Capitulo 41

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La doctora me sonríe mientras pasa un gel por mi abdomen ya crecido y notorio. Asher acaricia mi mano mientras mira la pantalla donde deberían aparecer los bebés

—Bien futura mamita, el bebé está creciendo muy bien y está muy bien desarrollado. Pero

—¿Pero?

—¿Quieren escuchar los latidos?

—Si, por favor

Miramos atentamente la pantalla, recuerdo que cuando estuve embarazada de Abbie ella apareció rápidamente moviendo sus pies. Sonrió al ver unos pies en la pantalla, los latidos hacen eco por la sala

—Aca está el latido del bebé —comienza a mover la máquina en mi abdomen—

Mis ojos se abren al ver otro bebé quien tiene dedos y pies — ¿Y eso?

—Felicidades tendrán gemelos

Miro a Asher— por lo menos no han sido tres o sería peor. No me mires así, los bebés se hacen de dos hay una gran diferencia tu solo metiste tu polla y ya. Y yo tendré que cargar a los bebés durante nueve meses para que prefieran a su papá. Perdón doctora

—No pasa nada, he presenciado discusiones. Ya estoy acostumbrada

Miro sus ojos azules son muy bonitos, cabello rubio, tez blanca, labios en forma de corazón. Es muy linda, cuando nota que la miro fijamente sus mejillas se tornan rojas.

Que ternura de doctora

—¿Cuánto lleva trabajando?

—Un año y dos meses, antes trabaja en un pueblo pequeño pero deje de hacerlo...

—¿Tienes novio?

—¿Que? —Asher me mira confuso—

—No es para mí tontito, perdón pero solo era curiosidad

—Ahm, n-no tengo novio...

—¿Podemos ir a ver a Koen después de esto? Por Fis porfis

—Como tu digas, perdón doctora por las preguntas por parte de mi prometida

—No pasa nada

Paso el papel por mi abdomen para retirar el gel, me subo el pantalón y bajo la sudadera sintiendo los movimientos de los bebés.

—¡Muchas gracias doctora!

Me bajo de la camilla, para caminar hacia la puerta

—¿A dónde vas?

—Pues a ver a Koen

—Astrid...

—¿Que?

—No puedes ir sola, siéntate

—No soy ninguna niña pequeña

—Sientate por favor

Me cruzo de brazos— que conste que me estoy sentando por mi propia voluntad no por qué tu me digas

—En la silla, no en el suelo

—No me gusta la silla, quiero sentarme en el suelo y tampoco me específicaste dónde debía sentarme. Además yo me sentaré dónde mi trasero se sienta más cómodo

—Mm, ¿Hola?

—No quiero hablar con nadie —dice Koen mirando el techo mientras hace rebotar una pequeña pelota —

—Pues yo si, ¿Cómo has estado?

—Como la mierda sinceramente, cualquiera pensaría que soy un esqueleto

—No digas tonterías —me acuesto a su lado—

—¿Cómo entraste?

—Privilegios de tener un prometido conocido —le sonrio— me han dicho que no quieres comer

—La comida de acá es un asco, la dan fría y eso puede causarme una enfermedad en el futuro y ya me basta con toda la droga que tengo en el cuerpo

—Vaya, yo quería saber si estabas interesado en tener pareja

—Astrid mi aspecto es horrible y tengo un carácter de mierda

—Las personas cambian

—¿Como te fue en la consulta?

—Bien, no es un bebé son dos

—¿Que?

—Son dos bebés, una niña y un niño Koen

—Mierda, digo perdón ay digo felicidades

—Abbie me preguntó por ti y cuando podía venir a verte. Pero le dije que no era un lugar para niños pequeños

—Se parece a ti

—Si, pero adora a su papá —suspiro, el pasa un brazo alrededor de mi cintura— estoy agotada quiero dormir

—Tu siempre quieres dormir

—Ahora me preguntó cómo voy a dar a luz dos bebés...

Presiona un beso en mi frente y desordena mi cabello — ya es momento de que te vayas, van a venirme a darme unas putas pastillas

—¿Para que?

—Es mejor que no lo sepas, Astrid

—Vendre a verte

—Bien, cuídate y dile a Abbie que cuando salga le llevaré unos tacones

—¿Tacones?

—Si, de princesa esos de esas películas

Rio negando con la cabeza, beso su mejilla — también cuídate, adiós pesado

—Adios pesada

Sonrió colocandome de pie, Koen esta en el proceso de desintoxicación debido a todas las drogas que tiene en su cuerpo.

Lanzó la camisa algún lado de la habitación rodeando su cuello con mis brazos mientras su boca ataca la mía. Sus besos bajan hacia mi cuello donde lame y succiona, jadeo.

Retira mi camiseta de tirantes para lanzarla a algún lado de la habitación y de inmediato ataca mis pechos. Debido al embarazo han crecido y ya están botando leche.

Presiono su cabeza en mis pechos, pongo los ojos en blanco. Este embarazo me tiene muy hormonal al parecer. Hay golpes en la puerta, Asher maldice

—Uhm...

—¿Papi, mami?

—Ya voy princesa, voy a ponerme las pantuflas —se pone su camisa—

—Voy a dormir apaga la luz antes de irte por favor

—Bien, como tú digas

Me cubro con las sábanas, limpio con una toallita húmeda la barbilla de Asher que se encuentra con un poco de lactancia

—Vamos princesa te iré a contar un cuento, mami está durmiendo

—¿Mami dormir?

—Si princesa, mami esta cansada

—Chauuu mami 

•Astrid cumpliendo mi sueño de ser mamá por qué yo aún soy muy joven y no tengo vida amorosa. Solo mis amores literarios, próximamente la historia de sus hijos.

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