Capítulo 12

706 119 5
                                    

No sé cuánto tiempo permanezco al lado de la cama de Jennie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No sé cuánto tiempo permanezco al lado de la cama de Jennie.

Lo único que sé es que permanezco aquí, inmóvil, mirando, observando, mucho después de que ella vuelva a dormirse con los ojos llenos de lágrimas.

Alargo un pulgar y me limpio esas lágrimas, las embadurno en las pequeñas pecas y las aplasto entre los dedos.

Probablemente esté triste porque no es la jodida princesa que vino a reclamarla en medio de la noche.

Ahora que está dormida, parece la personificación de la inocencia interior mezclada con una mala relación con su mundo sensorial.

La peor relación.

Es torpe a la hora de expresarse, de ser espontánea y de dejarse llevar, incluso cuando sus amigos lo hacen.

Lo sé porque la he observado.

No de cerca y personalmente como seguirla a casa desde el refugio o la biblioteca, pero he estado cerca lo suficiente como para saber su horario, a dónde va y con quién.

Di un paso atrás para dejarle espacio y ver si aprovechaba el hueco para lanzarse de nuevo sobre Ryujin. Me sorprendió que sólo se vieran dentro de su grupo de amigos y en contadas ocasiones.

Tampoco le enviaba mensajes de texto de un lado a otro, compitiendo por su atención como una fangirl.

Lo que sí hace es darle like y comentar cada una de sus pretenciosas publicaciones en Instagram.

Acaricio su cabello anaranjado lejos de su cara. Pequeña, suave y con restos de mi semen seco.

La vista engrosa mi erección, me adormece, me invita a masturbarme de nuevo sobre ella; esta vez, marcaría sus tetas y su coño.

Tacha eso. Esta vez, reclamaría su coño.

Y la rompería.

Estiraría su pequeño coño y lo partiría por la mitad.

Estas lágrimas se convertirían en un tsunami si me salgo con la mía. Por eso no lo hago.

Por ahora.

Mi dedo índice se desliza de un lado a otro contra mi muslo mientras acaricio su cabello, hundiéndose entre el color anormal que tuvo que llevar una peluca para ocultar durante la iniciación. Lo sé porque casi se la arranco.

Lo sé porque fue entonces cuando descubrí su identidad.

Sus labios se separan y deja escapar un pequeño gemido, inclinándose hacia mi contacto, casi ronroneando como un gato.

Retiro la mano de un tirón.

¿Qué carajos le pasa a esta chica y que esté tan afuera? Y es diez veces más raro teniendo en cuenta sus escasas relaciones con el mundo exterior.

Dark Temptress | Adaptación Jenlisa (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora