CAPÍTULO 6

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Lo primero que vio luego de recibir el corrientazo que nuevamente lo envió al pasado, fue a un chico de su misma edad, incitándolo a pelear, presta más atención y cae en cuenta que se encuentra en una arena improvisada y al igual que el chico, todo el público grita y abuchea exigiendo que comience la "masacre".


— ¡Vamos, deja de perder el tiempo!

— ¡Pelea, maldito infeliz!

— ¡Hanagaki, aposté ¥1.000 a tu favor, como me hagas perder dinero te matare maldito bastardo! 


"Mierda, esto es malo"


Ahora lo recordaba.

Después de la paliza que les dio el grupo de Kiyomasa, aparte de ser sometidos a ser los recaderos y mandaderos, sus amigos y él eran obligados a pelear en peleas clandestinas y no importa si ganaban o perdían, siempre terminaban golpeados hasta la inconsciencia por el séquito, ya sea por quejarse del cansancio físico y mental o por el hecho de que algunas veces no aguantaban un enfrentamiento y acababan antes de tiempo, por consiguiente las personas perdían el interés y duraban días sin apostar. Lo peor de todo es que algunos encuentros eran tan seguidos, que ni tiempo les daban de curarse adecuadamente las heridas y los golpes y pobre de ellos si objetaban, porque el mismo Kiyomasa se encargaría de que nunca más se volviera a quejar y de la peor manera.


"Espera un momento... ¿Qué día es?"


Rápidamente saca su teléfono y mira la fecha.


08 de abril de 2005


Efectivamente, como lo dijo Naoto, viajo 12 años exactos al pasado.

Sin embargo, no pudo seguir divagando cuando un puño impactó en su cara y nuevamente quedó inconsciente. Cuando recuperó el conocimiento pudo apreciar que ya estaba atardeciendo y estaba siendo rodeado por el grupo.


— Oigan, Hanagaki despertó –

— ¡Idiota! ¡¿Cómo pudiste caer con tan solo un golpe?! ¡Hay dinero en juego! ¡TONTO!

— Fue un encuentro de lo más patético


Por otra parte, el líder del grupo tenía una cara de pocos amigos mientras contaba el dinero recolectado.


— No tiene caso seguir organizando peleas si nadie viene a apostar.... y ahora.... denle una lección al inútil


Y nuevamente, la lluvia de golpes y patadas comenzó. Dolía, mierda, dolía como el puto infierno, se sentía tan pequeño y patético.


"Todo es por Hana y Hina-chan"

"Todo es por Hana y Hina-chan"

"Todo es por Hana y Hina-chan"

"Si quiero proteger a Hana y salvar a Hina-chan, debo de resistir"


Se repetía la frase cual mantra, para poder soportar el dolor y la humillación a la cual era sometido. En el fondo se cuestiona el no tener la mentalidad que tiene en ese entonces, ya que, de haber sido más maduro y racional, hubiera evitado la idea de formar una pandilla, hubiera evitado que Mazaru manipulara a sus amigos y hubiera evitado el infierno por el que pasaron (y está volviendo a pasar) en la secundaria.

MI MOTIVO DE VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora