Feel love - Buddie

Capítulo 10: Silencios Que Gritan

Maddie, Athena y el médico llegaron a la oficina de este último donde  invitó a las dos mujeres a centrarse en el escritorio, para luego centrarse él en frente. Desde que había salido de la habitación de Buck tenia una expresión seria, lo que tenia muy preocupada a Maddie, que tenía una intuición de mala noticias.

-Señorita Buckley, le pedí hablar con usted, porque hemos descubierto algunas cosas preocupantes con respecto a la salud de su hermano - Comenzó el médico con tono grave - Evan no solo está físicamente herido

-¿A que se refiere?- Preguntó preocupada Maddie.

- Cuando ingresó en emergencias, sus heridas fue lo primero que atendimos- Continuó explicando el médico- Pero luego de salir del peligro nos dimos cuenta que su cuerpo presentaba signos de una deficiencia alimenticia, además creemos que no ha estado descansando adecuadamente. Decidimos realizarle algunos estudios para tener más conocimiento sobre el panorama

Maddie parece cada vez más conmocionada por las declaraciones del médico, sus ojos brillan y apretó con fuerza la mano que Athena le ha ofrecido a modo de consuelo. Aunque las emociones de la oficial no están muy lejos de las de Maddie.

-Por favor díganos a qué nos estamos enfrentando doctor - Fue Athena la que reunió las fuerzas para hablar.

-El deterioro de Evan es más grave de lo que pensamos. La fatiga crónica y la desnutrición, han desencadenado un cuadro de anemia, lo que nos indica meses de descuido personal- Informa el médico con cautela - El cuadro de estrés que presentó en la habitación ciertamente no ayuda al diagnóstico ya establecido

Maddie miró al médico, cada vez más angustiada. Athena seguía sujetándome la mano con fuerza, su propia expresión tensa, pero manteniéndose firme.

- Estaba cerca de tener un ataque de pánico, por lo que tuvimos que administrarle un sedante para que no se hiciera daño, su cuerpo se desvaneció de inmediato... - Continuó el médico, mirando a ambas mujeres con seriedad - El efecto fue más rápido de lo que esperábamos, lo cual no suele ocurrir comúnmente. Pero esta reacción no es de extrañarnos, ya que francamente estamos sorprendidos de que haya despertado tan pronto en primer lugar. Creemos que únicamente despertó por el estado de alerta en el que parece haber estado viviendo, y el sedante fue el inhibidor perfecto para su mente. Ahora que su mente dejó de trabajar le dará a su cuerpo el tiempo para recuperarse, no solo de la cirugía, sino de todo lo que viene atravesando...

-¿Qué quiere decir con eso?- Preguntó Maddie, su voz temblando -¿Usted cree que el... que el no...?

-No queremos apresurarnos a nada señorita Buckley - La tranquilizó el médico con una sonrisa amena - Pero debido a su estado físico y mental, no podemos prever con certeza cuánto tiempo tardará en despertar esta vez. Su cuerpo está luchando para recuperarse, y el agotamiento extremo en el que se encontraba antes del incidente no juega a su favor -Concluyó el médico, con tono serio pero empático - No podemos decir con certeza cuándo se despertará, pero estamos seguros que lo hará

El mundo de Maddie se derrumbaba aún más. Las palabras del médico resonaban como un eco. Fatiga crónica. Desnutrición. Ataques de pánico..., Buck no había tenido uno desde la adolescencia, incluso con las situaciones extremas que ha vivido como bombero nunca ha llegado a tanto. Su hermano menor había estado ocultando todo ese dolor, y ella no lo había visto venir. La preocupación se mezclaba con la culpa y la ira.

Luego de que el médico les informará cómo serían los cuidados de Buck en los próximos días, Maddie le agradeció por su disposición y amabilidad, antes de salir de la oficina hecha una furia. Se dirigió a la sala de espera, donde el equipo de la 118 esperaba ansioso. Sabía que la situación de Buck era grave, pero no podía contarles todo. No era su lugar hablar de la salud mental de su hermano, menor con las personas que para sus ojos eran los principales responsables del deterioro de Buck.