CAPITULO 12

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-LA LLAMADA DEL DESEO-

La noche en el Hazbin Hotel había traído consigo una calma engañosa. El cielo infernal estaba cubierto de estrellas que brillaban con un resplandor rojo, casi como si estuvieran observando cada movimiento en la habitación donde Kiu y Star Clown estaban juntas, sus miradas encontrándose en un silencio que hablaba más que cualquier palabra.

Star Clown se acercó a Kiu lentamente, con una sonrisa llena de picardía en los labios. Había algo en la forma en que sus ojos se encontraban que hacía que el aire entre ellas se volviera más pesado, cargado de una tensión latente que había crecido desde el primer momento en que se conocieron.

—¿Sabes? —susurró Star, su voz baja, como un ronroneo—. Desde que llegué aquí, no he dejado de pensar en ti.

Kiu la miró, una chispa de deseo cruzando sus ojos. Era como si en ese momento, todo el tiempo que habían compartido, las miradas y los roces accidentales, se condensara en un solo instante. Sin decir una palabra, Kiu avanzó un paso más hacia Star, hasta que sus cuerpos quedaron casi pegados.

El contacto fue inevitable. Star deslizó sus manos alrededor de la cintura de Kiu, acercándola más hacia ella, sintiendo el calor de su cuerpo traspasar la delgada ropa que las separaba. Sus respiraciones se entrelazaron, cada una captando el ritmo agitado de la otra.

—Tú también has estado en mi mente —respondió Kiu, con una voz cargada de emoción y deseo.

El primer beso fue lento, lleno de exploración. Los labios de Star se encontraron con los de Kiu en un movimiento suave, como si cada una estuviera tratando de entender el ritmo de la otra. Pero pronto, la suavidad se transformó en algo más profundo, más intenso. Las manos de Star viajaron hacia el cuello de Kiu, mientras la de Kiu se enredaron en el cabello de Star, tirando suavemente, haciendo que Star soltara un suave suspiro contra sus labios.

Ambas cayeron sobre la cama, sin romper el contacto, sus cuerpos entrelazándose en un abrazo ardiente. Los dedos de Kiu recorrían la espalda de Star, trazando cada curva con una devoción casi palpable. El deseo entre ellas había crecido tanto que parecía que cualquier distancia entre sus cuerpos era demasiado.

—Kiu... —susurró Star, su voz temblando por la intensidad del momento—. Te quiero cerca, más cerca.

Kiu sonrió contra los labios de Star, y sus manos comenzaron a deslizarse lentamente por su piel, explorando cada centímetro, sintiendo la respuesta de Star a cada caricia. El ritmo de sus movimientos era lento pero cargado de una pasión contenida que ambas sabían que no podía ser ignorada.

Star Clown tiró de Kiu hacia ella, y sus cuerpos se alinearon perfectamente, como si hubieran nacido para este momento. Las respiraciones de ambas eran rápidas, cada roce de piel contra piel enviaba escalofríos de placer por sus cuerpos. Los susurros de Star llenaban el aire, mientras Kiu la acariciaba con una mezcla de ternura y deseo.

El momento era íntimo y profundo, y aunque la lujuria era clara, había algo más grande en juego. No era solo deseo lo que las impulsaba, sino el vínculo emocional que habían estado construyendo desde que se conocieron.

Ambas estaban perdidas la una en la otra, explorando sus emociones a través de cada caricia y cada beso. El deseo en sus ojos era innegable, pero también había una conexión más profunda, una que trascendía lo físico. Se movían juntas, como si estuvieran en una danza cuidadosamente orquestada, donde el tiempo y el espacio ya no importaban.

Después de un momento que se sintió como una eternidad, ambas se separaron ligeramente, jadeantes, pero con una sonrisa compartida. Star Clown acarició la mejilla de Kiu, su mirada llena de una mezcla de satisfacción y emoción.

—No quiero que esto termine nunca —susurró Star, sus ojos brillando con una intensidad que Kiu nunca había visto antes.

Kiu, aún recostada junto a ella, sonrió, inclinándose para darle un último beso suave, esta vez lleno de ternura.

—No terminará —le prometió Kiu, abrazando a Star más fuerte.

La habitación quedó en silencio, mientras ambas permanecían abrazadas, sus cuerpos aún entrelazados, disfrutando de la cercanía compartida. No había necesidad de palabras, porque en ese momento, sabían que no importaba lo que pasara, siempre tendrían ese vínculo entre ellas.

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no creo que me haya salido tan bien jsjsjs, pero se intento, en fin, Onestar cambio y fuera 

total de palabras: 722 

🍓✨Star Clown✨🍓 -Life is a circus, enjoy the show-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora