CAPÍTULO 9

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A paso lento y perezoso, Takemichi se dirigía a la escuela, desde la madrugada del presente día está vomitando y debido a eso no pudo disfrutar su desayuno, por ello, su madre le dio una bebida de manzanilla para aliviar su estómago y evitar que le dé una gastritis, hasta dentro de unos días que le toca su primer control.


" Mí amor.... por favor.... trata de no ser dura con mami.... Necesito alimentarme bien para que puedas nacer grande y sanita.... de lo contrario te meterán a la incubadora hasta que ganes peso.... otra vez"


Si bien, su embarazo no fue un lecho de rosas, tampoco fue una tragedia, pero reconoce que lo más engorroso y preocupante de su estado eran los constantes vómitos que sufrió en toda esa etapa, y cuando dice todo, se refiera a todos los 9 meses, por consiguiente, su pequeña nació con un peso muy bajo para su edad gestacional y debido a ello duró 2 semanas en la incubadora hasta que tuviera su peso normal. Aun así, después que salió tuvo que seguir un estricto tratamiento con suplementos dietarios para mantenerla estable, en donde, la lata más barata de fórmula costaba ¥85.000.


— ¡Buenos días Takemichi!

— ¿Mmm? Hina

— ¡Vaya! ¡Qué responsable! Llegarás temprano a clases... oye, hoy tengo clases privadas por la tarde, salgamos cuando termine, hace tiempo que no vamos a pasar el rato juntos

— ¡Claro!, aunque.... ¿Segura que eso contará como "pasar tiempo juntos"?

— Ir juntos a la escuela también es pasar tiempo juntos, ¡da!, ¿Sabes?, a veces me encantaría que estuviéramos en la misma clase

— No sería tan mala idea, así tendría una compinche en las clases aburridas de matemáticas, inglés y lengua

— Takemichi

— ¿Qué? Sabes qué son las tres materias que más odio

— No tienes remedio 


En cuestiones de estudios, Takemichi no era ni el mejor, pero tampoco el peor, era uno de los pocos alumnos que mantenía su promedio en básico, sin embargo, si la situación lo requería, se esforzaba un poquito más y llegaba a obtener un sobresaliente, pero eso eran casos que muy pocas veces ocurrían.

No obstante, en lo que sí era buenísimo era en sacar cuentas y administrar el dinero. Tenía una libreta en donde contaba cuánto era su sueldo de ese mes y de allí sacaba:

● Cuánto iba a gastar en los servicios públicos.

● Cuánto iba a gastar en el mes de arriendo.

● Cuánto iba a gastar en los seguros médicos.

● Cuánto iba a gastaría en los víveres del mes.

● Cuánto iba a guardar en la cuenta de fondos para la futura universidad de Hanabi.

Afortunadamente para él, su hija salió muy dedicada a los estudios, siempre se mantenía entre los mejores de su clase e irónicamente las materias que él más odiaba a ella le encantaban.

Es por ello, que en estos momentos, en vez de estar prestando atención a lo que decía el profesor de matemáticas, estaba pensando en cómo hacerse más cercano al líder de la Tokyo Manji, aunque, prácticamente y según sus palabras, ya eran "amigos".


"Según Naoto, para evitar que Hinata muera, debo detener la disputa interna de la Tokyo Manji y para ello debo de evitar a toda costa que sus líderes se conozcan en esta época, pude arreglárselas y encontrarme con uno de ellos, pero.... ¡No tengo ni puta idea que hacer a partir de aquí! ..... vamos Takemichi... ¡Piensa!... Si pudiste organizar en menos de una semana, la fiesta con temática de Spa y pijamada para el cumpleaños número 8 de Hana en la estética de la señora Aome, también encontrarás la manera de ganarte la confianza de Manjiro Sano."

MI MOTIVO DE VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora