El diablo me ha atrapado.
Lo que comenzó como un error inocente se convirtió en un verdadero infierno.
En mi defensa, no quise involucrarme con una princesa de la mafia. Pero ella irrumpió en mis defensas de todos modos.
Me acechó desde las sombras...
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Las cosas son... confusas, por decir algo.
Cuando se produjo todo lo de Irene y Seulgi, no pensé que fuera a ver esta faceta de Lisa.
Es incluso diferente de antes de que tuviéramos esa ruptura.
No se siente distante, como si pusiera un muro entre nosotras y se negara a divulgar nada sobre sí misma. De hecho, en los últimos cinco días que hemos pasado juntas, he aprendido mucho más sobre ella que durante todos los meses anteriores.
En primer lugar, es muy responsable con las personas que considera bajo su tutela. Eso incluye a su familia, a Jungkook, a Minji, a Soyeon, a Anatoliy e incluso a los guardias.
Oh, y yo. Definitivamente me trata como si perteneciera a esa lista.
Dos. Es protectora a pesar de la frialdad y está dispuesta a desatar su lado más bestia cuando percibe una chispa de peligro.
Tres, y lo más importante, es una bóveda emocional. Al principio, pensé que carecía de sentimientos, y hasta cierto punto los tiene, pero cuando profundicé y me permitió acercarme, descubrí que simplemente los mantiene bien ocultos. También es muy selectiva a la hora de decidir qué emociones deja escapar de su armadura.
El hecho es que Lisa ve el mundo en blanco y negro, y por eso apenas confía en nadie, pero cuando lo hace es para toda la vida.
Esa es la otra cosa sobre Lisa. Realmente tiene un gran respeto por la lealtad, y por eso se enfadó mucho cuando pensó que había defraudado a Irene.
Y ese es el vínculo que me confunde en toda esta historia. Todavía no hemos resuelto lo que pasó con Irene, pero cada noche me recoge en el refugio, en la residencia o en la biblioteca, sin importarle que alguien pueda verla. Me lleva a la casa de campo, donde cocinamos, comemos y estudiamos juntas.
Me folla, a veces persiguiendo, otras veces simplemente tomándome en la cama o en el sofá en posiciones regulares.
Por alguna razón, pensé que nunca me gustaría eso, que era demasiado defectuosa para sentir placer sin algún tipo de emoción o sentimiento forzado. Lisa me ha enseñado que puedo disfrutar del sexo ordinario.
Sin embargo, llamarlo ordinario es un poco exagerado. Sigue siendo ruda, intensa y usa el cuchillo a veces. No es que me queje.
Lisa ha despertado partes de mí que estaban dormidas antes de que ella llegara. Partes que zumban a su alrededor, esperando el momento en que me toque de nuevo.
No importa si me persigue o me tumba y me folla. Jadeo por más después de cada vez.
Soy poderosa a pesar de entregar mi poder. No abusa de él y me hace sentir segura en sus brazos.
Me he dado cuenta de que me siento así porque es Lisa. Si fuera cualquier otra persona, no tendría este nivel de deseo y aceptación pacífica de mi sexualidad.
