Era ya la una de la tarde mientras bajaba las escaleras para tomarme mi café matutino, cuando me encontré a mi madre hablando con Rosa en la cocina. El corazón se me aceleró cuando pensé que quizá también estaba el pequeño de los González, pero no había rastro de el.
- ¡Ari cielo! - me saludó mi madre - ¡Qué bien que ya estés despierta! Ven, siéntate a desayunar con nosotras
No pude evitar sospechar. Es verdad que mi madre era activa por la mañana, pero nunca tanto, y la mirada de Rosa me confirmó que este interés que tenían de desayunar conmigo no era que anhelaran mi compañía.
Me senté frente a ellas con cuidado, como si temiera que me fueran a leer la mente, y mi madre me plantó la taza de café delante antes de sentarse frente a mi.
Miré a las dos con una ceja enarcada y sin saber que era lo que me esperaba exactamente de esta charlita.
- Bueno - empezó Rosa - Supongo que la idea de compartir piso con Pedro no fue tan mala ¿No?
Mierda, así que íbamos por allí. Tomé un sorbo de mi café antes de contestar.
- Podría ser peor, pero estamos soportándolo
- Ya - dijo mi madre con una ceja enarcada demostrando que no se creía nada - Hemos notado que ya no os discutís tanto durante las cenas ¿Que bien no?
- Bueno, supongo que ya nos hemos empezado a acostumbrar a pasar el día juntos - respondí como pude
- ¿Así que ya volvéis a ser amigos? - preguntó Rosa
Joder, esto cada vez parecía más un interrogatorio y menos un desayuno
- Supongo - respondí
Rosa y mi madre se miraron entre ellas hasta que la segunda negó con la cabeza cruzándose de brazos
- Vale ¡esto es ridículo! - exclamó mi madre
Bien, como mínimo no era la única que había notado que esto era una locura
- Me alegra saber que no soy la única que lo piensa - respondí
- Vale cariño - me dijo Rosa - la verdad es que queríamos hablar contigo sobre un tema, bueno mejor dicho sobre las cosas entre Pedro y tu
Volví a beber otro sorbo de café, ni de coña iba a conseguir librarme del bombardeo de preguntas. SI ya era difícil escapar las preguntas de mi madre imagínate la de dos madres unidas, era un reto prácticamente imposible.
- ¿Qué pasa? - pregunté como quien no quiere cosa
- ¿Qué pasa? - repitió mi madre - ¡La pregunta es que no pasa!
La miré con una ceja enarcada sin entender nada
- Mira Ari, te conozco bastante mejor de lo que piensas, y a Pedro igual, os hemos visto crecer juntos, y pasar de ser mejores amigos a odiaros y ahora... ahora a esto - dijo mi madre
- ¿Qué se supone que quiere decir "esto"? - pregunté confusa
- Quiere decir que entre vosotros hay una conexión diferente a la que siempre ha habido - resolvió Rosa
Ahora si que no estaba entendiendo nada ¿Qué conexión ni que pollas?
- No estoy entendiendo que me queréis decir
- Ari, sabemos que entre vosotros dos ha pasado algo, y nos referimos a un acercamiento más allá de la amistad. - dijo mi madre por fin
Me quedé petrificada, la mano me empezó a doler de tanto apretar la taza y quise que la tierra me tragara en ese mismo momento.
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Siempre fuiste tú - Pedri González
Romance-Ahora lo tengo claro - ¿El qué? - Siempre fuiste tu Ariadna Castillo siempre ha sentido que su vida está marcada por la sombra de Pedri González, el joven prodigio del fútbol del FC Barcelona. Criados en Tenerife, donde sus padres son los mejores a...