𝘔𝘪𝘺𝘢 𝘖𝘴𝘢𝘮𝘶.

3.5K 212 22
                                    

;;At__wokid


─ ¡Sara, una orden de onigiris clásicos y una de especiales con salmón! ─ Dijiste a la cocina y recibiste un "ok" de la nombrada.

─ Pareces más la jefa tú que yo. ─ Bromeó el castaño a tu lado y le diste un empujón.

Él te la devolvió y sus cuerpos quedaron lado a lado, juntitos, mientras se miraban sonriendo. ¿Cómo era posible querer tanto a una persona y no poder decírselo? Por simple vergüenza, por el simple miedo a que todo salga mal, a que todo cambie.

─ ¡_____, ya están las órdenes! ─ El grito de Sara los sacó a ambos de su trance.

Osamu se alejó un poco, con las mejillas algo rosadas. Carraspeaste y fuiste a la cocina a buscar la comida, pero tu amiga fue más rápida y te tomó del brazo para encararte.

─ ¡¿Cuándo se lo vas a decir?! ─ Gritó susurrando.

─ No lo sé, tal vez mañana. ─ Quisiste evadir el tema y tomaste los platos en la bandeja.

─ Eso dijiste ayer.

─ Bueno, no sé, no es el momento. ─ Insistias en irte, pero el agarre en tu brazo era más fuerte.

─ ¡Nunca es el momento para ti! Si no se lo dices, tal vez no se lo digas nunca y pierdas la oportunidad. ─ Seguía susurrando fuerte y ya te había cansado, eso y que siguiera insistiendo.

─ ¡Bueno, no puedo! ¡No puedo simplemente decirle "hola, Samu, me gustas, ¿quisieras salir conmigo?" No, no puedo, no sé si me ama como yo a él! ─ Gritaste harta, tu amiga se alejó un poco asustada.

─ Si quiero salir contigo, pero lo de amarte dame algo de tiempo. ─ La voz que más temías se hizo presente en la cocina.

Volteaste con la mirada de las mil yardas, Osamu estaba en la puerta mirándote sin expresión.

─ Ustedes sigan, yo los cubro. ─ Sara aprovechó y se fue.

─ Samu, yo... N-No es lo que piensas, solo... ─ Se te acercó peligrosamente hasta acorralarte contra la isla de la cocina.

─ ¿No quieres salir conmigo?

─ ¡No! Digo, s-si? Ay, lo s-

Sus labios contra los tuyos te callaron, gemiste tímida al sentir su lengua en tu boca y al cabo de unos segundos, se separó. Estabas aturdida, con el rostro prendido fuego y con el corazón a mil por hora.

─ Vamos a trabajar, luego podremos hablar. ─ Estabas por hablar, pero se fue primero. Cuando salió de la cocina, Sara entró de nuevo rápidamente a verte asustada.

─ ¡Lo vi salir! ¿Pasó algo? ¿Estás bien? Estás roja y ardiendo. ─ Tocaba tu rostro preocupada.

─ M-Me besó... Samu me besó... ─ Mirabas fijo la puerta.

─ ¡¿Qué?!

─ ¡_____, hay clientes! ─ Osamu gritó desde fuera, saliste de tu trance y fuiste.

Te paraste a su lado y lo mirabas de reojo, parecía normal, como si nada hubiese pasado.

─ La mesa 3 y 4 te esperan. ─ Saltaste en tu lugar sorprendida.

─ C-Claro. ─ Fuiste corriendo a las mesas a tomar las órdenes.

Lo que restaba de las horas de trabajo siguieron igual, apenas habían abierto cuando pasó todo, así que la espera fue muy larga.

Osamu actuaba normal, su rostro neutro y a veces sonreía a los clientes, pero sentías que no te miraba. Cuando te dabas vuelta, cuando dejabas de verlo o cuando no te dabas cuenta, él si te miraba, de hecho siempre lo hacía.

Desde preparatoria, desde que se conocieron en primer año te miraba desde lejos. Cuando se hicieron amigos disfrutaba admirarte, disfrutaba escucharte hablar de distintas cosas y disfrutaba pasar tiempo cerca de ti. No saben en que momento pasó, pero eran como mejores amigos, siempre estaban juntos, como uña y mugre.

Nunca se atrevió a decirte de sus sentimientos, porque ser amigo de Osamu significaba también ser amigo de Atsumu. El castaño pensaba que gustabas de su hermano, pero nunca le habías contado nada, porque al ser mejores amigos le hablabas de chicos o chicas que te atraían, gente que te coqueteaba o desconocidos que besabas en fiestas, pero nunca le habías hablado de su hermano y era por esa razón, porque no te gustaba.

Cuando conociste a Osamu, quedaste flechada y medio que detestabas a Atsumu. Al tener una personalidad parecida a la del rubio, no conectaban tan bien como con el castaño, así que podías hablar con él, pero no tanto. El que se llevó tu corazón fue el gemelo tranquilo, tú hablabas hasta por los codos y el escuchaba, tú hacías algo y él te apoyaba desde lejos.

Por fin había llegado el momento más esperado, estaban cerrando el local, ya habían guardado y limpiado todo. Sara, por obvias razones, se fue primero dejándolos solos. Seguías mirando a Osamu de reojo algo nerviosa.

─ Entonces, ¿cuándo estás libre? ─ Su voz te asustó.

─ ¿P-Por qué?

─ ¿Para salir juntos? De eso estábamos hablando antes. ─ Te encaró y de nuevo te acorraló contra la pared.

─ Ah, cierto... No lo sé...

Suspiró y volvió a besarte, parecía que te costaba pensar, así que pensó que sería buena idea para relajar tu mente.

Con sus brazos rodeó tu cintura y te pegó a su cuerpo, acto que fue suficiente para dejarte llevar y seguirle el beso. Lo abrazaste por el cuello y juntaron sus lenguas, tus manos acariciaban su cabello y las suyas bajaron hasta tu culo para apretarlo levemente.

Siguieron un par de minutos hasta que pararon para recuperar el aire, juntaron sus frentes en un momento íntimo para volver al tema de conversación.

─ Sábado en la noche. ─ Dijiste bajo, pero lo suficientemente fuerte como para que escuchara.

─ Bien, te paso a buscar y salimos a comer a algún lindo lugar. Oí que Onigiri Miya es bueno, tiene un dueño muy atractivo.

─ ¿Tú crees? Yo siento que el dueño es algo malhumorado y algo feo...

─ ¿Feo? Entonces dirías que te besas con gente fea. ─ Rieron y se separaron.
─ Te llevo a casa, ¿quieres?

─ Claro, ¿te quedas a comer?

─ Si voy a tu casa, voy a terminar comiéndote a ti en vez de a esa comida.

─ No me desagrada la idea.

Cerraron el lugar y salieron para su auto, hoy había sido un día largo y todavía faltaba la noche, que también iba a ser igual o más larga aún.

( ̲̅:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅ ̲̅]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅ )

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

( ̲̅:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅ ̲̅]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅ )

Hola mis petits !!

Espero que les haya gustado, más
a la persona que lo pidió <3

Les amo, bye !!

⤷ 𝙃𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪!! ✧ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora