Maratón 1/3
-Podriamos ir a cenar algún lado
-No quiero -le doy la espalda -
-¿Por qué estás molesta conmigo?
-No estoy molesta contigo
-¿Entonces por qué no me miras?
-Por que no quiero
-Astrid...
-Quiero estar sola
-¿Estás enojada? Vamos dime qué hice para que te molestará
-No estoy molesta
-¿Entonces que es?
-No es nada
-Vamos, dímelo
Comienza a besar mi cuello, aprieto sus hombros
-¿Cómo tengo que convercerte?
-Asher -jadeo al sentir su lengua recorrer mi cuello para luego succionar la piel-
-¿Que tengo que hacer para que me digas que te molesta?
Ahogo un gemido cuando estampa sus labios sobre los míos, es un beso húmedo y lleno de deseo. Sus manos van hacia mi trasero apretándolo contra su entrepierna
-Asher...
-¿Que te molesta?
-Soy virgen
Asher arquea una ceja, confuso
-¿Por qué me dices eso?
-E-es que tú siempre has estado con chicas ya expertas, y yo con suerte dar besos.
-Entiendo, pero eso fue hace un tiempo
-¿Hace cuánto no tienes relaciones? Osea es que también quiero evitar tener una enfermedad infecciosa
-Hace unos cinco meses, tranquila tengo papeles que confirman que no tengo ninguna enfermedad puedo mostrartelo. Siempre use protección
-B-bueno
Me bajo de su regazo, avergonzada me pongo de pie
-¿A dónde vas?
-Ire al baño
Ingreso al baño antes de que me pueda responder, cierro la puerta para mojarme el rostro.
¿Como se me ocurre decirle eso?
Mate toda la magia del momento
-¿Estás bien, sirenita?
-Si, estoy bien
Abro la puerta del baño, Asher está sentado a la orilla de la cama mirando su celular
