Twilight salió de la enfermería con cuidado, apoyándose ligeramente en la pared. Caminar con ambas piernas le costaba esfuerzo, y ahora, con una lastimada, le costaba el doble. Aun así, no quería quedarse más tiempo encerrada; Necesitaba claridad. Mientras avanzaba lentamente por los pasillos, el bullicio estudiantil le traía recuerdos de la primera vez que había puesto un pie en esa escuela.
Sonrió débilmente al recordar cómo había terminado rodando por el suelo, aplastada por los estudiantes. Pasó junto a un casillero que reconoció al instante, el mismo donde, hace tantos años, chocó el equilibrio. Fue ahí donde conoció a Flash Sentry. ¿Quién iba a pensar, que aquella misión para recuperar mi corona no resultaría en una simple misión? Flash había sido su primer contacto amistoso en este mundo, y aunque las cosas entre ellos habían cambiado, los recuerdos seguían latentes.
Siguió caminando, llegando a la cafetería. La escena era completamente distinta a la de su primer día. Ya no había grupos divididos, ni rivalidades marcadas. Los estudiantes se mezclaban y convivían como amigos, bromeando y riendo, sin las tensiones de antes. Twilight sintió una punzada de orgullo y felicidad al ver cómo ese cambio, que alguna vez había ayudado a inspirar, aún perduraba. Era la prueba de que su tiempo allí había dejado una huella positiva, aunque su vida ahora estaba marcada por dilemas más complejos.
Sumida en sus pensamientos, de repente una mano firme la tocó por detrás, sacándola de sus recuerdos. "¡Twilight! ¿Qué haces aquí parada?", dijo Applejack con su característico tono amigable y despreocupado. "Qué bueno que estás bien, ¡vente a la mesa conmigo!"
Crepúsculo vaciló. Aunque la invitación de Applejack era genuina, tenía miedo de que Sunset estuviera ahí. No quería causarle más incomodidad a nadie, especialmente a ella. "No quiero molestar, Applejack, de verdad...", intentó decir, pero Applejack la interrumpió con una sonrisa tranquila.
"¡Bah! No molestas para nada, Twi. Solo estamos yo y mi familia. Las demás chicas están ocupadas con los clubes en los que se metieron. Sunset ni está aquí. Anda, no te quedes sola", dijo mientras le entregaba una bandeja con comida.
Antes de que Twilight pudiera protestar, Applejack le hizo una señal a su abuela en la cocina de la cafetería. En un santiamén, Crepúsculo tenía un plato lleno frente a ella. Abuela Smith le sonrió con cariño y le dijo: "Come, cariño, te hace falta reponer fuerzas". Sin darle tiempo a objetar, Applejack la jaló del brazo y la llevó a su mesa, donde ya estaba sentado Big Mac.
El ambiente era acogedor. Applejack comenzó a hablar de la última cosecha en la granja y cómo Big Mac había tenido que arreglar el tractor. Era una conversación sencilla, pero agradable, y poco a poco, Twilight comenzó a relajarse, sintiéndose más cómoda. A pesar de todo lo que estaba ocurriendo en su interior, esa calidez familiar le trajo algo de paz.
Apple Bloom, Sweetie Belle y Scootaloo acababan de llegar y, al ver a Twilight, se acercaron emocionadas, con las preguntas fluyendo sin freno.
"¡Princesa Twilight! ¿Cómo es ser una princesa? ¿Tienes muchas coronas? ¿Cuántos vestidos tienes? ¿Conoces príncipes? ¿Tienes joyas? ¿Bailes reales?", preguntaron las tres, hablando tan rápido que a Twilight le costaba seguirles el ritmo.
Twilight trató de contestar lo mejor que pudo, pero las chicas no paraban de hablar. Applejack, con una sonrisa mezcla de paciencia y advertencia, les dijo: "¡Chicas, dejen de molestar a Twilight! Está recién saliendo de la enfermería".
Pero Twilight levantó una mano, con una sonrisa comprensiva. "No pasa nada, Applejack. Puedo responder todas sus preguntas, solo... ¿podrían ir más despacio? Es que hablan muy rápido".
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"Conexiones del Corazón"
RomanceEl amor, al final del día, no sigue las reglas que uno espera. No es algo que se pueda planear o controlar, porque el corazón tiene su propio lenguaje, una forma de encontrar conexiones que a veces desafían la lógica. No se elige a quién amar. El co...