El amor es amor (JoongDunk)

🌻Dunk🌻

¿Soy yo o Joong me está coqueteando? Y esos "bebé" me están volviendo loco. Si es así, no quiero dejar escapar la oportunidad de mostrarle que puede ir más allá... no sé si soy capaz de coquetear de vuelta, pero tengo que intentarlo.

- Joong, ¿puedo dormir abrazado a ti?

- ... emmm... sí, claro. Ven aquí.

Me arrastro hacia su lado de la cama y me coloco encima del brazo que me tiene levantado. Inmediatamente me atrapa y me acurruca en su costado. Con toda mi valentía, entrelazo una de mis piernas hasta terminar en la misma posición en la que desperté el otro día que dormimos juntos.

- Creo que esta es mi nueva postura favorita para dormir. Joong, hueles muy bien.

Se acerca a mi cabello y me huele.

- Tú también, bebé. Se me hace la boca agua.

- ¿Tanto que me comerías?

- Dunk... no sé si eres consciente o no, pero esa pregunta es jugar con fuego... yo me quemaría sin dudarlo, pero no estoy seguro de si tú...

- Si es contigo, quemarme suena muy bien.

Se queda callado y muy quieto. Cuando empiezo a preocuparme, me alza, dejándome en su pecho. Con el susto he soltado un ruidito y a él lo he escuchado gruñir.

Estamos pecho contra pecho, mi cabeza está pegada a la piel de su cuello, mientras noto que estamos completamente pegados en el resto del cuerpo.

- Dunk, ¿puedes mirarme?

- ...

- Por favor, bebé.

Lo hago y me encuentro a escasos centímetros de su rostro. Si saco mis labios, estoy seguro de que rozaría los suyos.

- ¿Puedo besarte?

- ...

- Palabras, Dunk, responde.

- S-sí.

Y adiós a la cordura. Joong se adueña de mis labios, de mi lengua y de cualquier pensamiento.

Primero noto cómo mordisquea muy suavemente mi labio inferior y, cuando lo deja libre, pasa su lengua por él. Por instinto, mi lengua sale en busca de la suya, y él aprovecha para adentrarse en mí. Noto cómo lame mi lengua y cómo la succiona. Todo es tan intenso que no puedo concentrarme lo suficiente como para notar que también tiene el control de mi cabeza; me tiene agarrado de la nuca y me guía para que el beso continúe salvaje.

No sé cuánto tiempo pasa, pero ahora Joong es el que está encima. A diferencia de mí, él no deja su peso en mi pecho, está ligeramente levantado mientras continúa devorándome. Cuando al fin me suelta la boca, pasa a lamerme el cuello y lo escucho susurrar.

- Dunk, párame, pídeme que pare.

¿Cómo le digo que es lo último que quiero?

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