En el cálido resplandor de la mañana, Inojín, con su cámara en mano, capturó un momento entrañable: Boruto y Mitsuki, acurrucados juntos en la cama, dormían plácidamente en un abrazo. El aire estaba impregnado con la tranquilidad de un sueño reparador.
—Mira qué buena foto está para enmarcarla —comentó Inojín, admirando la imagen en la pantalla de su cámara.
—Qué par de tortolos sin remedio —añadió Shikadai con una sonrisa, observando la escena con una mezcla de ternura y diversión.El silencio de la habitación estaba solo interrumpido por el suave zumbido del reloj y el ocasional susurro del viento. Inojín y Shikadai, de pie cerca de la cama, compartieron una sonrisa cómplice mientras admiraban la calma de sus amigos. El momento capturado no solo mostraba el cariño entre Boruto y Mitsuki, sino también la profunda conexión y el apoyo incondicional que se ofrecían mutuamente.
—Bueno, dale, despierten —dijo Inojín, dando pequeñas palmadas en el hombro de Boruto—. Ya nos tenemos que ir rápido.
El cuarteto salió del edificio charlando y bromeando en camino a la estación de buses, sus voces llenando el aire con una energía renovada. Mitsuki pagó los pasajes y esperaron el bus, que llegó una hora después. Al subir, Inojín y Shikadai se desplomaron en sus asientos, agotados, mientras Boruto y Mitsuki se acomodaban y admiraban el paisaje de la ciudad y sus afueras.
Boruto, con un gesto travieso, tomó la cámara de Inojín y capturó una foto de los dos durmiendo.
Inojin descansaba su cabeza apoyándola en la ventana mientras que shikadai se recostaba en su hombro siendo rodeado por el brazo de inojin
—Ya después nosotros somos los tortolos. Míralos a ellos —dijo Boruto, con un tono burlón mientras mostraba la foto a Mitsuki.
—Ya déjalos, los vas a despertar —dijo con esa voz suave que siempre usaba cuando encontraba belleza en los pequeños momentos.
—
El viaje seguía su curso, enmarcado por los paisajes montañosos que se extendían más allá de la vista, como un cuadro pintado de verdes y azules.
—
El vaivén del autobús, junto al susurro de las hojas moviéndose al ritmo del viento, creaba una paz que contrastaba con los días pasados.
—
Durante horas, no hubo más que el murmullo del motor y el sonido de las ruedas sobre el asfalto, hasta que el autobús se detuvo en una parada, en medio del bosque.
—
Inojin, con su pelo despeinado por las horas de sueño, se estiraba con pereza al bajar del vehículo, sus músculos tensos después de haber dormido tanto.
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—Humm... bueno, ¿cómo les fue en el viaje? —preguntó con una sonrisa ladeada, todavía medio adormilado.
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vivo por ti Mitsuboru ✓Rework ✓ Retomada ✓
Fanficalguien se acerca corriendo* solo vengo a pufff es una historia yaoi si no te gusta no la leas la recalcada concha de tu madre