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Las horas transcurrieron en el día de Taesan y aunque la imagen de Leehan riendo con aquel chico desconocido aún para él seguía rondando por su mente, aún no estaba decidido a rendirse tan rápidamente. Había invertido mucho en sus interacciones con él y en verdad le interesaba demasiado que simplemente no podía dejarlo ir, con él no haría lo mismo que siempre solía hacer. Y aunque se sentía confundido quería seguir dándose una oportunidad más. Quizás todo lo que vio durante la mañana no era lo que parecía.

Así que, esa noche, después de un largo debate consigo mismo, tomó su teléfono y abrió la conversación con Leehan. Sus dedos temblaban ligeramente mientras escribía el mensaje. Quería sonar casual, pero también directo, algo que demostrara su interés sin parecer desesperado.

“ Hey, Leehan, espero que estés bien. Me preguntaba si te gustaría salir algún día esta semana, cuando tengas un rato libre. Tomar un café o algo así que te propuse la vez pasada. 👀”

Escribió, añadiendo un pequeño emoji al final, intentando que el mensaje pareciera más ligero.

Después de enviarlo, Taesan soltó un suspiro largo, dejando el teléfono a un lado. La ansiedad comenzó a invadirlo. ¿Respondería? ¿Estaría demasiado ocupado otra vez? Las dudas empezaron a acumularse en su mente, pero ya no había vuelta atrás. Ahora solo podía esperar.

Los minutos pasaron con una lentitud insoportable, y Taesan no podía dejar de mirar su teléfono, esperando ver el indicador de "escribiendo". Finalmente, después de lo que parecieron horas, su teléfono vibró. El corazón de Taesan dio un vuelco mientras tomaba el dispositivo y leía la respuesta.

“ ¡Hola, Taesan! Perdón por no haber respondido mucho últimamente, he estado un poco atareado en el trabajo. Pero esta semana podría tener algo de tiempo libre. ¿Qué tal el viernes por la tarde? ”

Taesan se quedó mirando el mensaje, su corazón acelerándose de nuevo, pero esta vez por la emoción. Leehan había aceptado. Después de días de incertidumbre, finalmente parecía que las cosas podrían comenzar a mejorar. Eso era lo que esperaba.

“ Me parece bien!, el viernes suena genial. Nos vemos entonces.

Respondió rápidamente, antes de que su mente pudiera hacerle dudar de nuevo.

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El resto de la semana pasó con Taesan en una mezcla de nervios y anticipación. Sabía que esta era su oportunidad de acercarse más a Leehan, de tener esa salida que había soñado desde que comenzó a frecuentar la cafetería. Por primera vez en mucho tiempo, sentía que quizás las cosas podrían salir bien, que tal vez Leehan también tenía algún interés en él, aunque no lo hubiera demostrado de forma clara hasta ahora.

Finalmente había llegado el viernes, y Taesan se preparó con esmero. Eligió su mejor ropa, se aseguró de que todo estuviera en su lugar, y salió temprano para no llegar tarde. El lugar que habían elegido era una pequeña cafetería diferente a la habitual, un lugar que ninguno de los dos frecuentaba, lo cual le parecía perfecto para empezar por primera vez, lejos de las distracciones.

Al llegar, Taesan se sentó en una mesa junto a la ventana, observando cómo los minutos pasaban mientras esperaba a Leehan. Sentía cómo los nervios se apoderaban de él, pero también estaba emocionado. Hoy sería diferente. Hoy podría conocer al verdadero Leehan, fuera del ambiente de trabajo.

Finalmente, la puerta se abrió y ahí estaba Leehan, entrando con su característico andar tranquilo y esa sonrisa que siempre parecía iluminar el lugar. Taesan se levantó de inmediato, sonriendo mientras Leehan se acercaba a la mesa.

coffee | gongfourzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora