24. 𝐕𝐢𝐨𝐥𝐞𝐭

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Especial por el short de emo Vi

Nunca he escrito sobre lucha antes, así que perdón sin algo no se entiende ;(

— ¡Damas y caballeros! ¡El campeón de peso mariposa de la liga de boxeo de Piltóver, Gustove "El cascarrabias" Jowler!

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— ¡Damas y caballeros! ¡El campeón de peso mariposa de la liga de boxeo de Piltóver, Gustove "El cascarrabias" Jowler!

Los aplausos estallaron, al igual que los gritos, silbidos y apoyos hacia el fortachón de tatuajes. Tuve que alzarme de puntillas para ver a través de las dos filas de gente, que estaban saltando, apoyando al luchador.

En cuanto sonó la alarma, la vi. Tuve un sentimiento extraño y me paralicé durante unos segundos, viendo lo que había cambiado. Todo por culpa de su hermana, Jinx.

Quería gritarle, avisarla de que estaba ahí, de que todo iba a salir bien. Definitivamente, no se veía en un buen estado de ánimo, a pesar de estar lo suficientemente entrenada como para derrotar a los demás participantes.

El luchador al que llamaban cascarrabias no duró ni cinco segundos en la arena. Vi le golpeó en la mandíbula de metal, provocando que se le rompiera, tirándolo al suelo. Los gritos cesaron durante un instante, pero volvieron en cuanto Vi alzó el puño en forma de victoria, mientras dejaba escapar un grito atronador. 

Suspiré y me replanteé lo que iba a hacer. No, ya no había vuelta atrás, tenía que hablar con ella, pero en el público era imposible que se fijara en mí. Solo había una opción factible, así que me coloqué la capucha negra y salí de la multitud hasta llegar a la zona de apuestas, justo al lado del bar.

El negociador de pelo rapado y tatuajes por todas partes me miró con cara amarga en cuanto me quité la capucha. Lo ignoré mirándolo con una expresión neutral y señalé hacia la lista que sujetaba con la mano izquierda. Su boca sujetaba el bolígrafo.

— Quiero participar.

El hombre soltó una carcajada, aunque no le hubiera provocado risa, y miró a su compañero de pelo verde, que se encontraba de pie detrás de él, como un guardaespaldas.

— Te van a matar — dijo él con una voz ronca —. Este no es lugar para princesas.

— Quiero participar, apúntame en la lista — ordené con voz firme. De nuevo ambos rieron y el de tatuajes se sacó el bolígrafo de la boca para hablar.

— Aquí no contamos con seguro de vida. Estás formando cola, lárgate de aquí.

Suspiré, mirándolo mientras negaba con la cabeza con una media sonrisa.

— Creo que no me he expresado con claridad.

Y, entonces, saqué la catana que guardaba a mi espalda. La hoja recién afilada resonó en cuanto la saqué rápidamente de la saya para llevar la punta hacia el cuello del negociador.

— Quiero participar. Ponme en la puta lista o te cortaré la cabeza y me la pondré de decoración en la estantería de libros. Por favor — sonreí.

ARCANE - one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora