22. 𝐂𝐚𝐢𝐭𝐥𝐲𝐧

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shot inspirado en el videojuego The Last of Us parte 2. 

El día del progreso siempre había sido igual de aburrido para ___

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El día del progreso siempre había sido igual de aburrido para ___. Al igual que su amiga, Caitlyn, ambas disfrutaban solo de la comida y de la bebida, que era gratis para ambas gracias a los Kiramman.

En el gran salón se hacía una pequeña ceremonia acompañada de música, para aquellos que quisieran bailar en medio de la pista. A pesar de que ___ se sentía demasiado atraída por Caitlyn, nunca la llegó a invitar por vergüenza a... bueno, digamos que a la gente no le gustaría ver a dos chicas bailando tan juntas, y mucho menos a los padres de Caitlyn, que debían mantener su posición en el consejo.

Aunque, por parte de ___, no la había invitado por esas razones. A ella le daba igual la opinión de la gente... Menos la de Caitlyn. ¿Qué pasaría si a ella no le gustaba y dejaban de ser amigas? O peor, ¿y si la odiase solo por que le gustasen las mujeres?

Por eso era mejor que ___ se quedara callada en vez de meter la pata, pero, después de tres años repitiendo la misma experiencia, este fue diferente. Diferente en el sentido de que Caitlyn la había invitado a bailar. Diferente en que... se había besado. En frente de todo el mundo. Ella y Caitlyn.

Por su puesto, hubo algún que otro revuelto y un viejo estúpido las regañó, aunque ___ supo ponerlo en su lugar y ambas se fueron de allí. Pero Caitlyn, que casualmente fue la que tomó la iniciativa, cuando salió le dijo a ___ que tenía que volver a entrar, y se fue sin más, dejándola sola.

Durante los próximos tres días, ___ se estuvo preguntando miles de cosas que pasaban por su cabeza y recordando el momento una y otra vez sin parar. ¿Había hecho algo malo? Ni siquiera la había besado ella o la había invitado a bailar. ¿Por qué se fue de esa manera?

Pero entonces, cuando Caitlyn y ella se juntaron para el entrenamiento, todo sucedió de lo más normal, como si no hubiera pasado nada entre ellas. Ambas sabían que el tema iba a salir tarde o temprano, pero salió más tarde de lo esperado.

Después de entrenar, Caitlyn acompañó a ___ a dejar las armas a la caseta del bosque, donde se guardaban todas las municiones y otras pistolas. En cuanto la chica dejó su arma, vio a la peli azul sentada en el pequeño sofá marrón que había a un lado de la pared.

Al ver que no se movía, ___ se sentó en una esquina, ya que Caitlyn se había sentado en el medio. Como era costumbre, la peli azul se sentó de piernas cruzadas, típico de "señoritas", como ella decía, y ___ con los pies arriba del sofá, con las rodillas dobladas.

— ¿Puedo... hacerte una pregunta? — empezó Caitlyn. Y ___ se extrañó por su tono.

— No lo sé. ¿Puedes? — dijo, sabiendo lo que iba a preguntarle.

— En una escala del uno al diez. El uno siendo una completa basura y el diez siendo una pasada... ¿Cómo puntuarías nuestro beso de la otra noche?

La chica se sorprendió por la pregunta. Sabía que sería del beso, pero no se esperaba que tuviera que puntuarlo, y menos cuando fue ella la que se fue. De todas formas, así no era tan incómodo para ella y decidió seguirle el juego:

— ¿Por qué seguimos hablando de esto? — preguntó, y no consiguió tapar la pequeña sonrisa que se asomó entre sus labios al recordar el momento —. Te fuiste sin más.

— ¿En serio lo hice? — dijo irónica, como si nunca hubiera pasado. ___ alzó una ceja viendo sus intenciones y se incorporó para quedar más cerca de ella.

— ¿Qué estás haciendo?

— Te he preguntado sobre puntuar nuestro beso — sonrió ligeramente, y ___ se encogió de hombros.

— No lo sé — contestó, y la miró sin saber qué decir. Caitlyn puso una cara pensativa.

— Yo le daría un seis — dijo después de unos segundos de silencio.

— ¿Un seis? — preguntó ___, aunque sonó como una exclamación, relevando lo ofendida que estaba por esa puntuación tan baja. Luego mantuvo su compostura y empezó a asentir con la cabeza —. Guau...

— Un redondo seis — recalcó.

— Vale.

— Había mucha gente alrededor.

— Sí, ¿pero un seis?

— Espera, ¿qué? Ahora quiero saber tu puntuación.

— No creo que quieras saberlo — negó, y luego sonrió.

— Eres insoportable — bromeó.

— ¿Te has visto?

— Haces que quiera irme de esta cabaña — la retó, acercándose a ella.

— Nadie te lo está impidiendo — contraatacó, también acortando la distancia entre ambas.

Ambas se miraron a los ojos, aunque también bajaron alguna que otra vez sus ojos. A ___ no le importaba el por qué Caitlyn se fue aquella noche, ahora solo pensaba en el presente, y en las ganas que tenía de besarla de nuevo.

—Más vale que este sea mejor que un seis.

Caitlyn inició el impulso y ambas tomaron la iniciativa para besarse, esta vez sin interrupciones, sin gente y sin ruido a su alrededor. Definitivamente, ___ no tenía ni idea de lo que estaba pasando ni el por qué, pero no tenía la mínima intención de desperdiciar ni un solo segundo más de tiempo ocultando lo que sentía por su mejor amiga. Y Caitlyn tampoco.

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ARCANE - one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora