♣️ JDP♣️

♣️36♣️

—Solo concéntrate en mí.—

Ye-Won logra con sus palabras que los achocolatados ojos del Omega la observen.

—Solo siente y disfruta, chiquillo.— Él asiente, un poco incómodo por la otra persona —No pienses en nada más que en mí.—

—Sí, está bien.—

Pero la verdad es que está tenso como la misma cuerda de un violín, por lo cual, su cabeza vuelve a girarse y mira al Omega de cabellos rosados, quien se ha sentado en un sofá individual.

Ye-Won toma de la barbilla a su pareja para que la observe.

—Estoy aquí, nadie más va a tocarte.—

Mordiéndose su labio inferior, TaeYang asiente, confuso por aquella frase.

La corbata que ella se había quitado, se la pone en los ojos al Omega. Quien jadea bajamente por la excitación al sentirse privado de la vista, así que, su audición se vuelve más intensa. Siente él como es sentado y sus manos son amarradas detrás de su espalda con un cinturón.

Lo primero que le quita Ye-Won es la camisa, la cual queda apresada entre las manos del menor al tenerlas amarradas entre sí. TaeYang echa su cabeza hacia atrás al sentir la lengua de su pareja, pasar por garganta y descender por entre medio de sus pectorales hasta su vientre, en donde siente un suave mordisco que le saca un suave gemido.

Ansioso emprende el joven de cabellos rizos a removerse, es recostado con cuidado en el ancho sofá y su pantalón es desabrochado con lentitud. Las yemas de los dedos de la mujer se deslizan por los desnudos muslos del Omega a cada descendida que le da al pantalón del joven hombre.

El apretado bóxer color azul pastel es admirado por la pelinegra, quien, gustosa, apoya su nariz en los genitales del chico para olisquear suavemente toda la zona. TaeYang remueve sus piernas cuando las cosquillas por la nariz de la mayor, en su zona íntima, se hacen más fuertes.

—Ah.— Jadea, abriendo su boca

Jeong aprieta sus piernas entre sí al ver como la mayor toma el elástico del bóxer del ojichocolate para bajarlo, puede notar la hombría del chico alzarse apenas es liberada, como aquella rozada punta está brillosa. Y él acompaña el gemido que da TaeYang cuando ve como ella se lleva aquel glande a la boca.

—Mierda.— Dicen ambos Omegas al unísono

TaeYang puede sentir como su pene está siendo engullido por aquella tibia boca, y ya conoce la sensación, pero siempre es tan placentera que no puede reprimirse de gemir. Ye-Won succiona todo aquel falo que tiene en su boca, causándole un grito de placer al menor.

Jeong, por su lado, se ha parado para quitarse los pantalones y su bóxer también, él vuelve a sentarse, poniendo los pies en el sillón, pasa sus brazos por entre medio de sus pantorrillas y muslos traseros, al estos haber quedado pegados por su posición. Su barbilla se apoya en sus rodillas y sus dedos masajean sus testículos y su arrugado y mojado agujero.

Ye-Won no le había prohibido tocarse, por lo cual, se toma ese atrevimiento, ella le da una mirada de reojo, y sonríe de lado al verlo. Sin embargo, no le da otras miradas, pues la concentración de ella, es aquel joven que tiene debajo de su cuerpo.

GyungHui adentra un dedo a su interior cuando ella lo hace en TaeYang, y lo mueve con la misma devoción en que ella lo hace, jadea bajamente y cierra sus ojos a la par que echa su cabeza hacia atrás. Pues, amaría ser él quien esté en el lugar de TaeYang, y al no poder, se lo imagina y la sensación es tan rica que no puede no gemir altamente.

Kim mayor saca el miembro de TaeYang de la boca, sus labios besuquean los testículos del Omega y baja hasta llegar a aquella rozada entrada que se contrae y expulsa lubricante. Abre ella las nalgas del menor un poco más y saca su lengua para pasar la punta, escuchando a TaeYang gemir y removerse.