Apenas la puerta se abre, Abbie se encuentra corriendo hacia mi. Sonrió agachándome a la altura de mi hija, beso su mejilla.
—Hola mi amor
—Mami —rie risueñamente, acomodo su gorro de lana—
—¿Cómo te portaste hoy?
Levanta su dedo pulgar — bien mami
—¿Muy bien mi amor? —ella asiente con la cabeza felizmente —
Le sonrió a Rose quien es la encargada de ver el caso de mi hija— Hola señorita Davis
—Dime Astrid por favor, no me gusta que me digan señorita
—Bien, Astrid ¿Que se supone que vas a hacer con Abbie?
—La llevare a un parque de diversiones, luego a un restaurante para comer. ¿Verdad mi amor?
—¡Si mami! —su risa de bebé acaricia mis oidos—
—Se está acostumbrando a ti, ¿Que sucede si no puedes qued...
—Soy su mamá biológica, tengo testigos de como me mintieron en mi cara diciendo que mi hija había fallecido cuando no fue así. Tengo pruebas de que no la abandone, tengo muchas pruebas. Ahora sí me disculpa señorita Rose, iré con mi hija
El pequeño cuerpo de mi hija cae perfectamente en el asiento de bebé que compre para el auto que me prestó Natalie. Mira con curiosidad su alrededor
—¿Que paso mi amor?
—Mamii, ¿Voy a tu casa?
—Otro dia mami vendrá a buscarte, ¿Sabés? Mi mejor amiga Nati quiere conocerte
—¿Conocerme?
—Si, mi amor es tu tía
—Yo nunca tuve una tia
Sonrió —Ahora tendrás una tia y muy pronto una casa
—¿Una casa?
—Si mi amor una casa
Ella hace una trompita con sus labios, sonrió maravillada con mi hija que en el camino me va contando varias cosas por ejemplo que una niña hoy se cayó, que hizo algunos amigos.
Al estacionarme mi celular comenzó a sonar, era una llamada entrante de Asher mi pequeña hija estaba moviendo su pequeño cuerpo al ritmo de la canción banana chacha de momoland un grupo coreano.
Llevaba puesto un pantalón rojo, una camiseta manga larga con estampado de corazón un abrigo rosa. Su gorro de lana color rosa pastel, sonreí bajando del auto
—¿Te gustó la canción?
—Si mami, es muy bonita
—Seguro al lugar que iremos te encantara —rio cuando apreté sus mejillas suavemente —
—¡Mami!
—¿Que paso mi amor?
Retiro el cinturón para cargarla, sus pequeños brazos rodean mi cuello.
—Eres preciosa
Rie nuevamente, su cabello ondulado rojizo se mueve. Sonrió deslizando mi mano por su regordeta mejilla
—Mami —la miro— ¿Eres mi mami? Ya no quiero pasar frío en la noche y estar triste
—Ya no pasarás frío y no estarás triste, ahora mami está contigo y no te dejará —beso su mejilla—
—Gracias mami
—¿Por qué?
—Por no dejarme sola