18.

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El lunes por la mañana, el ambiente en la universidad era el de siempre: estudiantes corriendo de un lado a otro, cafeterías llenas de gente pidiendo café y profesores preparándose para las primeras clases del día. Pero para Violeta, todo se sentía diferente. Estaba más feliz que nunca, con el corazón ligero y una sonrisa que no podía borrar. El fin de semana de acampada había sido perfecto, y lo único que deseaba ahora era ver a Chiara de nuevo, aunque habían pasado solo unas pocas horas desde que se despidieron.

Entró a la universidad con energía, buscando entre las caras familiares a su novia. Sabía que tenían clases en edificios diferentes por la mañana, pero siempre lograban verse antes de que comenzaran las clases. Sin embargo, después de unos minutos caminando y revisando los lugares donde normalmente se encontraban, no pudo encontrar a Chiara.

—Qué raro... —murmuró para sí misma, revisando su teléfono para ver si había algún mensaje, pero no había nada.

Decidió que lo mejor sería preguntarle a alguien, así que fue a buscar a Ruslana, quien siempre estaba al tanto de todo. La encontró sentada en la cafetería, tomando un café tranquilamente.

—¡Ruslana! —exclamó Violeta, acercándose rápidamente. —¿Has visto a Chiara esta mañana?

Ruslana levantó la vista, algo sorprendida.

—Ah, ¿no te lo dijo? Chiara está enferma. Me envió un mensaje temprano esta mañana diciendo que no iba a venir.

Violeta frunció el ceño, confundida.

—¿Enferma? Pero si ayer estaba perfectamente bien... —dijo, más para sí misma que para Ruslana.

—Sí, eso me pareció raro también. Pero ya sabes cómo es a veces, parece que está bien y de repente se resfría o algo así. —Ruslana le dio un sorbo a su café. —Seguramente es solo algo leve.

—Sí, seguro que sí... —respondió Violeta, aunque seguía con una sensación extraña.

El día avanzó, y aunque las clases comenzaron, Violeta no podía concentrarse. Pensaba en Chiara, en lo raro que era que no hubiera dicho nada sobre sentirse mal. Estaba inquieta, y la preocupación comenzó a crecer en su interior. Finalmente, cuando llegó el descanso entre clases, tomó una decisión.

—No puedo quedarme aquí sin saber cómo está, —se dijo a sí misma.

Con una rápida mirada alrededor para asegurarse de que ningún profesor la viera, Violeta tomó sus cosas y se escapó de la universidad. Sabía exactamente a dónde ir.

El trayecto a la casa de Chiara no fue largo, pero para Violeta se sintió como una eternidad. Su mente corría con preguntas: *¿Estará bien? ¿Por qué no me avisó que estaba enferma?* Al llegar a la puerta de la casa de Chiara, tomó una respiración profunda y tocó el timbre.

Unos segundos después, la puerta se abrió, y para su alivio y alegría, fue Chiara quien apareció. Su novia, aunque con el cabello algo desordenado y vestida con una camiseta holgada, lucía hermosa como siempre. En cuanto Violeta la vio, se sintió invadida por una ola de alivio y emoción.

—¡Chiara! —exclamó Violeta, lanzándose a sus brazos antes de que Chiara pudiera siquiera reaccionar.

Chiara se rió sorprendida, pero correspondió al abrazo de inmediato.

—¡Vivi! ¿Qué haces aquí? —preguntó, justo antes de que Violeta la besara con fuerza en los labios, como si no quisiera soltarla nunca.

—¿Cómo que qué hago aquí? Me dijeron que estabas enferma, ¡me preocupé! —dijo Violeta rápidamente, mientras le daba más besos pequeños en los labios, las mejillas, y hasta en la frente. —¿Por qué no me avisaste? Ayer estabas perfectamente bien, y hoy desapareces... pensé que te habías puesto súper mal o algo.

Chiara rió de nuevo, esta vez un poco más avergonzada.

—Ay, Vio... no es nada grave. Me desperté con dolor de garganta y me sentía un poco débil, así que decidí quedarme en casa por precaución. No quería alarmarte por algo tan pequeño.

Violeta la miró a los ojos, todavía con esa mezcla de preocupación y ternura.

—Sabes que si te pasa algo, aunque sea pequeño, quiero saberlo, ¿no? —dijo suavemente, acariciando la mejilla de Chiara.

Chiara asintió, dándole un beso en la mano de forma cariñosa.

—Lo sé, lo sé. Perdón, no quise preocuparte. Pero estoy bien, de verdad. Solo necesito descansar un poco más.

—Pues entonces, —dijo Violeta, entrando a la casa sin pedir permiso y cerrando la puerta detrás de ella, —me voy a quedar contigo todo el día para asegurarme de que te cuides bien.

Chiara sonrió, sin poder evitar sentir su corazón derretirse con la preocupación y el amor que Violeta le mostraba.

—Sabes que no tenías que venir, pero me alegra que estés aquí, —dijo, acercándose a ella de nuevo para besarla suavemente. —Aunque, ¿no deberías estar en la universidad?

Violeta hizo un gesto de despreocupación con la mano.

—Bah, la universidad puede esperar. Tú eres mucho más importante.

Chiara rió y la tomó de la mano, llevándola hacia la sala.

—Pues si vas a quedarte, ven, te haré un té y podemos acurrucarnos en el sofá. —dijo Chiara, aunque Violeta insistió en que ella prepararía el té, para que Chiara no se esforzara demasiado.

El resto del día lo pasaron en completa calma, disfrutando de la compañía mutua. Se acurrucaron en el sofá, compartiendo una manta mientras veían películas y hablaban de todo lo que se les ocurría. Violeta le preparó sopa a Chiara, a pesar de que su novia insistía en que no era necesario, pero Violeta no aceptaba un "no" por respuesta cuando se trataba de cuidar a Chiara.

—¿Sabes? No me importa que estés un poquito enferma, —dijo Violeta mientras le acomodaba el cabello. —Cualquier excusa para pasar el día contigo es una buena excusa.

Chiara sonrió, recostándose más en el pecho de Violeta.

—Eres la mejor novia del mundo, Violeta —susurró, sintiéndose completamente relajada.

—Y tú eres mi persona favorita en el mundo, —respondió Violeta, dándole un beso en la coronilla.

Cuando llegó la tarde, Chiara ya se sentía mejor, y Violeta había logrado que todo pareciera más fácil. Se prometieron que siempre se cuidarían mutuamente, y, aunque Violeta tuvo que regresar a la universidad al día siguiente, ambas sabían que siempre tendrían días como estos para recordar lo afortunadas que eran de tenerse la una a la otra.

- VC, spirito

Holiii, para los siguientes capítulos, tardaré un poco en hacerlos ya que ando algo ocupada con los estudios, espero lo entendáis.

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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Entre odio y pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora