CAPÍTULO 4

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Cuando Naoto le suplica que le ayude a salvar a su querida amiga, Takemichi no sabe qué responder. Por un lado, quiere arriesgarse e intentar todo lo posible para que Hinata viva, pero, por otro, tiene miedo, si los libros y las películas de ciencia ficción que venden no le fallan, cualquier mínimo cambio que realice en el pasado puede alterar desastrosamente el futuro, por tanto, si se arriesga, estaría poniendo la existencia de Hanabi en juego y lo que menos quiere es perder a su pedacito de sol.


— Naoto.... Entiendo que quieras hacer todo lo posible para que Hina-chan viva.... Sin... embargo... no estoy seguro de poder ayudarte

— ¡Pero Takemichi! ¡Eres el único que pudo avisarme de mí prematura muerte, de esa manera pude sobrevivir!, Estoy seguro de que, si trabajamos juntos, podemos idear un plan que ayude en la seguridad y supervivencia de mí hermana. Por favor Takemichi.... Ayúdame.


El pelinegro solo pudo mirarlo con comprensión y lástima.


— Naoto, ¿Quieres acompañarme a un lugar? Hay una persona que quiero que conozcas


Y sin dejar que respondiera, el Takemichi se levanta de la camilla, toma la mano de Naoto y salen de la estación del tren, rumbo hacia la escuela de su hija.

Confundido, Naoto siguió a Takemichi bajo un silencio incómodo. Aunque por fuera se mostraba de lo más calmado, por dentro se sentía desesperado, quiere gritar, suplicar, implorar para que el hombre a su lado le ayude a recuperar a su hermana, aquella hermana amorosa y tierna, aquella hermana que pudo conseguir su sueño de ser una gran y dedicada enfermera, aquella hermana que lo cuidaba como a un niño a pesar de ya tener 25 años. No era justo. No le parecía justo. Su hermana nunca le hizo mal a nadie, nunca hizo nada malo en su vida para haber tenido la muerte que tuvo. Su hermana merecía vivir, tener un esposo que la amará y la respetará y formar una hermosa familia.

Mientras el joven policía estaba perdido en sus pensamientos no se dio cuenta cuando llego a una escuela, extrañado, miró a su acompañante esperando por una respuesta, pero Takemichi no decía nada, en su lugar, un brillo en sus ojos se hizo presente y una sonrisa cargada de amor se formó en sus labios. Cuando iba a preguntar una voz infantil que gritaba a lo lejos le interrumpe.


— ¡Mami! ¡mami!


Cuando volteo, una niña de piel blanca, cabello negro largo y ojos azules corría hacia su dirección, miro de nuevo a Takemichi y se sorprendió como el brillo en su mirada se intensifico y su sonrisa se ensancha más, por su parte, el joven madre se inca con los brazos entendidos, recibiendo a su hija que no dudo en saltar hacia ellos, se levanta y da una pequeña vuelta para posteriormente dejar a la niña de nuevo en el suelo y darle un beso en su frente.


— ¿Cómo te fue hoy en la escuela mi pedacito de sol?

— Muy bien mami, hoy hicieron un examen sorpresa de matemáticas y fue la única en sacar una nota alta

— Me alegro mucho mi amor, mamá está contento de que su hija sea la más aplicada en la escuela


Tan sumergidos estaban en su momento que no se fijaron en la mirada de sorpresa y confusión de Naoto.

No podía creerlo, ¿Takemichi tenía una hija?, entonces, ¿Por qué le dice "mami" ?, ¿no debería de ser "papi''?

MI MOTIVO DE VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora