☀️Joong☀️

16 3 0
                                    

Acabamos de terminar la tarea en mi estudio, o al menos la parte que habíamos planeado hacer hoy. Aún nos queda tiempo de sobra, y trabajar con Dunk es tan fácil. Es un genio.

– Joong, ya no puedo más, y me muero de hambre. ¿Lo dejamos por hoy?

– Sí, sí. Vamos, prepararé la cena para los dos.

– ¿Eh? No, Joong, ya cenaré algo en casa. Si ceno aquí, se hará muy tarde.

– Entonces quédate a dormir, y solucionamos el problema.

Se queda mirándome sin responder, probablemente evaluando pros y contras... No le daré tiempo para pensarlo más.

– Vamos.

Lo agarro de la mano y lo llevo hasta la cocina. Una vez allí, me doy la vuelta, lo tomo de la cintura y lo subo al mármol para que me acompañe mientras cocino, pero sentado.

– Jo... debería avisar que no vuelvo a casa...

– Claro, espera, te acerco tu móvil.

Voy a la entrada, donde está su bolso, agarro su móvil, vuelvo y se lo entrego.

– Gra-gracias.

– No hay de qué.

Mientras cocino, lo veo trastear con el móvil. ¿Así que no es de los que llama a sus padres?

– ¿No sería mejor llamarlos?

– ¿Qué?

– A tus padres. ¿No es mejor llamarlos para que se queden tranquilos? Un mensaje lo puede escribir cualquiera.

– Nunca lo había pensado...

Lo veo cambiar de idea y llamar a su madre. Sí, mucho mejor así, bebé.

– Mamá, estoy con Joong. ¿Recuerdas que te hablé de él?

¿Has hablado de mí con tus padres?

– Sí, sí, claro. Joong, perdona, ¿puedes ponerte un segundo? Es mi madre, solo para que te salude.

– Claro que sí. ¡Hola, mamá de Dunk! Soy Joong, estoy preparando la cena para los dos ahora mismo. Acabamos de terminar la tarea, y no me parece conveniente que se marche ahora, tan tarde y sin cenar... ¿verdad? ... Puede estar tranquila. Sí, gracias, mamá. Que pase una buena noche.

Le devuelvo el móvil y sigo cocinando mientras escucho cómo se despiden.

– Se te dan bien los padres.

– ¿Sí?

– Sí. ¿Qué estás cocinando?

– Algo sencillo, un poco de arroz chino salteado. Si no te gusta, también tengo ramen instantáneo...

– No, me va bien tu menú, chef.

– Jajaja... Me alegra.

Apago el fuego y me acerco a él. Los cuencos están en la estantería justo encima de él, así que me apoyo en uno de sus costados, y mientras lo miro, me alzo para coger un par.

Dunk pasa de blanco porcelana a rosa bebé, y una de sus manos se apoya delicadamente en mi hombro.

– ¿Tienes hambre?

– Mmmm.

– Bien, déjame servir y comemos.

Mira la mano donde sostengo los cuencos y de inmediato retira la suya.

Dunk, no quiero malinterpretarte, pero tus actos...

– Listo. ¿Vamos a comer, príncipe?

– Mmmm.

Una vez terminamos de cenar, recogemos y nos preparamos para dormir. Le propongo que compartamos la cama, ya que es enorme y dormiremos como bebés. De nuevo lo veo ponerse de ese color rosado que empieza a ser mi favorito en el mundo.

Entre susurros, acabamos por quedarnos dormidos, y en mitad de la noche noto que algo se aferra a mí. Es Dunk. Huele tan bien, y es tan suave... Ojalá pudiera dormir todas las noches de mi vida con él abrazado a mí.

Lo acomodo en mi hombro, le beso la frente y me dispongo a dormir cuando su pierna se cuela entre las mías.

Intento no pensar mucho en ello, pero mi imaginación está volando.

Dunk, eres un peligro.

☀️🌻
—————————————————-
Vota y comenta 🫂

El amor es amor (JoongDunk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora