Con Hinata se conocieron apenas entraste al equipo como mánager, él se había acercado a ti de la manera más amable y tierna posible.
Te hizo sentir parte del equipo, siempre te ayudaba en todo, le encantaba presumir cuando jugaba y te preguntaba si lo habías visto, te acompañaba a casa y almorzaba junto a ti.
Claramente no te negaste a ningún trato del pelirojo, ya que aparte de que era tierno y amable, te había gustado apenas lo viste.
Al ser algo nueva en el amor, no entendías mucho y solo aceptabas la compañía de Hinata.
Con el tiempo se hicieron cercanos hasta ser pareja, con ayuda de tus amigas y sus consejos, aceptaste ir a la cita con él y cuando te preguntó si podía ser tu novio, no pudiste decir otra cosa que sí.
Ambos eran principiantes, pero cada cosa que los avergonzaba, lo compartían y lo superaban juntos.
Como todo adolescente, pensaban en el momento en que iban a acostarse juntos. Era un tema algo tabú entre ustedes, por lo que no lo hablaron nunca e inconscientemente iban a dejar que si el momento llegaba, se dejarían llevar.
Hoy Shoyo te invitó a su casa a pasar el día y quedarte a dormir, con la idea de tener una tarde juntos y luego ver películas. Su familia no estaba, por lo que aprovechó para invitarte y así ni Natsu ni su madre los molestarían.
Llegaste y salieron a un parque para hacer un picnic, la tarde estaba hermosa y el tiempo se les pasó volando hasta que oscureció. Volvieron a su casa y prepararon snacks para su maratón de películas de terror.
Estabas recostada sobre su pecho mientras miraban la tercera película del conjuro, pero las caricias que le hacías en su brazo te comenzaron a distraer. Tu mano subía cada vez más hasta encontrarte con su rostro, que estaba tranquilo, pero en la mirada se le notaba que tenía miedo por la película y tu tacto lo ponía nervioso.
Como pudo te miró a los ojos y de un momento a otro ya estaban besándose. Un beso tierno que luego se volvió algo desesperado, Shoyo te volteó para quedar arriba de ti sin aplastarte y lo abrazaste por el cuello para que no pudiera separarse.
Unos minutos después pararon para recuperar aire y te miró a los ojos con sus mejillas rojas.
─ Tú... q-quieres... ─ Lo callaste con un beso corto.
─ No digas nada, Sho-chan, solo... dejemos que ocurra, ¿sí?
No dijo nada y volvió a besarte, ahora bajando por tu cuello hasta llegar al borde de tu camisa. Te dio una mirada rápida y asentiste dándole permiso, retiró la prenda y se quedó quieto, embobado mirando tu pecho.
Los tomó y los besó arriba de la tela de tu ropa interior, luego la hizo a un lado y lamió con delicadeza tus pezones. Tus gemidos salían tímidos, te daba vergüenza hacer esos sonidos, pero salieron fuerte cuando Hinata chupó uno. Al instante se separó y te miró alarmado.
─ ¡Lo siento! Creo- que me emocioné, ¿te lastimé? ¿Estás bien? Podemos parar aquí si quieres.
─ N-No, no, no pares, solo me sorprendió un poco. ─ Lo tranquilizaste y, no muy convencido, siguió.
Chupó y lamió tus pechos a su gusto, tomándose su tiempo. Ahora tus gemidos salían sin tanta vergüenza y sentiste cosquillas cuando comenzó a besar tu abdomen hasta llegar a tu pantalón.
Con la misma mirada pidió permiso y asentiste, con su ayuda lo quitaste y de nuevo se quedó viendo tu cuerpo. Se sentía algo mareado, pero feliz y emocionado, se sentía afortunado de estar en ese momento junto a ti.
Con sus dedos hizo a un lado tu ropa interior y te besó con ternura, luego agregó su lengua. Esas nuevas sensaciones te daban escalofríos, pero te encantaba, su lengua tocaba todos lados hasta que llegó al clitoris.
Tus manos fueron a su cabello e hiciste presión hacia ti, indicándole que ese era el lugar. Hinata no entendió, pero no se apartó, tu fuerza no lo dejaba, así que él siguió hasta que tu cuerpo fue puro espasmos.
Saboreó tus jugos y se separó, limpiando su boca. Se despojó de sus prendas y de un cajón de su mesa de noche sacó la caja de preservativos que le había dado su madre. La abrió y sacó un paquete, pero antes te miró algo asustado.
─ ¿Estás... s-segura de que quieres seguir? No te voy a mentir, estoy algo asustado, pero quiero hacer esto contigo. Si no quieres, podemos parar aquí.
Su sinceridad te enterneció. Acariciaste sus mejillas calientes y lo llenaste de besos.
─ Si quiero seguir, Shoyo. Quiero que seas tú con quien haga esto. Te quiero.
─ Yo te quiero más, _______.
Se besaron unos segundos y se separó.
Con algo de pena por tu mirada pegada a él, bajó su bóxer y tragaste duro. Era la primera vez que veías uno en persona, te daba curiosidad el sabor, la textura, lo que sentiría Hinata, pero no era momento.
De un segundo a otro ya tenía el condón puesto y ya se encontraba entre tus piernas. Con delicadeza, acarició tu intimidad con su glande en busca de tu entrada, tomaste sus hombros con fuerza y fue insertándose en ti de a poco.
Tus uñas se clavaron en su piel, tu cara se deformó, te dolía mucho, pero no querías que parara. Una vez dentro, comenzó a moverse lento, te miró para ver si estaba todo bien y lo besaste en respuesta.
Sus embestidas aceleraron, pero no tanto. Mientras te cogía, te besaba, te acariciaba, te tocaba, sentía la necesidad de hacerte disfrutar en todo momento.
Un tiempo después Hinata se corrió, lo notaste porque paró muy repentinamente.
─ ¿E-Estas bien, Shoyo?
─ S-Si, solo dame un segundo...
─ ¿Cómo? ¿Ya terminaste? ─ Su cara se volvió el triple de roja.
─ ¡Lo siento, dame un minuto! ─ Salió de tu interior y tiró el condón, buscando otro.
Reíste ante su actitud, pero lo comprendías totalmente, era su primera vez como la tuya y era algo normal, pero no podías evitar no reír.
( ̲̅:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅ ̲̅]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅ )
Holi, espero que les haya gustado.
Este capítulo fue un pedido, pero como perdí el comentario, no puse a la personita que lo pidió. Si te suena, espero que te haya gustado.
Nada más que decir, les amo, tengan lindo día <3
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⤷ 𝙃𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪!! ✧ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨.
Fiksi PenggemarHistorias +18 (al menos la mayoría) sobre algunos personajes de Haikyuu!!. La portada NO es mía, así que créditos a su artista. Historia dedicada simplemente a entretener. A todos los personajes se los considera mayores de edad.