IV

77 9 0
                                    


Eras como una bandita en el corazón, justo de ese modo te sentías.

Hasta que comenzaste a actuar distante; sabía lo que pasaba, pero me negaba a aceptarlo.

Entonces hice hasta lo imposible por arreglarlo.

Estaba cegada.
Incapaz de diferenciar lo que estaba bien y mal porque contigo todo se sentía bien de alguna manera, parecía que todo lo que hacía era correcto porque te retenía.

Me arrepiento de muchas cosas, porque a pesar de eso nada funcionó.

Nosotros nunca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora