock. Una chica se acercó a mí, con lágrimas en los ojos.

Chica:

S-se fue po-por las vías...- Dijo con voz temblorosa señalando las vías del metro.- Ese hombre y esas co-cosas se fueron por las v-vías...- Yo asentí. El hombre mencionado sería quien estaba tras todo esto. ¿Puede que un brujo o así? Igualmente, era obvio que había sellado a Satoru.

T/N:

¡Escuchadme todos!- Grité, y los presentes se dirigieron a mí.- Quiero que evacuen el lugar con calma. No vayan al exterior, es peligroso aún, pero necesito que se dividan por las plantas subterráneas superiores y se encierren en los baños, puestos de tickets o lo que sea. Pero necesito que se encierren para no ser atacados, ¿de acuerdo?

La gente asintió y, con mucha pausa y tranquilidad, fueron subiendo las escaleras. Había despejado las plantas superiores, así que estarán a salvo, al menos por el momento. Mucha gente pasaba y me lo agradecía, yo simplemente corrí hacia las vías y eché un vistazo.

Sentía la presencia -o, mejor dicho, la energía maldita- de Gojô y del hombre que lo había sellado. Bajé allí y empecé a correr un poco suave, dispuesta a encontrar a ese horrible hombre y aniquilarlo. Pronto la energía maldita se hacía más presente: estaba a la vuelta de la esquina.

Sigilosamente me asomé y vi a un hombre de pelo negro largo con una especie de caja. Allí debería estar Satoru sellado.






















Mahito:

No te muevas.- Dijo una voz detrás de mí. Yo levanté las manos en señal de rendición.- Geto, aquí hay una hechicera.

Me indicó que me posicionara frente al hombre pelinegro, y él se puso a su lado, amenazándome con las manos.

Era obvio que esa cosa con la cara cosida y el pelo azul era una maldición. En cambio, el hombre de pelo negro me sonaba de algo. Antes, la maldición dijo su apellido, Geto...

𝓞𝓬𝓮𝓪𝓷 𝓔𝔂𝓮𝓼 | 𝕊𝕒𝕥𝕠𝕣𝕦 𝔾𝕠𝕛ô 𝕩 𝕋/ℕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora