Me miraba a mi misma, tal vez papá tenía razón había cambiado demasiado. Pero solo sentía un dolor interior, un dolor que era inexplicable. Mi mirada había dejado de ser la misma, ya no tenía ese brillo de antes ese brillo que me costó tanto recuperar.
Mi abuela siempre me dijo que era única y si me consideraban rara era por ser diferente al resto. Que no permitiera que nadie apagara mi brillo.
Apoye mi mentón en la rodilla mirando el hermoso amanecer a través de mi ventana.
Mi mejilla aún ardía, era un completo desastre en estos momentos. Mi rostro hinchado, ojeras bajo mis ojos.
Tenía puesta la chaqueta de Asher, su aroma estaba impregnado y me hacía pensar en el. Tacho mis ojos, estiró mi cuerpo para recostar mi mejilla en la almohada
-Pronto dejara de doler
Era mentira
Sentía que cada vez más mi vida era de mal a peor, la única parte buena de ella era Natalie y Asher.
Ellos eran lo único que mi padre no me podía arrebatar de mi vida
Las pesadillas habían regresado, el dolor en el pecho también pero ahora no tenía a quien pedirle ayuda. La idea de conversarlo a Asher o Natalie tenía miedo, de que pensaran que estoy loca y era lo que menos quería.
Camino hacia la cama recostandome debajo de las sábanas, la alarma del reloj sono. No quería ir al instituto no tenía ganas, no quería ir y que me preguntaran que me pasó. No tenía maquillaje para cubrirme la hinchazón de mi mejilla.
Leves golpes se presentan en la puerta de la habitación
-Astrid
Cierro mis ojos, acaricié el pelaje de mi peluche de oso rosa
-Astrid debes ir al instituto, despiértate
Aprieto mis labios, negando con la cabeza
-No iré
-¿Por qué no?
-No quiero ir
-No es lo que tú quieres, ahora levántate
-Mam...
-Pero mamá nada, ahora levántate
Suspiro poniéndome de pie, trago saliva
ღ
Aguanto las lágrimas abriendo la taquilla, mis mejillas aún ardían. No quería que me vieran en este estado, no quería responder sus preguntas de ¿Estás bien?.
¿En qué momento mi vida pasó a ser de a arcoiris a gris?
Juliet había solucionado las cosas con Natalie, tenían un año de milenios por lo que comprendia que siempre pasarán tiempo juntas. Yo había llegado después a su vida.
-Sirenita
Todos menos el
-¿No vas a dejar que vea tu hermoso rostro?
Me quedo en silencio
-¿Estás enojada conmigo? ¿Hice algo que te molesto?
-No has hecho nada que me molesto
-¿Entonces que paso?
-No tiene que ver contigo, solo no quiero que me veas
-¿Porqué?
-Por que estoy horrible en estos momentos, y no quiero que me veas hecha un desastre y de esta manera tan débil
Me toma de la cintura y me hace darme vuelta, me quejo cuando toca mi mejilla