El amor es amor (JoongDunk)

☀️Joong☀️

Estoy con Khao en el exterior de nuestro edificio. En menos de una hora tenemos una clase, la que compartimos con Dunk y Frist.

—... entonces lo besé, y te prometo que cada vez que nos besamos veo fuegos artificiales...

Está enamorado. Yo también, pero desgraciadamente para mí, el mío es un amor no correspondido. Dunk es tan dulce que a veces me confunde y creo que podría gustarle. Pero seamos objetivos, Dunk es demasiado perfecto para alguien como yo. Me conformo con estar a su lado con el título que él decida, incluso si quiere que sea como un hermano. Aceptaría cualquier papel que me permitiera quedarme a su lado.

—¿Me estás escuchando o sigues en Dunklandia?

—¿Eh? Perdona, Khao. Sí, sois perfectos el uno para el otro.

—Lo mismo digo.

—¿Otra vez con la misma historia? No le gusto de esa forma.

—¿Y cómo lo sabes si no se lo dices, cabezón?

—Porque no es necesario, y lo más probable es que si lo hago, lo pierda de mi vida.

—¡Joong! Sigo sin entender esa falta de autoestima cuando hablamos de Dunk. Por Dios, abre los ojos, mira a tu alrededor; no solo Dunk está interesado en ti.

—¡Hola chicos! ¿Eres Joong, verdad? Soy Nin, ¿te importaría darme tu contacto?

—¿!?!

Antes de poder contestar, noto que alguien tira de mi mano hacia atrás, y cuando miro, me encuentro con un Dunk furioso. Da realmente miedo; es la primera vez que le veo esta expresión.

—Dunk, ¿está todo bien?

—No. ¿Vas a entrar?

—Claro.

—Bien.

Me suelta y se adelanta solo. Desconcertado, le contesto por fin.

—Lo siento, ¿Nin? No estoy interesado. Si me disculpas, tengo clase...

Salgo detrás de Dunk. Khao se ha quedado atrás, pero la verdad, eso no me importa ahora mismo.

—Dunk...

Tomo el asiento a su lado derecho y me giro para ver su perfil. Sigue muy serio, parece un poco menos enfadado, pero aún da un poco de miedo.

—¿Seguro que no te pasa nada? Déjame ayudarte.

—...

—¿Dunk?

—Está todo bien, Joong, estoy bien.

—Vale, pero si necesitas algo, aquí me tienes, ¿sí? No voy a ninguna parte.

En el momento en que digo eso, veo cómo sus hombros caen.

—Mmm...

—Dunk, he comprado los caramelos que te gustaron, ¿quieres uno?

Me mira de reojo, pestañea y veo cómo acerca una mano con la palma hacia arriba.

¿Puedo llevármelo a casa solo para mí? Es tan adorable, como un gatito enfadado al que le das un premio y luego te pide caricias...

—Toma. Si quieres otro, me lo pides.

—Mmmm.

Empiezan a entrar compañeros. El último en entrar es el profesor, y nuestra atención cambia a él. En medio de la clase, noto que alguien tira de mi camiseta. Es Dunk. Una vez tiene mi atención, me muestra de nuevo la palma, esperando el caramelo. ¿Puede ser más adorable? Se lo entrego y, una vez lo tiene en la boca, poco a poco aparece su sonrisa.

—Bien chicos, la siguiente tarea la trabajarán en parejas...

—Dunk, ¿quieres ser mi pareja?

Me mira con los ojos muy abiertos, y poco a poco veo cómo se va sonrojando. No entiendo el motivo, pero está tan atractivo con ese rubor que no me importa mucho.

—¿Tu pareja?

—Sí, podemos hacer la tarea juntos, ¿te parece bien?

—¿Aah? ¡Ah! Sí, claro, la tarea. Vale.

Genial, esto significa más tiempo con él.

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