Después de años de arduo trabajo y sacrificios, finalmente había llegado el día. Izuku Midoriya fue nombrado el héroe número uno de Japón. La ceremonia fue grandiosa, con cientos de personas aplaudiendo y celebrando su logro. El joven de cabello verde estaba de pie en el escenario, con una sonrisa que reflejaba no solo el orgullo de su esfuerzo, sino también la emoción de lo que estaba por venir.
Chad, sentado entre el público, observaba a su alfa con lágrimas en los ojos. Sabía cuánto había soñado Izuku con este momento, y ahora que lo había alcanzado, no podía estar más feliz por él. Izuku levantó su trofeo, mirando a la multitud, y entonces sus ojos se encontraron con los de Chad. Sonrió, su corazón latiendo más rápido, no por el reconocimiento, sino porque sabía que Chad estaba allí, compartiendo ese momento con él.
Esa misma noche, después de la ceremonia, Izuku y Chad fueron a caminar bajo las estrellas. Habían pasado tantas cosas juntos, desde su primer encuentro, los desafíos como héroes, la llegada de su hijo Haruto, y todos los momentos que habían vivido como familia.
—Chad —dijo Izuku de repente, deteniéndose en el camino—. Tengo algo importante que decirte.
Chad lo miró con curiosidad, sin imaginar lo que estaba a punto de suceder. Izuku sacó una pequeña caja de su bolsillo, arrodillándose frente a él bajo la luz suave de la luna.
—Chad... —comenzó Izuku, su voz temblando ligeramente—. No puedo imaginar mi vida sin ti. Has sido mi compañero, mi apoyo, el padre de nuestro hijo, y la persona que amo más que nada en el mundo. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. ¿Te casarías conmigo?
Chad se quedó en silencio por un momento, las lágrimas llenando sus ojos. Luego, asintió rápidamente, incapaz de contener su emoción.
—¡Sí, Izuku! —exclamó—. ¡Por supuesto que sí!
Izuku le puso el anillo en el dedo con una sonrisa radiante, levantándose para abrazarlo mientras ambos reían y lloraban de felicidad.
La boda de Izuku y Chad fue un evento inolvidable. Celebrada en un hermoso jardín lleno de cerezos en flor, con pétalos rosados flotando suavemente en el aire, el lugar parecía sacado de un sueño. Los amigos y familiares cercanos estaban presentes, incluido Haruto, quien corría alrededor emocionado por ver a sus papás casarse.
Chad llevaba un elegante traje blanco que resaltaba su piel clara, mientras que Izuku lucía un traje verde oscuro, haciendo honor a su característico color de cabello. Ambos estaban nerviosos, pero al mismo tiempo emocionados de dar este gran paso juntos.
Cuando llegó el momento de los votos, ambos no pudieron evitar emocionarse.
—Chad —comenzó Izuku, tomando las manos de su omega—, desde el momento en que te conocí, supe que había algo especial en ti. Me hiciste mejor en todos los sentidos, y no puedo imaginar mi vida sin ti a mi lado. Prometo amarte, cuidarte y apoyarte siempre, en las buenas y en las malas.
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𝐒𝐢𝐠𝐮𝐞 𝐌𝐢 𝐕𝐨𝐳 - 𝐈𝐳𝐮𝐤𝐮 𝐌𝐢𝐝𝐨𝐫𝐢𝐲𝐚 𝐱 𝐎𝐜
Fanfiction"Aveces es mejor aceptar nuestro propio destino, no insistir en ser algo para lo que claramente no hemos sido enviados a este mundo"