Destino [+18]

Capitulo 19

Jaden Kiselev

Ya estamos en caminó a la mansión, tuve que cancelar varias cosas solo por estar aquí entre el idiota de Alessandro y yo nos pusimos de acuerdo para recoger a las fastidiosas que están en mi auto gritando como locas y riendo sin parar lo último lo está haciendo Marcela mí futura Reina, su amiga solo tiene un poco roja la cara de la vergüenza ya que mi mujer le esta recordando los sonidos que salían de su habitación, yo los escuché pero sinceramente me vale mierda lo que pase a mi alrededor y más si proviene de personas sin relevancia como ellos, en la mafia se me enseñó a no meterme en lo que no debo y eso estoy haciendo.

Alessandro solo las mira y intenta no reírse de la cara de su prometida se ve realmente patético en este plan.

- Ahh Alessandro dame mas- sé ríe mi prometida y aplaude imitando el ruido que salía de aquella habitación.

- Ya cállate, déjame en paz Marcela- La otra le grita y intenta tapar su boca pero mi prometida no se deja y sigue riendo.

Se ven muy entretenidas pero ya no puedo más con los gritos y risas, necesito paz y tranquilidad así sea por unos momentos, estuve ocupado toda la noche y parte de la mañana, debería estar descansando justo ahora y mírame aquí aguantando los berrinches de una y las risas de la otra.

- Podrían callarse ya, estoy intentando controlar mi dolor de cabeza.

Ellas solo me miran y se callan por fin, al menos no replican sobre mi órden hacia ellas aunque Alessandro parece estar no muy contento sobre mi órden, estúpido.

- Déjalas ser felices, ésto te va a tocar soportarlo por años recuerda que una de ellas es tu prometida- Habla Alessandro un poco molesto por mis palabras.

- A que bueno, recuérdame ¿Cuando pedí tu opinión sobre mi órden?.

Las chicas solo me miran sin decir nada y Alessandro mira su celular sin prestarme atención, ésto solo enciende mi dolor de cabeza pero sencillamente lo dejaré pasar no merecen mi dolor.

Cierro los ojos y intento relajarme y dormir un poco ya que el viaje se me hace largo sin hacer nada, cuando me estoy durmiendo siento un peso en mi hombro, como si algo o alguien se hubiese colocado allí abro mis ojos y descubro a Marcela dormida encima de mi hombro.

- Tal parece que no soy el único que no a dormido bien- Susurro para ella, que solo gruñe y se acomoda en mí.

Miro a Alessandro y tiene a la morena acostada en su pecho mientras el revisa su celular y da masajes en su cabello, lo que logra el enamoramiento.

Intento alejar a Marcela de mi hombro pero simplemente no parece esa ser una de sus opciones, está aferrada a mí como una garrapata y no sé puede hacer más nada que dejarle hacer lo que se le da la gana, esta mujer me saca de mis casillas.

- Reina, despierta- la muevo de un lado a otro pero simplemente gruñe y se acerca más a mi- Despierta niñita, no te voy a cargar todo el viaje.

Recibo otro gruñido de su parte y solo me queda resignarme a que no me va a soltar, siento que la posición que adoptó para dormir no es la más cómoda así que la cargo y la montó encima de mi dejando su cabeza en mi pecho.

Ella no duda ni un momento en aferrarse a mí como si fuera un peluche y utilizar mi pecho como su almohada, es una completa Mimada.

- Odio el contacto físico, pero por ti estoy atravesando mis limites, Королева- le susurró al oído y sé que no me escucha, pero lo que digo va más para mí que para ella.

Voy a casarme cuando jure que nunca lo iba a hacer, estoy atravesando muchos límites que impuse desde hace años solo por ella.

Esta mujer me está cambiando y el que no lo puedo permitir  es lo último que pienso antes de caer en un profundo sueño, con ella encima mío.