Capitulo 53

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Actualmente

Abby carga a Amelia quien al estar en sus brazos se vuelve una bebé completamente quieta.

—Vamos pequeña, no hagas que mamá se enoje

—¿Podrías llevarla con tu abuela por favor?

—Si mamá, ¿Aaron también?

—No, cariño solo a Amelia.

—Uhm ya, dile adiós mami —sacude su mano y Amelia la imita antes de salir de la habitación—

Acarició el cabello de Aaron quien succiona de mi pecho, se ha despertado con fiebre y hambre.

—Ya verás que mami te llevará al hospital

Se separa de mi pecho y me sonríe mostrandome sus primeros dientes, acarició su cabello. El terror se cruza por mis ojos cuando empieza a llorar se que no es de hambre si no de angustia. Ya le saque todos los gases y le revise el pañal.

—Bebe no llores —lo cargo— vamos a llevarte al hospital ¿Ya?

Saco un bolso preparando un bolso con ropa, pañales y un biberón. Saco el termómetro y me alarmó al ver °36

—Tranquilo bebé, tranquilo 

Lo cargo y me angustia no poder calmar su llanto, me cuelgo el bolso bajando las escaleras. Fuerzo una sonrisa al ver a mi suegra, mira a Aarón

—¿Que paso?

—Tiene fiebre ¿Podría quedarse con los niños? Por favor llamaré a Asher

—Si, está bien tranquila no manejes toma un taxi

Salgo de la casa y tomo el primer taxi que se me cruza, saco mi celular del bolso y marco el número de Asher

Llamada 📲:

—Car..

—Asher , Aaron tiene 36° C de fiebre. Estoy llendo para el hospital

—Ire lo más rápido posible amor tranquila

—No me gusta verlo así

—Mi amor calmate

—Su cuerpo está caliente

No me gustaba ver de estas maneras a mis bebés, enfermos o llorando. Eran mi punto débil y si algo les afectaba a ellos el mundo se me venía a abajo.

—Todo saldrá bien, mi amor ya verás que Aaron tiene una fiebre leve o algo Tranquila ¿Ya?

El pequeño cuerpo de mi hijo estaba apoyado sobre mi pecho, había Sido una fiebre debido al cambio de clima tan repentino. Me extrañe al ver que Amelia no presento nada pero Aaron nada y fue cuando me enteré que uno de mis bebés tenía un asma leve.

Ahora viviría con eso el resto de su vida. Sus pequeños ojos se abren, luce cansado y si lo está después de que lo hayan vacunado y lloro por horas por el dolor.

Beso su frente, acarició su espalda — todo está bien bebé

—¿Mama? —Abby asoma su cabeza por la puerta — ¿Puedo pasar?

—Si cariño, pasa

—¿Cómo está Aaron?

El recién nombrado al escuchar la voz de su hermana, alza su cabeza buscándola con la mirada.

—Hola bebé ¿Mamá lo puedo cargar?

—Claro cariño, con cuidado

Abby se acerca cargandolo tal y como le enseño su papá, Aaron sonríe mostrando sus primeros dientes.

—Hola bebé, ¿Cómo estás? Mama, Amelia está en mi cama

—Oh la iré a buscar

—No, papá está con ella. Pero ¿Puedo dormir con ella? Por favor

—No creo cariño

—Mama, solo por hoy además así tu y papá descansan un poco

—Lo pensaré

—Gracias —besa la mejilla de su hermano — mama está calentito

—Si cariño... Tiene un asma leve

—¿Asma leve?

—Si —beso la frente de Aaron— lo han diagnósticado con eso, según el doctor fue hereditario

—Oh, pero se ve muy sano mamá

—Y lo será cariño, lo será

—Mama ¿Puedo contarte algo?

—Claro cariño

—Es que tú me contaste hace un tiempo que la tía Nati y el tío Atlas estuvieron juntos por un tiempo

—¿Que sucede con eso?

—Es que tengo un plan...

Natalie me mira confusa antes de ingresar a la habitación

—Es que tú eres mejor en los colores y eso tía Nati

—Cariño, yo me dedico a la moda no a esto

— Pero pensé que me podrías ayudar ya sabes, iremos al armario

Sonrió siguiendo a mi hija, costó un poco convencer a Natalie que viniera. Le mando un mensaje a Asher anunciándole que el plan de reconciliación está en acción

—¿Entonces quieres que te ayude a mover un mueble?

—Si, cómo verás Astrid y los niños se han ido

La puerta que se encontraba conectaba con el armario, sonrió asintiendo con la cabeza.

—Perdoname amigo —dice Asher antes de empujar a Atlas y cerrar la puerta —

—Perdoname Tía —dice Abby —

—¿Que mierda está pasando? —golpea la puerta Natalie— ¿Que hace el acá?

—¿Que hace ella acá?

—¿Quieren comer pizza o sushi?

—Pizza

—Sushi

Miro a mi hija, le regaló una sonrisa

—Bien, de aquí a que se reconcilien

—¡Abreme la puerta!

—Perdoname Nati pero debía de hacerlo o nunca hablarían las cosas

•Siguiente capitulo el epílogo, y el inicio de una nueva historia

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