12.

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Chiara miraba por la ventana de su habitación mientras el sol se ponía, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas. Había pasado un mes desde que Violeta y ella comenzaron su "casi algo", y cada día se sentía más emocionada y confusa. Aunque no eran novias oficialmente, había algo especial entre ellas que Chiara no podía ignorar.

El día había sido largo, lleno de clases y risas con Ruslana y Martin, pero la mente de Chiara solo podía pensar en Violeta. Esa tarde, recibió un mensaje que la hizo sonreír.

**Violeta:** "¿Te gustaría cenar conmigo esta noche? Tengo una sorpresa. 🥰"

Chiara sintió un cosquilleo en el estómago. Las palabras de Violeta siempre la hacían sentir especial. Rápidamente respondió:

**Chiara:** "¡Claro! Estoy lista para cualquier cosa. 😊"

Mientras se preparaba, no podía evitar preguntarse qué sorpresa tendría Violeta en mente. Se puso un vestido ligero, sintiéndose más segura con cada movimiento. A veces, todavía le costaba creer que alguien como Violeta, con su carisma y su belleza, quisiera estar con ella.

Cuando llegó el momento, se encontró con Violeta en la entrada del campus. Ella lucía increíble, con una chaqueta de cuero que acentuaba su figura y una sonrisa que iluminaba su rostro.

—¡Hola, hermosa! —saludó Violeta, acercándose a darle un abrazo.

—Hola, tú también te ves genial —respondió Chiara, sintiendo que su corazón latía más rápido.

Mientras caminaban hacia el restaurante, la conversación fluía fácilmente. Hablaban de sus días, de los proyectos que estaban realizando y, por supuesto, de lo que les esperaba esa noche.

—Tengo algo planeado después de la cena —dijo Violeta con una sonrisa misteriosa.

—¿Qué es? —preguntó Chiara, sintiéndose intrigada.

—No puedo decírtelo, es una sorpresa. Solo confía en mí —respondió Violeta, guiñándole un ojo.

La cena fue perfecta. Compartieron risas y anécdotas, y Chiara se sintió cada vez más cómoda con Violeta. La conexión que habían construido era real, y cada pequeño gesto hacía que Chiara se sintiera más segura de sus propios sentimientos.

Después de la cena, Violeta la llevó a su coche, y Chiara no pudo evitar preguntarse a dónde irían. A medida que se alejaban del bullicio del campus, comenzaron a subir una colina.

—¿Dónde estamos? —preguntó Chiara, sintiéndose emocionada y un poco nerviosa.

—A un lugar especial —respondió Violeta, con una mirada decidida.

Finalmente, llegaron a un claro en la montaña donde la vista del cielo estrellado era simplemente impresionante. Violeta sacó una manta y la extendió sobre la hierba.

—Aquí es donde quiero que pasemos un tiempo juntas —dijo, sonriendo mientras se sentaban.

Chiara se sintió abrumada por la belleza del lugar y la atención de Violeta. Se recostó en la manta, mirando las estrellas.

—Es hermoso aquí —susurró Chiara, sintiendo una mezcla de felicidad y ansiedad.

—No tanto como tú —respondió Violeta, mirándola intensamente.

La tensión en el aire era palpable. Chiara sintió su corazón acelerarse al ver la mirada de Violeta. Había algo en su voz que la hacía sentir especial, y no podía evitar preguntarse si esa noche cambiaría todo.

—Quería hacer esto porque... —comenzó Violeta, pero se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas.

Chiara contuvo el aliento, sintiendo que el momento se volvía más importante con cada segundo que pasaba.

—Porque me importas mucho, Chiara. —Violeta finalmente continuó—. He estado pensando en nosotros, y realmente me gustaría que fueras mi novia.

El mundo de Chiara se detuvo por un instante. Las palabras de Violeta resonaron en su mente. Todo lo que había querido escuchar estaba allí, pero la duda la invadió.

—¿Estás segura? —preguntó Chiara, buscando claridad en la mirada de Violeta—. No quiero que te sientas presionada.

—No estoy presionada, estoy segura —dijo Violeta con firmeza—. Lo que hemos construido significa mucho para mí. Quiero que seas parte de mi vida de una manera más profunda.

Chiara sintió una ola de emociones. Había soñado con este momento, pero la inseguridad la mantenía alerta. ¿Podría realmente ser feliz con Violeta, sabiendo lo complicado que había sido su relación?

—Me gustaría ser tu novia —dijo finalmente, sintiendo que un peso se levantaba de sus hombros—. Pero quiero que ambos seamos sinceras y abiertas la una con la otra.

Violeta sonrió, iluminando la noche con su alegría.

—Prometido. Solo honestidad —respondió, acercándose más a Chiara.

En ese momento, Violeta la tomó de la mano y la miró a los ojos. Chiara sintió un torbellino de emociones mientras sus corazones parecían latir al unísono. Violeta se inclinó y, con suavidad, la besó. Fue un beso tierno y lleno de promesas, uno que hizo que Chiara se sintiera como si estuviera flotando.

Al separarse, ambas sonrieron.

—Esto es solo el comienzo —dijo Violeta, aún sosteniendo la mano de Chiara.

Chiara asintió, sintiendo que todo lo que había pasado había valido la pena. A pesar de los altibajos, estaban construyendo algo real, y estaba emocionada por lo que vendría.

—Sí, el comienzo de algo increíble —respondió Chiara, mientras miraban juntas las estrellas, sintiendo que el futuro era brillante.

Sin embargo, en el fondo de su mente, Chiara no podía evitar pensar en Sarah. La idea de que pudiera aparecer en cualquier momento aún la inquietaba, pero ahora, con Violeta a su lado, sentía que podía enfrentar cualquier cosa.

—Vamos a disfrutar de esta noche, ¿te parece? —sugirió Violeta, rompiendo el silencio.

—Claro que sí —respondió Chiara, sintiéndose lista para lo que fuera que les esperara.

A medida que pasaban el tiempo, Chiara y Violeta compartieron risas, sueños y un futuro lleno de posibilidades. La montaña, el cielo estrellado y el nuevo amor que estaban construyendo se convirtieron en recuerdos imborrables en sus corazones.

- VC, spirito

Entre odio y pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora