PASIÓN

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Nota: Con este fragmento concluye el Fanfic Tres días, dos noches. Deseo de corazón que lo hayáis disfrutado como yo lo he hecho escribiéndolo y que el cierre cumpla con vuestras expectativas.

MAFIN

~PASIÓN~

Marta se había lanzado a la piscina siguiendo lo que su instinto le decía y, cuando sintió el cálido tacto de la piel de Fina sobre la palma de su mano al tirar de ella para preguntarle si quería quedarse a esperar, supo que no deseaba que se separase y quiso dejarle claro que no era un gesto involuntario eso de retomar el camino agarradas. Por eso, había entrelazado sus dedos con los de ella. Quería que supiera que era consciente de lo que estaba haciendo y que lo había decidido por propia iniciativa. Por supuesto, si Fina no quería, podía soltarse sin problema. Ella lo aceptaría.

Pero Fina no se había soltado. Y no solo eso, porque no soltarse podría ser algo que una hace por compromiso, por no hacer el feo a la otra persona, quizá incluso por inercia, pero no. No solo no se había soltado sino que ella también había hecho un gesto que le había indicado a Marta que era consciente de lo que estaba pasando, porque había afianzado el entrelazado ajustando mejor sus manos. Y eso solo podía significar una cosa: que ella también quería estar ahí.

Así que Marta había interpretado esto como una señal: Fina se encontraba cómoda en ese lugar, lo deseaba también y eso... eso había disparado sus palpitaciones a niveles estratosféricos y le había inyectado un extra de valentía. Porque si Fina le hacía sentir todo eso y además la correspondía, entonces la quería en su vida y estaba dispuesta a enfrentarse a quien tuviera que hacerlo para que eso fuera así.

Comenzaron a caminar, pero Marta no estaba segura de hacia dónde. Se sentía como en otra dimensión, como si ella en realidad no fuera ella, porque no se reconocía y a la vez se sentía más ella misma que nunca.

Apenas era capaz de pensar en ese momento porque todo su cuerpo le decía que estaba a punto de suceder, que había llegado el momento. Y todas sus células estaban orientadas hacia Fina, percibiéndola a su lado, siendo consciente de su respiración, del olor de su perfume, del sonido de sus pasos, del tacto de su piel sobre la suya. Ahora mismo, era lo único que le importaba.

Caminaban despacio, como si de esa manera pudieran detener el tiempo, sostener las agujas del reloj para que las horas no pasaran. Hoy Marta no quería pensar en mañana.

—Tenías que haberme dicho esta mañana que era tu cumpleaños. Me hubiera gustado hacerte algún regalo.

—No hacía falta.

—Ya pero yo...

Marta se detuvo quedando frente a ella y la miró a los ojos. Alzó la mano que no estaba unida a Fina y le acarició la mejilla y, después, con el dedo índice, rozó sus labios.

—Fina, el mejor regalo has sido tú.

Se acercó un poco más hasta que la punta de su nariz rozó la de Fina. Ésta, entreabrió los labios emitiendo un suspiro y Marta notó la calidez de su aliento cerca de su boca, abriéndola ella también para respirarla. Los pechos de ambas subían y bajaban con fuerza. Marta cerró los ojos y se estremeció al sentirla tan cerca. ¿Cuántas veces había imaginado este momento? ¿Cuántas noches la había soñado?

—No necesito nada más —le susurró.

Entonces, en un gesto tenue acercó sus labios a los de Fina y la besó. Al principio muy lento. Y, al sentir que Fina respondía, acarició con ellos su boca buscando atraparla: tanteándola, jugando con ella. Fina emitió un pequeño gemido y Marta sintió una sacudida en el vientre al escucharla. Le pasó la mano por la nuca, entrelazando los dedos en su pelo, y la atrajo hacia sí para besarla con un poco más de intensidad. Al notar la lengua de Fina rozando la suya, fue Marta la que gimió de placer. Se detuvo y se separó de sus labios por un momento, dejando apoyadas la frente de una sobre la otra aún con los ojos cerrados y la respiración agitada.

MAFIN - TRES DÍAS, DOS NOCHESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora