CAPITULO 1

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-EL ANILLO DE LA AVARICIA- 

El aire del anillo de la Avaricia era denso y ácido, impregnado con el olor a azufre y un profundo sentido de desesperación. Astra se incorporó lentamente, el suelo bajo ella estaba hecho de una mezcla de metales preciosos y gemas, un contraste grotesco con la miseria que se respiraba en el ambiente. Sus ojos se adaptaron a la penumbra iluminada por un brillo anaranjado, resultado de las llamas eternas que se alzaban en el horizonte.

Astra se puso de pie, sacudiendo el polvo de su ropaje desgarrado. La última vez que recordaba haber sentido algo así, estaba en el frío concreto de un callejón. Sus recuerdos eran borrosos, pero sabía que la bala había sido el final. Ahora, sin embargo, se encontraba en un lugar que no comprendía del todo, pero que tenía una familiaridad inquietante. Los ecos de su vida pasada la atormentaban en cada esquina, una cacofonía de gritos y risas que no podía distinguir si eran producto de su propia mente o las almas condenadas que la rodeaban.

A medida que avanzaba, sus pasos resonaban con un eco metálico. A lo lejos, el oro y las joyas esparcidas en el suelo reflejaban una luz irreal, como si el lugar intentara deslumbrar a los condenados con una riqueza que nunca podrían poseer. Las almas arrastraban sus cuerpos en una eterna búsqueda de más, mientras que Astra se movía entre ellas, desinteresada por el esplendor que se ofrecía. No estaba aquí para buscar riquezas, sino respuestas.

El silencio, roto solo por el crujido de las joyas bajo sus pies, se volvió incómodo. Astra notó una figura a lo lejos, una presencia imponente que parecía cortar el aire a su alrededor. Era alto y elegante, con una postura que irradiaba poder y control. La figura se acercó con una confianza que parecía desdén hacia el entorno mismo. Lucifer, el rey del Infierno, se presentó ante ella, su expresión una mezcla de curiosidad y diversión.

—Así que tú eres la recién llegada —dijo Lucifer, su voz resonando con una autoridad que parecía estar en sintonía con las mismas llamas que iluminaban el lugar. Sus ojos brillaban con un destello rojo que se mezclaba con el brillo dorado del anillo.

Astra levantó la vista, su mirada se encontró con la de Lucifer, sin un rastro de miedo. En lugar de eso, sus ojos reflejaban una mezcla de desafío y determinación.

—¿Así que me conoces? —preguntó Astra, su tono desafiando la autoridad del rey del Infierno. Su voz estaba cargada de un desdén que solo alguien que ha visto el abismo podría tener.

Lucifer soltó una risa suave, casi musical, que resonó en el vacío del anillo. Se acercó a Astra, observándola con una mezcla de interés y amusement.

—Conozco muchas cosas. El Infierno es un lugar para los que buscan algo que nunca pueden tener. Y tú, Astra, pareces ser una de las almas que busca algo más que solo la riqueza que aquí se ofrece.

Astra lo miró con atención. La conversación, aunque superficial en apariencia, estaba cargada de una profundidad que ella apenas comenzaba a entender. Lucifer parecía saber más de ella de lo que ella misma sabía.

—No estoy interesada en las riquezas —respondió Astra, su voz firme—. No en el sentido que ustedes piensan.

Lucifer asintió lentamente, como si ya hubiera anticipado su respuesta. La figura del rey del Infierno se movió con una gracia que desafiaba la gravedad y se acercó a una plataforma de obsidiana decorada con gemas brillantes. Se sentó con una elegancia innata y gesticuló para que Astra se uniera a él.

—Entonces, ¿qué es lo que realmente buscas? —preguntó Lucifer, su tono ahora un poco más serio.

Astra se quedó de pie, observando el entorno, buscando las palabras adecuadas. Sus recuerdos de la vida humana, la angustia de perder a su madre, la rabia que la había llevado a cometer sus crímenes, se entrelazaban en su mente. El tiempo que pasó en el circo, escondiendo su verdadero yo bajo una fachada de normalidad, también pesaba sobre ella.

🍓✨Star Clown✨🍓 -Life is a circus, enjoy the show-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora