⤷ 𝙃𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪!! ✧ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨.

𝘛𝘴𝘶𝘬𝘪𝘴𝘩𝘪𝘮𝘢 𝘒𝘦𝘪.

⚠️Fetiche por la sangre.⚠️
⚠️Hematophilia.⚠️

Viste la hora por quinta vez en la noche, ansiosa por la ausencia de tu pareja. Tsukki hoy te había prometido cenar juntos ya que últimamente llegaba tarde a casa por los entrenamientos, pero parecía que hoy iba a ser igual que siempre.

El reloj marcó las 00:34 de la noche y te rendiste en esperar al chico. Guardaste parte de las cosas de la mesa, cubriste bien la cena ya fría y te dirigiste al cuarto triste. Claro, quien no lo estaría. Te cambiaste la ropa por tu pijama y te tiraste sobre la cama, quedándote dormida unos minutos después.

Tu cuerpo se sobresaltó, quitándote del sueño, por el ruido de un golpe. Rápidamente, saliste de la habitación y corriste a la sala, donde observaste una figura alta. Prendiste las luces y se trataba de Tsukki, pero de uno bastante golpeado.

─ ¡¿Tsukki, qué pasó?! ─ Te acercaste a él, mirando sus moretones.

─ Una pequeña discusión, nada más. ─ Dijo tranquilamente mientras dejaba su bolso que llevaba siempre a los entrenamientos.

─ ¿Otra vez con Kageyama? ─ Lo oíste chasquear la lengua y con eso te respondió.
─ Ven así te curo. ─ Lo intentaste tomar del brazo, pero se apartó.

─ No es necesario, vete a dormir.

─ Tsukki, vamos a curarte.

─ Estoy bien, ahora deja de molestar y vete a dormir.

Viste sus intentos fallidos por quitarse la ropa, tal parece que no sólo su cara está golpeada. Suspiraste cansada y fuiste al baño por el botiquín, volviendo a la sala y agarrando por la fuerza al rubio para sentarlo en el sillón.

Le quitaste la ropa y viste varios moretones en su pecho y espalda. Mojaste un algodón en una pomada y antes de acercarte a las heridas abiertas, Tsukishima se apartó de nuevo.

─ ¡Ay, Tsukishima, por favor! Deja de actuar como un niñ- Te interrumpió, apartando la mirada.

─ Si tanto te preocupan las heridas, ¿por qué no mejor las chupas? ─ Viste como te mostraba su mano, con varios cortes en los dedos.

Más de una vez te había mostrado su gusto peculiar por la sangre, lo cual no te molestaba, pero en un principio si te pareció un poco raro. Al ver que no se trataba de algo tan fuerte como pensabas, decidiste cumplir con sus demandas hasta ahora.

Tomaste delicadamente su muñeca, acercando su mano y comenzaste a lamer las heridas. Al sentir eso, el rubio se sobresaltó y pudiste ver sus orejas rojas. Eso te motivó más y metiste dos de sus dedos con cortes en tu boca, chupándolos.

Cuando sentiste el cuerpo del contrario temblar, dejaste de lado sus dedos. Te sentaste a horcajadas sobre él, haciendo que se pusiera más nervioso, y comenzaste a lamer las rayas rojas que tenía en la cara, pudiendo sentir su piel arder.

─ Ugh, m-mierda... ─ Tomó tus manos, que comenzaban a acariciar sus hombros, y te apartó.

Su sonrojo aumentó al ver parte de tu boca con sangre. Te agarró del cuello y te besó, sintiendo el sabor metálico de su propia sangre. Sus manos se metieron por debajo de tu camisa, acariciando tu espalda desnuda, y bajando poco a poco a tu culo.