"Conexiones del Corazón"

capitulo 5

Twilight salió del salón de arte apresuradamente mientras las arcoíris intentaron detenerla, pero querían darle su espacio. Twilight trataba de mantener la compostura, pero su corazón latía con fuerza y ​​su mente estaba en caos. Había sido demasiado. Demasiado de golpe. La noticia de que la magia había desaparecido poco a poco durante los últimos cinco años, sumada a la revelación de que Flash y Sunset ahora estaban juntos, la dejó abrumada. Se sintió atrapada en una tormenta de emociones que no sabía cómo manejarla.

El aire fresco la golpeó cuando finalmente salió al exterior, y respiró profundamente, intentando calmar el remolino de pensamientos en su cabeza. No podía evitar sentirse... desplazada. Cinco años habían pasado, y todo había cambiado. Ella ya no encajaba de la misma manera en este mundo que una vez había sido tan familiar, deseaba que Spike estuviera ahí con ella, necesitaba a su consejero real a su lado. Caminó, sin rumbo, sus pasos nerviosos, hasta que, sin darse cuenta, chocó con alguien.

"¡Oh! Perdón..." Murmuró, alzando la vista lentamente, sintiendo su cuerpo tensarse.

El chico frente a ella la miraba con confusión, pero con una ligera sonrisa, como si estuviera a punto de hacer una broma sobre lo torpe que era. Destello. El corazón de Crepúsculo dio un vuelco, era el, pero había algo extraño en la manera en que la observaba, como si no la reconociera del todo. Él la miró detenidamente, su rostro lleno de sorpresa y confusión.

—Twilight lo siento... —comenzó a decir, pero su voz estaba teñida de desconcierto. "Pensé que te habías ido de intercambio la semana pasada..." Su mirada bajó y se posó en el suelo, donde su corona, la que llevaba de Equestria, había caído durante el choque. Fue entonces que sus ojos se abrieron con asombro.

Flash se inclinó, recogiendo la corona lentamente, y cuando sus dedos rozaron la mano de Twilight para ayudarla a levantarse, lo sintió. Algo indescriptible, algo que no había sentido en años. Ella no era la Crepúsculo de este mundo. Ella era su Crepúsculo, la que había conocido, la que había amado hace muchos años.

"No puede ser..." susurró, apenas creyendo lo que veía. Durante años le habían dicho que ella nunca volvería, que la Crepúsculo de Equestria no tenía razón para regresar. Y él, en algún punto, se había resignado a creerlo. Pero ahí estaba, frente a él, más real de lo que había imaginado.

Twilight se apartó ligeramente cuando sus ojos se encontraron. Podía ver el asombro en los ojos de Flash, el reconocimiento, pero también algo más. Un anhelo que ella compartía, aunque no quería reconocerlo. Se sintió atrapada entre lo que quería y lo que sabía que debía hacer. Él estaba con Sunset ahora. Había pasado tanto tiempo, y aunque sus corazones parecían latir al unísono en ese momento, Twilight sabía que no podía dejarse llevar por esos sentimientos.

"Flash..." dijo en voz baja, tratando de no dejar que su voz temblara "Yo... no debería estar aquí".

Flash dio un paso hacia ella, como si no pudiera evitar acercarse. Sus ojos buscaban una explicación, algo que lo ayudara a comprender lo que estaba pasando, era ella no había duda, no era un sueño más.

"¿Por qué no me dijeron que habías vuelto?", preguntó, en un susurro lleno de emociones encontradas. "Me dijeron que nunca más volverías, que tú..." Se detuvo, incapaz de continuar la frase. Verla frente a él, después de todo ese tiempo, despertaba sentimientos que pensaba haber enterrado.

Twilight apartó la mirada, incómoda con la intensidad de su mirada. Sabía lo que estaba pensando, lo que estaba sintiendo, y también sabía que no podía darle espacio para esas emociones. No ahora, no cuando él estaba con Sunset.

"Flash también me da gusto verte", dijo, dando un paso hacia atrás. "Me enteré de que tú y Sunset están juntos ahora, y yo..." Su voz se quebró ligeramente, pero rápidamente se recuperó "en serio les deseo lo mejor a ambos" Se aclaró la garganta sin poder alzar la vista a sus ojos "Sunset me llamo porque algo raro ha estado pasando y necesita mi ayuda, yo...solo vine a ayudar."

Flash la miró fijamente, luchando con las emociones que lo invadían. Quería abrazarla, decirle todo lo que había sentido durante esos cinco largos años. Quería explicarle cómo había intentado seguir adelante, pero que una parte de él siempre la había esperado, en silencio. Sin embargo, sabía que no podía. No cuando estaba con Sunset. Sería egoísta de su parte, y por mucho que quisiera estar cerca de Twilight, sabía que debía mantener la distancia.

"Lo siento..." murmuró, finalmente bajando la cabeza, la frustración y el dolor claros en su rostro. "No quería que te sintieras incómodas. Solo... es que no puedo creer que estés aquí." Se apartó, sintiendo el nudo en su estómago crecer.

Twilight ascendió, comprendiendo su lucha interna, aunque eso no hacía que doliera menos. También se sintió horrible. Verlo de nuevo, tan cerca y tan distante al mismo tiempo, era un dolor que no había anticipado. Había venido a ayudar a sus amigas, pero ahora estaba atrapada en una maraña emocional de la que no sabía cómo salir.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, mirándose, como si en sus miradas pudieran decirse todo lo que no se atrevían a expresar en palabras. Y luego, sin decir nada más, se alejaron. Flash, por un lado, luchando con el torbellino de emociones que lo consumía, y Twilight, por el otro, sintiendo cómo el peso de la distancia que había tratado de mantener se hacía cada vez más insoportable.

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Después de casi una hora de caminar sin rumbo, Twilight finalmente decidió regresar al salón de música. Sentía que había pasado demasiado tiempo fuera, y aunque su mente seguía enredada en una maraña de emociones, sabía que no podía seguir impidiendo a sus amigas. Apenas cruzó la puerta, todas corrieron hacia ella, abrazándola y regañándola al mismo tiempo.

"¡Twilight! ¡Nos teníamos preocupadas!", exclamó Rainbow Dash, su rostro mezclando alivio con reproche.

"¿Estás bien, querida? No deberías haberte ido así..." añadió Rarity con un toque de preocupación en su voz.

"¡Eso fue muy irresponsable, Twilight!", dijo Applejack, aunque su tono era más suave de lo normal.

Twilight levantó las manos, intentando calmar el aluvión de preocupaciones.

"Lo siento, chicas, de verdad... No debí irme de esa manera." Dijo, con un tono de voz que reflejaba su arrepentimiento.

Pero, antes de que pudiera decir más, algo captó su atención desde el fondo del salón. Ahí, sentado junto a Sunset, estaba Flash. Sus ojos se encontraron de inmediato, y Twilight notó la mirada de alivio en su rostro, como si él también hubiera estado preocupado. Se detuvo por un segundo, observándolo. Se ve diferente. Su cabello estaba más corto, y su ropa reflejaba una madurez que no había visto antes. Sin embargo, había algo en su expresión, de la manera que la miraba, que seguía siendo el mismo Flash que recordaba.

Estaba perdida en sus pensamientos, cuando la voz de Sunset la trajo de vuelta a la realidad.

"Twilight, déjame presentarte nuevamente a Flash..." dijo Sunset, con una sonrisa algo forzada, señalando hacia él.

Flash abrió la boca, a punto de decir que ya se había visto antes, pero antes de que pudiera hablar, Twilight lo interrumpió con una sonrisa ligera, dispuesta a dejar pasar lo que había ocurrido antes.

"¡Hola, Flash!", saludó como si nada hubiera pasado hacía apenas un rato. "Es un gusto verte otra vez."

El ambiente se tensó por un breve momento, pero Twilight mantuvo su sonrisa firme, decidida a actuar como si todo estuviera en orden. Aunque por dentro su corazón seguía doliendo, se forzó a mantener las cosas ligeras. Flash, un poco desconcertado, sonaba de vuelta, aunque sus ojos seguían reflejando las emociones que Twilight intentaba ignorar.

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