Pedri
Sentí un chorro de agua fría empaparme la cara y abrí los ojos cagado del susto. Por un momento creí que soñaba cuando vi a mi hermano descojonándose. Me tuve que frotar los ojos para asegurarme de que no estaba alucinando.
— ¡¿Fer?!
Vale, el grito de la rubia me acababa de confirmar que no me estaba volviendo loco. Ari saltó de mis brazos para abrazarse a mi hermano y yo no perdí tiempo en coger un cojín y estampárselo en la car a mi hermano
— Cabrón — le insulté revolviéndome el pelo para quitarme el agua que me quedaba aun
— Yo también me alegro de verte, hermanito — se rio
La escena era divertida: yo, todavía en la cama, empapado y con el corazón acelerado, y Ari riendo mientras abrazaba a mi hermano. No podía evitar sonreír al ver cómo se alegraba de verlo.
— ¿Qué haces aquí? —pregunté, intentando sonar casual, aunque la curiosidad me picaba.
— Solo vine a hacerte una visita. Pensé que podría hacerte compañía en tu nueva vida de "novio" —dijo, enfatizando la última palabra con un tono juguetón.
— ¿Y has venido de Tenerife a Barcelona solo para eso? — le pregunté con una ceja enarcada y una sonrisa
— Bueno, quizás también quería ver cómo llevas eso de ser el galán del Barça —dijo, soltando una risa burlona.
Ari, aún abrazada a él, comenzó a reírse también. Me encantaba verla así, feliz y despreocupada.
— Tienes que ver cómo se le ilumina la cara cuando está cerca de Ari —agregó Fernando, mirándome con complicidad.
Me sonrojé, incapaz de evitarlo.
— Sí, bueno, solo estoy tratando de no hacer el ridículo —respondí, intentando restarle importancia.
— ¡Ah, eso es imposible! —exclamó Ari, soltándose de Fernando y acercándose a mí—. Con lo torpe que eres, el ridículo te sigue a donde quiera que vayas.
— Oye, ¡eso no es justo! —protesté, aunque sonreía. Había algo encantador en su manera de bromear.
— No te enfades cariño — me dijo antes de darme un beso que agradecí
— Perdón eh, creo que me he dejado la vela en Tegueste — nos interrumpió mi hermano
— Envidioso — le saqué la lengua
— ¿Y hasta cuando te quedarás? — le preguntó Ari mientras seguía abrazada a mi
— He venido un par de días solo, tenía que gestionar unas cosas. Así que supongo que me vais a acoger en vuestra humilde morada, ya que ahora solo necesitáis una habitación.
Ari se rio escondiendo su cara en el hueco de mi cuello. Los dos sabíamos que era verdad
— Fantástico, pues dos días aguantándote
Fingí disgusto pero realmente echaba mucho de menos a mi hermano, y me apetecía pasar mas rato con el.
— Cállate bobo — me respondió riendo — ¿Desayunamos o os vais a quedar en plan osos amorosos?
Ari y yo nos miramos con una sonrisa antes de reírnos.
— No era una pegunta, anda vagos levantad el culo, vamos a desayunar, que encima que os lo traigo
— ¿Nos has traído el desayuno? — pregunto Ari y Fer asintió — Te amo — le dijo saltando a sus brazos
Fer la cogió en brazos y yo me hice el enfado aunque me encantaba ver la relación tan cercana que tenía con mi hermano.

ESTÁS LEYENDO
Siempre fuiste tú - Pedri González
Romance-Ahora lo tengo claro - ¿El qué? - Siempre fuiste tu Ariadna Castillo siempre ha sentido que su vida está marcada por la sombra de Pedri González, el joven prodigio del fútbol del FC Barcelona. Criados en Tenerife, donde sus padres son los mejores a...