CAPITULO 11

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-EL DÍA DE LA EXTRERMINACIÓN- 

El aire en el Infierno estaba tenso, y cada rincón del Hazbin Hotel vibraba con una energía sombría. Era el día que todos temían, el día de la Exterminación anual. En lo alto del cielo infernal, las trompetas anunciaban la llegada de los ángeles exorcistas, seres celestiales encargados de purgar a los pecadores. Una vez al año, el Infierno se convertía en un campo de batalla, y solo los más fuertes sobrevivían.

—¡Es hora! —gritó Charlie, organizando rápidamente a todos en el salón principal—. Sabemos lo que tenemos que hacer. Este es nuestro momento de demostrar lo que valemos.

El equipo del Hazbin Hotel se preparó para la inevitable batalla. Star Clown, con sus ojos llenos de determinación, apretó su puño. Sabía que esto era algo más grande que cualquier ejercicio de redención. Esta vez, su vida estaba realmente en juego.

—¿Lista para patear traseros celestiales? —le preguntó Kiu, acercándose con una sonrisa desafiante.

Star Clown asintió, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Había algo en la forma en que Kiu la miraba, una mezcla de confianza y... algo más. Pero no era el momento de pensar en eso ahora. Tenían una batalla por delante.

El cielo del Infierno se abrió con un resplandor cegador. De los cielos descendieron los ángeles exorcistas, armados con lanzas de luz y alas resplandecientes. Sus rostros eran fríos y sin emociones, y su único objetivo era acabar con los pecadores. Desde el momento en que tocaron tierra, el caos estalló.

—¡Ahí vienen! —gritó Vaggie, sacando sus armas listas para la lucha.

El equipo del Hazbin Hotel se lanzó al combate. Alastor desató su oscura magia, invocando bestias del inframundo para enfrentar a los ángeles. Angel Dust, con sus movimientos ágiles, disparaba sin cesar, y Husk lanzaba botellas encantadas que explotaban con llamas demoníacas al impactar. Vaggie luchaba con precisión, cortando el aire con sus afiladas lanzas.

Kiu y Star Clown se movían en perfecta sincronía. Star Clown usaba su agilidad y poderes infernales para distraer a los ángeles, mientras Kiu, con su destreza, los derribaba uno por uno. Las lanzas de luz pasaban peligrosamente cerca, pero ambas esquivaban con precisión, atacando con ferocidad.

—¡Esto es increíble! —gritó Kiu mientras golpeaba a un ángel, derribándolo al suelo.

Star Clown, a su lado, usaba su magia para crear ilusiones, confundiéndolos y permitiendo a Kiu y los demás lanzar ataques decisivos. Aunque los ángeles eran poderosos, el equipo del Hazbin Hotel estaba preparado, luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir.

A medida que la batalla avanzaba, la resistencia de los ángeles empezaba a disminuir. Uno tras otro caían, incapaces de resistir la combinación de habilidades demoníacas que enfrentaban. Finalmente, solo quedaba un último ángel en pie, un ser imponente con alas doradas y una lanza luminosa.

—¡Este es mío! —exclamó Star Clown, lanzándose hacia él.

El ángel intentó golpearla con su lanza, pero Star Clown esquivó hábilmente, golpeando con un destello de energía oscura. El ángel cayó al suelo, derrotado. Con su caída, el cielo comenzó a oscurecerse, y los pocos ángeles restantes se retiraron al Cielo.

—¡Lo logramos! —gritó Charlie, su voz llena de alivio.

El equipo del Hazbin Hotel, cubierto de heridas y polvo, se reunió en el centro del campo de batalla. Todos respiraban con dificultad, pero el sentimiento de victoria era palpable. La exterminación había terminado, y ellos habían sobrevivido.

Kiu, jadeando ligeramente por el esfuerzo, se volvió hacia Star Clown, y sin decir una palabra, la atrajo hacia ella. En medio del caos y la destrucción, la abrazó, mirándola a los ojos con una intensidad que hizo que el tiempo se detuviera.

—Sabes... no creo que podría haberlo hecho sin ti —dijo Kiu suavemente, sonriendo de manera traviesa.

Star Clown no tuvo tiempo de responder antes de que Kiu la tomara por la cintura y, sin más preámbulo, la besara apasionadamente. El beso fue largo, intenso, lleno de todo lo que ambas habían guardado en silencio durante tanto tiempo.

Cuando finalmente se separaron, la sorpresa en los rostros de los demás era evidente. Angel Dust soltó una carcajada y aplaudió con entusiasmo.

—¡Vaya, vaya, vaya! ¿Quién lo hubiera dicho? —exclamó, mientras Alastor levantaba una ceja, claramente divertido.

—No me lo esperaba, pero bien por ustedes —dijo Vaggie, cruzando los brazos con una sonrisa.

Charlie, emocionada, soltó un pequeño chillido de alegría, aplaudiendo como si fuera la cosa más linda que hubiera visto.

Kiu y Star Clown se miraron, sonrojadas pero sonrientes, mientras el equipo del Hazbin Hotel celebraba su victoria. Sabían que, aunque quedaba un largo camino hacia la redención, juntas eran invencibles. La exterminación había sido solo una prueba más que habían superado, y su amor ahora era visible para todos.

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happy, happy, happy >:D, Onestar cambio y fuera

total de palabras: 773 

🍓✨Star Clown✨🍓 -Life is a circus, enjoy the show-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora