𝘚𝘢𝘬𝘶𝘴𝘢 & 𝘈𝘵𝘴𝘶𝘮𝘶.

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;;@At__wokid

Agradecías a todos los santos y cualquier deidad que existiera el momento en que Hinata y tú se hicieron mejores amigos, ya que gracias a él, pudiste conocer a los dos hombres que te traían loca, que te volaban la cabeza y la tanga.

Su relación comenzó de forma graciosa, cuando Hinata entró a los Black Jackals fue donde conociste a Atsumu y Sakusa. Primero, comenzaste siendo amiga de Atsumu, le encantaba molestarte porque te enojabas con facilidad y luego, se sumó Sakusa, que siempre saltaba a defenderte de sus bromas. Con el tiempo, se volvieron muy unidos, a tal punto de que te acostaste con ambos, sin contexto alguno, solo pasó y de la nada, llegaron al acuerdo de ser una pareja poliamorosa, pero solo entre ustedes tres.

Los únicos que sabían eran Hinata y Bokuto, Hinata porque era tu mejor amigo y Bokuto porque Hinata no sabía cerrar la boca, por lo que le terminó contando. Tampoco les molestaba que la gente sepa, pero como no era algo muy "común", intentaban ser algo disimulados. Claro que a Atsumu no le importaba, él te tomaba y te toqueteaba estén donde estén, y como Sakusa se ponía algo celoso, lo alejaba o se terminaba uniendo. Algo parecido estaba por pasar.

Los Black Jackals tenían un partido importante dentro de poco, por lo que tus chicos estaban poco y nada en casa por los arduos entrenamientos. La necesidad de estar juntos de a poco los desesperaba, más a Atsumu, pero aunque quisiera iniciar algo, no podía, el cansancio era más fuerte. Sakusa directamente ni ganas tenía, aunque lo deseara, priorizaba descansar, por lo que no estaba mal, per también se sentía mal por ti, ya que sabía que estabas algo necesitada de mimos por parte de ellos.

El gran día llegó, los tres se levantaron bastante temprano para desayunar e irse a donde sería el partido. Mientras se vestían, Atsumu no paraba de tocarte cada vez que veía algo más de carne que no sean tus piernas o tus brazos, y Sakusa no te sacaba el ojo de encima. Una vez lista y con la camiseta del equipo para alentarlos, el castaño te tomó de la cintura y te atrajo hacia él para besarte, sin dejarte escapatoria.

Metió de una su lengua, a lo que gemiste sorprendida. Diste unos pasos hacia atrás para intentar separarte, el aire te estaba faltando, pero te chocaste con Sakusa, quien te separó de los labios de tu otro novio y ahora los atacó él. Ambos pares de manos tocaban todo tu cuerpo, que de a poco se comenzaba a calentar al igual que el de ellos y el pelinegro se alejó, si seguía no respondería de si.

─ Chicos, tenemos que irnos... ─ No querías que llegaran tarde, pero tampoco te dejaban irte.

─ No, por favor, al menos una mamada corta, ¿si, nena? ─ Atsumu se acercaba peligrosamente a ti y Sakusa lo tomó del hombro.

─ Atsumu, no. Tú mismo sabes que no será ninguna mamada corta y yo tampoco voy a poder controlarme. ─ Te escaneó todo el cuerpo hasta llegar a tus ojos, sabías perfectamente de que hablaba.

─ Tengo una idea para que ambos estén contentos. Si hoy ganan, les doy un premio.

─ No digo que no, ¿pero si por alguna casualidad de la vida el techo se rompe y perdemos? ─ Atsumu entrecerró sus ojos.

─ ¿Premio consuelo? ─ Sakusa asintió de acuerdo.
─ ¿Ahora sí podemos irnos?

─ Esperen, tengo que esperar a que esto baje. ─ Señaló su erección dura en su pantalón.

[...]

Como sabías que iba a pasar, los Black Jackals ganaron. Fue una alegría inmensa ver a tus novios y amigos festejar, se te hinchaba el pecho de orgullo. Cuando todo el equipo fue a saludar a la audiencia, hiciste la seña de amistad que tenían con Shoyo desde lejos y mientras Atsumu te miraba sonriendo, Sakusa te llamaba con el dedo. Tragaste saliva nerviosa y bajaste de las gradas para saludar al equipo, y luego de darle un abrazo a tu mejor amigo, fuiste con tus novios, quienes te estrecharon en sus brazos con fuerza.

─ Hora de nuestra recompensa por nuestro gran esfuerzo. ─ Susurró Tsumu en tu oído, haciéndote estremecer.

─ Espéranos en el baño, con la puerta cerrada. ─ Ordenó el pelinegro, los miraste y tenían la mirada oscurecida, realmente te necesitaban. Asentiste y te despediste.

Entraste a uno de los baños más alejado, por suerte fueron el último partido del día y la gente ya se estaba retirando. Los esperaste pacientemente hasta que al cabo de unos minutos, unos golpecitos suaves en la puerta te hicieron saltar en tu lugar, así que les abriste y ahí estaban.

Entraron y Sakusa cerró la puerta detrás de si, mientras Atsumu tomaba tu cuerpo y te besaba con desesperación. Tocaba tus nalgas con fuerza y desabrochó tu pantalón para escabullir su mano dentro de él, fue directamente a tu intimidad y la acarició delicadamente. Otro par de manos se hicieron presentes en tu cuerpo, yendo por debajo de tu camiseta a tus senos y apretarlos, jugando con tus pezones.

El castaño abandonó tus labios, te desnudó entera y te sentó en la mesa del lavabo. Abrió tus piernas y hundió su cabeza entre ellas, devorando tu vagina con deseo. Tus gemidos fueron callados ahora por Sakusa, quien mordía tu labio inferior, bajó sus besos a tu cuello y luego a tus tetas, dándoles la atención que merecían. Podían haber estado juntos hace meses, pero te hacían disfrutar como si fuese la primera vez. Ambas bocas en tu cuerpo eran tu debilidad, te hacían tocar el cielo con la punta de los dedos.

Sentiste un par de dedos en tu interior y Atsumu simuló estocadas pequeñas mientras movía con rapidez su lengua en tu clítoris. El pelinegro, al ver que cada vez gritabas en vez de gemir, metió también dos dedos, pero en tu boca, obligándote a chuparlos.

─ Si quieres seguir, mantén la boca cerrada. ─ Sakusa parecía enojado, pero sabías que no lo estaba, solo se volvía más agresivo en situaciones así.

─ Por dios, no lo soporto más. ─ Atsumu abandonó tu feminidad, limpiando su boca con el dorso de su mano.

Bajó un poco sus ropas para liberar su pene goteante y te penetró de una. Ambos jadearon ante la sensación que tanto estuvieron esperando y, sin perder tiempo, te embistió con fuerza y rapidez. Los movimientos fuertes no dejaban a Sakusa chupar tus pezones con tranquilidad, así que se paró a un costado del castaño, desnudó su miembro y te tomó de la nuca para que lo comenzaras a chupar.

Te dio un poco de arcadas, pero mejor para él, le encantaba que lo dejaras lleno de saliva. Chupabas como podías, Atsumu no paraba un segundo. Abriste bien la boca para que su verga llegara más profundo, Kiyomi tomó con ambas manos tu cuello y te siguió cogiendo la garganta. Pasaron unos largos minutos hasta que el castaño se viniera en tu interior, se alejó de tu cuerpo y ahora le tocaba al pelinegro.

Te bajó de la mesada y te empotró contra el espejo, Atsumu se sentó en un banco para disfrutar de la escena, pero unos golpes en la puerta los asustaron. No sabían quien podría ser, ¿el entrenador que los estaba buscando? ¿Hinata o Bokuto? ¿Personal de limpieza? Tenían miedo de contestar, no querían ser descubiertos. Esa persona forzaba la manija de la puerta y como vio que no abría, se fue.

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Hola mis petits!!

Me encantó este, pero me dan más ganas
de una segunda parte, ustedes que opinan?

De nuevo, no se porque wattpad no me
encuentra el perfil de quien lo pidió, pero
por las dudas lo pongo, así saben quien fue :p

Les amo, bye <3

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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⤷ 𝙃𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪!! ✧ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora