☆ Capítulo 37 ¿¡Embarazada!? ♡

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"Tener un hijo, es una gran bendición de Dios y una mamá luchará por sus hijos y los hijos, son el futuro para el mundo".


Horas después...

Desperté en un lugar desconocido, me fije que estaba en una habitación grande con paredes blancas y al lado había unos muebles: un sofá grande, dos sillas y miré al lado derecho estaba una señora apuntando como una libreta y a la vez estaba revisando algo.

Escucho un sonido de una máquina, creo que de estos aparatos de un hospital cuando miden el pulso y el ritmo del corazón. Empecé a hablar:

—¿Dónde... dónde estoy? — tartamudee.

La mujer que estaba vestida como una enfermera, se dio cuenta y dejó como una libreta encima de un mueble.

—Hola, estás despierta — dijo la mujer con una sonrisa muy amable—. Estáis en un hospital.

—En un hospital — me altere mucho—. ¿Por qué estoy en un hospital y qué me pasó?

Observé que la mujer estaba quitando una bolsa y colocando una nueva, al parecer es el líquido que uno da a los pacientes.

—Te desmayaste en el aeropuerto o no os recordáis — me contestó a mi pregunta.

—Solo me acuerdo que estaba rescatando a Sophie, la niña que casi la secuestraron y casi la llevan fuera del país... después, llegó la policía y le dispararon sin piedad... Luego, estaba sentada con la niña y con mi amigo Leandro dándome agua para que yo me tranquilizara mientras llegaban los paramédicos... por último, estaba discutiendo con Max porque descubrí su gran secreto... y ya no me acuerdo más lo que pasó.

—Bien, al menos te acuerdas lo que sucedió — al parecer se relajó un poco—. Ahora llega la doctora y te revisa. Sin embargo, te veo un poco mejor.

—¿Quién eres? — pregunté a la mujer.

—Soy la enfermera Ana y te acompañaré el proceso chequeando a vosotra — respondió la enfermera.

—Sabes que pasó con la pequeña Sophie — quería saberlo a ver si ella está bien.

—¿Sophia Jimenez?

—Creo que si se llama, no me acuerdo mucho el nombre completo de la niña — dude mucho.

—Bueno lo que escuché está en el mismo hospital revisando a la niña y creo que está bien — me sonrió.

Menos mal que ella se encuentra bien.

Al instante, llegó una mujer vestida con una bata blanca, colgando con un estetoscopio. Al parecer es la doctora que la enfermera me contó.

—Hola, Alexa. Soy la doctora Raquel — se frotó las manos por lo que echo gel antibacterial.

—Hola, doctora — mi voz se quebró—. ¿Sabes qué tengo, por qué tengo estos síntomas muy horribles?

Se acercó junto a mí y estaba chequeando, colocó el estetoscopio en sus oídos y después en mi pecho. Me dijo que respirara y lo hice.

Tomé mi pulso y vi la maquina esa.

—Ok, teneis un buen pulso cardíaco — me dijo la doctora—. Abre la boca. — Lo hice y estaba mirando dentro de mi boca alumbrado su pequeña linterna, no se como se llama ese aparato y luego, mis oídos—. Perfecto, estáis correctamente bien. Solo que necesito que no te alteres mucho, un reposo adecuado... si eres estudiante, te daré dos días de incapacidad.

—Pero, no me respondiste, Doc. ¿Qué tengo realmente? — Repetí la pregunta.

—Quiero que averigües tú misma.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora