Epílogo

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Zoro llevaba dos cajas directo a la sala ­— cejillas ¿esta es a nuestra habitación? — las dejó encima del sofá un momento, pues eran muy pesadas ¿Qué diablos llevaba Sanji allí?.

— ¿eh? — el rubio giró a verlo — creo que esas son de...

— ¡esas a mi habitación papá! — una niña de cabellos negros lo llamó, ella también llevaba unas cajas, aunque no eran ni la mitad de grandes como las que llevaba él — y mejor sígueme o te podrías perder

— ¿sabes que ahora tengo la potestad para poder castigarte como y hasta cuando se me dé la gana?

— pero papá Sanji me cuidará — la niña se dio la vuelta y subió hacia arriba mientras reía.

Zoro volvió a tomar las cajas — vuelve aquí mocosa

Ambos fueron hacia arriba mientras el rubio los observaba, se giró y volvió a acomodar las cosas en su nueva cocina.

El proceso para tener por fin a Aurora a su lado había sido difícil, muy, muy difícil, pero todo por lo que habían tenido que pasar había valido completamente la pena.

Ya serían tres años junto a Zoro, aprendiendo a vivir juntos, soportándose, discutiendo, a veces reviviendo dolores, pero sobre todo amándose, amándose cada día más. Todo era perfecto, él había abierto un restaurante exitoso ahí y Zoro subía cada vez más de nivel en su trabajo y pasión, y cuando le preguntaron a Aurora sobre iniciar una nueva vida a su lado, bastó el sí entusiasmado que ella les dio para luchar por tenerla con ellos, por supuesto que se entristeció por dejar a sus amigos en su ciudad, pero ahora era más feliz que nunca con ellos y eso que solo habían pasado unas semanas desde que empezaron a vivir los tres.

Por ahora, tenían que terminar de acomodar todo prontamente, pues sus amigos llegarían al día siguiente de muy lejos a felicitar a Aurora por su 13° cumpleaños, y por supuesto por ser el primer cumpleaños que pasaría con ellos, como una familia. Todavía no podía creer el idilio que estaban viviendo, ya eran 3 años viviendo junto a Zoro en Japón y apenas unas semanas de la unión de esa pequeña niña que se parecía tanto a ellos, se lo repetía una y otra vez para aceptar que de verdad estaba pasando, además claro de la felicidad extra que le dio su abuelo hacía unos días, cuando le dijo que se mudaría allí a vivir, pues quería sentir más cerca a su adorada berenjena, aunque por más que Sanji le rogó para que se quedara con ellos, diciéndole de todo, él no quiso, le dijo que necesitaba espacio para sus aventuras.

— ¿en que piensas? — los fuertes brazos de Zoro lo rodearon de la cintura, sintió su cabeza apoyarse en su hombro.

— déjame simio verde — Sanji trató de zafarse pero eso hizo que el moreno intensificara su agarre — ay tú...

— dime... 

— en el viejo — suspiró mientras hacía su cuello a un lado.

Zoro empezó a darle besos — pero tratamos de convencerlo de todas las formas, no te martirices

— ¿Quién dijo que lo hago?

— te conozco — subió sus manos hasta tocarle los pechos — pasó lo mismo cuando te enteraste que Tashigui se casaría y no sabías si enviarle flores o no... y no me quisiste acompañar a la boda

— Aurora nos puede ver idiota — refunfuñó, pero no hizo nada por apartarlo — además no es lo mis...

— shh... no dije que lo fuera — Sanji movió más su cabeza, haciendo todavía más visible su cuello, dándole más espacio mientras al mismo tiempo refunfuñaba cosas sobre Aurora y su padre — que tal si en la noche te doy un masaje, para que te relajes... ¿mmm?

— pap... — la pequeña mujercita entró en la cocina y los miró confundida — ¿Qué están haciendo?

Zoro la miró desde el suelo y luego observó a Sanji, exigiéndole con la mirada que sea él quien explicara porque estaba en el suelo.

— es que... es que el marimo se cayó mientras me ayudaba a acomodar las... las cosas

Aurora sonrió y pensó en que tan niña creían que era como para no darse cuenta de lo que pasaba y que por supuesto, entró a propósito — bueno, creo que ya no quedan cajas en el garaje y yo venía a decirte papá Sanji que ya escogí el pastel que quiero

Zoro se levantó y salió de la cocina, acariciándole la cabeza mientras se cruzaba con ella — estaré subiendo lo que queda

— eso es bueno princesa... pero ¿si que te demoraste no?

— es que habían muchos modelos preciosos y sé que tú los puedes hacer todos... no podía decidirme, mira es este

El cocinero estiró su cabeza hasta el celular de la niña, lo vio y sonrió — es muy bonito hija, lo tendré para mañana

— ¿puedo ayudarte?

Sanji sonrió y le acarició la cabeza — no, es tu pastel... ni siquiera debiste haberlo visto

— ¡papá!

Zoro los veía desde la sala, sintiendo nuevamente ese calorcito en su corazón.

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— ay, estoy muerto — Zoro se quitó los zapatos y la camisa, enseguida tomó su lugar al lado de Sanji — ¿puedes apagar esa luz?

— dame 5 minutos — el rubio leía una revista de cocina — antes eras más resistente ¿Qué pasó? — sonrió.

— no fuiste tú el que subía y bajaba cosas

— pero si las acomodé — dejó el libro y apagó su lámpara — Aurora también trabajó marimo — el moreno lo miró cansadamente — bueno, está bien, vele el lado bueno, todo está listo para recibir a los chicos mañana — Zoro asintió con la cabeza y abrazó a su cocinero de la cintura cerrando los ojos dispuesto a dormir, Sanji observó los anillos que ambos compartían y suspiró enamorado, amado y amando — ¿Zoro?

— ¿mmm?

— te amo

El espadachín subió la cabeza y buscó con la mirada el rostro de Sanji, no podía verlo por la oscuridad pero si pudo sentir su sonrisa cuando lo besó — ¿quieres tus masajes?

— ¿no estabas muy cansado? 

— se me quitó — dijo coqueto.

— en ese caso — Sanji le mordió el oído y le susurró con lascivia — quiero algo más que masajes

El peliverde se posó con fuerza sobre él y la luz de la luna lo ayudó a ver ese rostro que tanto amaba — que bueno que la habitación está insonorizada — Sanji rio con fuerza y le dijo que antes le pusiera seguro a la puerta — también te amo

Ambos se fundieron en un beso apasionado, amoroso y lleno de felicidad. Pensando que pese a todo lo que sufrieron y lo que hicieron sufrir, eran felices, tan felices. Le debían una a esta vida.


FIN

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Y con esto termino por completo esta obra, espero les haya gustado y les haya sacado más de una sonrisa.

MUCHAS GRACIAS POR LEERME y no olviden pasar por mis demás obras.

A propósito, esta historia es una de las muchas que tengo preparada para un "multiverso de ambos". Seguiré sacando historias ZoSan y en un futuro mostraré la conexión. DE NUEVO MIL GRACIAS por leerme, están cordialmente invitados a seguirme leyendo.



AMANTES ( ZoSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora