Nunca Digas Adiós

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— Jai, lo siento — Tashigui le sonrió de forma amable al hombre frente a ella — no estoy lista aún, estoy siendo una mujer que únicamente siente prioridad por ella ahora mismo... y por ahora, estoy contenta con esta única relación que he podido forjar y...

— no tienes que decir nada más Tashigui — el compañero nuevo que llevaba conociendo 2 años la miró con gran cariño y afecto — solo quiero que sepas, que te estaré esperando ¿de acuerdo?

Tashigui le sonrió con añoranza y por primera vez en mucho tiempo sintió a su corazón dar un vuelco — ¿puedo... — alzó los brazos y con duda quiso acercarse.

Jai no la dejó terminar y la abrazó de inmediato — te quiero...

Ella suspiró sintiendo calidez en todo su ser, iba a responderle pero el timbre los interrumpió.

— debe ser Zoro — dijo Tashigui al separarse.

— es verdad — Jai la acompañó a la puerta — hoy iba a venir a despedirse.

La policía abrió la puerta y vio ahí a su ex marido, había pasado un tiempo desde la última vez que se habían visto, ella se hizo a un lado y lo invitó a pasar.

— disculpen. Lo siento, yo... — Zoro comenzó a disculparse en cuanto vio a Jai junto a la peli azul — suspiró incómodo — solo vine a despedirme...

— como estás Zoro — Jai le sonrió tranquilo y luego se dirigió a la mujer — Tashigui, prepárate de una vez por favor o llegaremos tarde, te espero afuera — volvió a girarse hacia Zoro y esta vez le tendió la mano y la estrechó — y mucha suerte con tu trabajo en Japón

El peliverde le sonrió — gracias

En cuanto ambos se quedaron solos, Tashigui lo miró, dándole su completa atención — no has cambiado nada — el espadachín negó con la cabeza.

— yo creo que ambos cambiamos Tashigui, Jai es... es un hombre increíble

— lo es... — la mujer sonrió con dulzura y Zoro se sintió agradecido de que hubiera alguien que si supiera apreciar a su ex esposa — ¿a qué hora sale tu tren?

El peliverde le había contado de sus planes, primero saldría a una ciudad vecina y luego tomaría un avión que lo llevaría directo a su nueva vida, una muy lejos de ahí. Ninguno de sus amigos lo sabía, a excepción claro de ella, de Perona y Mikhawk — en dos horas

Ella asintió y le quitó una pelusa del hombro — ¿y podrás llegar? — ambos rieron y sintieron que la tensión disminuyó un poco más por la broma. Aunque después de eso se quedaron en silencio unos segundos, pues ya no tenían más que decirse después del divorcio.

Zoro volvió a suspirar y se peinó el cabello con los dedos — Tashigui — la llamó y ella volvió a observarlo — he perdido el derecho de pedirte perdón... pero no quiero perder el derecho de bendecirte — ella alzó una ceja en respuesta — tú eres mi familia Tashigui... siempre lo has sido y siempre lo serás, yo... no tengo a nadie más que a ti...

La policía le acarició el rostro con una mano y le sonrió como una hermana — acompáñame — ella caminó hasta un mueble y del cajón inferior sacó un cuadro, lo abrazó y luego se lo entregó a Zoro — cuando te fuiste no te llevaste ninguna foto suya y... — vio como Zoro abrazó de inmediato el cuadro, con muchísimo amor — yo nunca te di una, llévatela por favor

— Kuina... — el peliverde sollozó un poco.

— donde quiera que ella esté Zoro... está con nosotros — volvió a acariciarle el rostro a quien alguna vez llamó esposo — está contigo.

AMANTES ( ZoSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora