𝘕𝘪𝘴𝘩𝘪𝘯𝘰𝘺𝘢 𝘠𝘶𝘶.

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Hoy sería una de las semifinales para el torneo nacional y no sabías quién estaba más nervioso y asustado, si tu novio o tú.

En la entrada del gran gimnasio, te encontraste con Saeko y Akiteru. Se saludaron muy amigablemente e ingresaron al lugar, buscando sus respectivos asientos para ver el partido.

Al cabo de un par de minutos, se empezaron a oír gritos femeninos y una gran hinchada. Había ingresado al gimnasio Aoba Josai y ahí si que casi te desmayas, cosa que hizo entrar en pánico a Saeko.

Cuando saliste de tu pequeña siesta, Karasuno ya se encontraba en la cancha, listos para comenzar el partido.

─ ¡DESTRÓZALOS, RYU! ¡TODOS USTEDES, DESTRÓCENLOS! ─ Saeko casi se cae de las gradas, así que la tuvimos que sostener con Akiteru.

[...]

Estaban por la mitad del segundo set, Karasuno había ganado 25-23 contra Aoba en el primero. Por ahora, Aoba tenía ventaja, iban ganando 19 a 17.

Observaste a todos los jugadores, en especial a tu novio. Se veía decaído y tú te desanimaste un poco al recordar sus palabras en la mañana.

<<< ¡Ganaré, no me desanimaré! Sé que me estarás viendo, así que haré lo posible para no decepcionarte. >>>

Tu corazón se ablandó y recordaste tu as en la manga para poder reanimarlo, así que te despojaste de tu hoodie y te asomaste al borde de las gradas.

─ ¡Vamos, Yuu! ¡No permitiré que te desanimes! ─ Gritaste, ganándote la mirada del público, de Aoba y de Karasuno, pero a ti solo te importaba una sola mirada.

Yuu te localizó y quedó perplejo al verte. Llevabas su camiseta favorita, esa que amaba verte puesta por como te quedaba y como hacía resaltar lo que más le gustaba, tus tetas.

El de baja estatura obtuvo un par de burlas por parte de su equipo, pero no le importó. Ese momento fue clave para él para poder continuar el partido más encendido que nunca.

[...]

El partido había acabado y tú te encontrabas corriendo, desesperada por encontrar a tu novio. Karasuno había ganado, lo que hizo que soltaras unas cuantas lágrimas al ver la felicidad del equipo.

─ ¡Yuu! ─ Gritaste al verlo de espaldas a lo lejos.

─ ¡Amor! ─ Abrió sus brazos y corriste hacia él, saltando y abrazando todo su cuerpo con el tuyo.

─ Felicitaciones, Yuu. Nadie más que tú merecía ganar, estoy muy contenta. ─ Sollozaste un poco, hundiendo tu cara en su cuello.

─ ¡Ejem! No ganó solo, sabes. ─ La voz de Tanaka resonó en el pequeño silencio que hizo el equipo cuando llegaste.

Dejaste de abrazar a Noya, haciendo que te bajara, y felicitaste a todos, cosa que hizo que estuvieran aún más felices.

Se encontraban hablando y comentando cosas al azar mientras descansaban, hasta que un brazo pasó por detrás de tu cintura.

─ Merezco unas felicitaciones más en privado, ¿no? Además, tenemos que hablar de esto. ─ Susurró en tu oído, jalando un poco de la camiseta que traías puesta.

Sentiste tu rostro arder ante su propuesta y asentiste, tomándolo de la mano y llevándolo a los baños del lugar. Al llegar, cerraste la puerta con seguro y miraste a tu novio.

─ ¿No te gustó mi detallito? ─ Dijiste con un tono dulce.

Noya río ante tu actitud mientras se sentaba en una banca de por ahí y palmeo sus piernas, invitándote a que tomes asiento. Con tus piernas a los lados de las suyas, lo abrazaste.

─ Me encantó, pero no pude salvarte de las personas que te miraron, sobre todo a ellas. ─ Abrazó con fuerza tu cintura y frotó su rostro en tu muy visible escote.
─ ¿Nada más para decir?

─ Felicidades, campeón. ─ Dijiste juguetona y lo tomaste del cabello, uniendo sus labios en un beso apasionado.

Noya comenzó a acariciar toda tu anatomía, como si quisiera memorizarla con sus manos, hasta que aterrizaron en tu culo, el cual apretó sin descaro alguno.

Su miembro se comenzaba a endurecer y no tuviste mejor idea que parar el beso, haciendo que el castaño soltara maldiciones.

─ Ay, tranquilo. Te voy a dar un regalo por tu esfuerzo. ─ Bajaste de él y te arrodillaste frente suyo.

Se asombró un poco por lo que ibas a hacer. No era que nunca lo hayas hecho, pero no era muy regular.

Te deshiciste de la ropa que cubría su pene, viendo cómo del glande comenzaba a gotear, lo que hizo que se te hiciera agua a la boca.

─ ¿Un par de besos y ya estás así? Si que eres descarado, Noya-san. ─ Apartaste tu cabello para tener más comodidad, pero viste como su expresión cambiaba.
¿O prefieres que te llame Noya-senpai?

Dijiste mientras lamías el tronco de su pene, mirándolo a los ojos, pudiendo notar como la lujuria se apoderó de tu novio en ese momento, ya que él tenía una pequeña obsesión con que le digas senpai.

Chúpalo, princesa. Hazme sentir bien como solo tú sabes. ─ Que dijera eso en un tono de total excitación fue suficiente para motivarte.

Tomaste el largo de su pene e introdugíste lo que pudiste en tu boca, comenzando un vaivén lento y torturoso que lograba volver loco al masculino.

Tomaste ritmo, llenando el miembro de saliva y generando ruidos bastante obscenos, los cuales empezaron a excitarlos a los dos.

Noya acarició tu cabello y te tomó de la cabeza, ayudándote mejor con tu trabajo. Por tu parte, comenzaste a sentirte muy húmeda, así que pasaste a la fase dos.

Paraste de chuparlo un momento para sacarte la camiseta, impresionando a Yuu de nuevo al notar que no llevabas sostén.

¿Preciosa, qué planeas hacee.. ohhh~ dios~

Viste como se derretía aún más cuando volviste a tu labor, pero ésta vez con su pene entre tus tetas. Ahora sí que te moviste con rapidez, notando como los músculos del mayor comenzaron a tensarse y cerraba los ojos con fuerza, disfrutando de tu toque.

─ A-Ah.. Nena.. Vas a ahh~ hacerme venir más ra..rápido. ─ Sus manos fueron a tus senos, apretando aún más su pene.

Noya ya estaba al borde del colapso, así que como pudo, movió su cadera, haciendo que casi te ahogues con su pene. Un par de embestidas más y se liberó completamente en tus tetas y en tu rostro.

─ Whoa, increíble. ─ Admiraba la escena que le regalaste.

Te ayudó a limpiarte y te vistió, dándote su chaqueta para que cuando salgan nadie más pueda verte en su ropa favorita.

─ Gracias por ese regalo, pequeña. Realmente lo disfruté.

Se acostaron un rato en la banca para que Noya pudiese descansar y luego salieron de ahí, volviendo con el equipo. El día apenas empezaba, quien sabe, tal vez harían algo más en el almuerzo de hoy.

 El día apenas empezaba, quien sabe, tal vez harían algo más en el almuerzo de hoy

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UNO DE MIS FAVORITOS SIN DUDA.
Disculpen si todavía no publico pedidos,
tengo varias historias escritas y aprovecho
que no estoy inspirada para publicarlas.

⤷ 𝙃𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪!! ✧ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora