♣️10♣️

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Sonidos obscenos se escuchan, arcadas, ahogamientos. Pero nada de eso, impide a que un pelirizo siga moviendo su cabeza de arriba a abajo con rapidez por aquel pene que se halla brilloso por la saliva del Omega.

—Ah...—

Arrodillado en la cama, con sus nalgas bien alzadas, con dos dedos de la mayor dentro de él, TaeYang continúa haciéndolo una felación a la mujer que está sentada en la cama. Araña con su mano derecha el muslo de la mayor y con la izquierda se dispone a masturbarla mientras su boca se concentra en nada más estimular el glande del pene de ella.

Está sudoroso, su cuerpo muy caliente y su rostro y cuello, rojo en demasía. Comienza a temblar a la constancia de esos dedos moverse al punto en que termina sacando el glande de su boca para poder soltar un gemido que acompaña su precoz orgasmo.

—Mierda.— Lloriquea el Omega, quien lleva su mano a su cavidad anal

TaeYang fuerza su dedo medio a entrar junto a los dos que aún siguen dentro de él. Se encoge, pero termina gimiendo al sentirse un poco más abierto. No pasa que algunos segundos, en los cuales se dispone a jadear bajamente hasta que vuelve a tomar aquel órgano viril con sus labios.

Al sacar los dedos de ella del mojado interior del Omega, la Alfa oye un quejido de reproche. Sin embargo, Lee no tiene tiempo en dar a conocer su descontento con palabras, pues, en un segundo apenas, queda él acostado en la cama, con una pelvis cerca de su cara y un pene dentro de su boca.

Kim gruñe bajamente, sus rodillas bien acomodadas en el colchón, a cada lado del rostro del Omega mientras que las manos de ella, se ponen por encima de la cabeza del menor para poner soportar su propio peso. Lee TaeYang emprende a masturbar su pequeño pene, retorciendo sus piernas por el modo en que su boca está siendo follada.

Su vientre se mantiene contraído y sus ojos lagrimosos por el esfuerzo, da una fuerte arcada al sentir como su garganta es forzada de más. Y jadea él fuertemente a la hora en que ella le saca el pene de la boca. Aún sigue masturbándose suavemente él, solo logrando que la excitación en su cuerpo crezca.

—No podemos quedarnos mucho tiempo, cachorro. Debemos ir a casa.—

—Sí...— Responde, realmente desorientado

Kim lo gira, quedando en ese momento el chico boca abajo, le sube ella las caderas y sin ponerse a pensar, lame la retaguardia del Omega con fervor. TaeYang suelta un pequeño grito de la sorpresa, pero rápidamente abre su boca y blanquea sus ojos por aquella tibia lengua que se adentra a su cavidad anal. Gime el nombre de la Alfa, mordiendo la almohada a la par que se aferra con fuerza de las sábanas.

Lloriquea al sentir como su entrada es follada por una experta lengua que le hace sentir unas sensaciones demasiados diferentes a cuando tiene el pene de ella dentro. La intensidad de su placer lo hace tener espasmos, gime seguidamente, más agudo cuando el placer se hace insoportable. TaeYang lleva su mano derecha a la cabeza de la mayor y aprieta el cabello de ella, se tensa, arqueando su espalda, corriéndose largamente.

En ningún momento la pelinegra se detiene de estimularlo con la lengua, logrando que el orgasmo del contrario se alargue unos segundos más. Es el mismo joven adulto quien se echa hacia adelante, sacando la lengua de ella de su interior. Él se echa en la cama, agitado y sudoroso, ronronea al sentir besos en su espalda baja, y suelta una risita desde lo más profundo de su pecho al sentirse cómodo con la situación.

—¿Estás listo?—

—Sí.— Se arrodilla —¿Me pongo en cuatro?—

—Acuéstate.— Le dice ella

Asintiendo con su cabeza, TaeYang queda acostado boca abajo, toma él su propio pene para ponerlo en una cómoda posición, quedando este apretado entre su abdomen bajo y el colchón. Él hunde su cabeza en la almohada que tiene a la altura de su rostro cuando la hombría de su pareja se deja sentir en un pequeño agujero.

♣️ JDP♣️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora