Un viaje introspectivo a través del amor, la pérdida y el crecimiento. Este libro es un tributo a la conexión humana y a la búsqueda de la felicidad. Un relato conmovedor que explora la complejidad del corazón humano y la búsqueda de la cura. Un lib...
¿EL AMOR DUELE? ————————————— ¿Entonces el amor duele? ¿O somos nosotros quienes elegimos sufrir? El eco de tu risa todavía resuena en mi mente, como un recordatorio constante de lo que fue y ya no es. Cada recuerdo es un daga que se clava en mi corazón, el dolor es una sombra que se niega a desvanecerse. Es curioso cómo un corazón roto sigue latiendo, a pesar de que parece que cada latido duele más que el anterior.
Me pregunto, ¿El amor es un viaje sin destino, un camino que nos lleva a la orilla del abismo, donde el vacío nos espera con brazos abiertos, o es un río que fluye sin cesar, llevándonos hacia el mar del olvido? ¿Por qué te rendiste? ¿Por qué te perdí? ¿Es este el final de nuestra historia? ¿Es así como se desechan los sueños?
Ahora, en este silencio ensordecedor, mientras camino en medio de la multitud, descubro que la ausencia puede ser más ruidosa que mil palabras no dichas. Y es que pude haberte dicho más, pude haberme aferrado más a ti, darte aún más razones para quedarte. Demostrarte que eres mi futuro, que podemos sobrellevar cualquier cosa solo si estamos juntos. "Mi niña... Regresa, no sé vivir sin ti."
Me estoy ahogando entre tantas preguntas que vienen a mí en cascada. Se repiten como un eco sin fin. Torturando, destruyendo mi alma, arrebatandome la poca vida que me queda. No puedo aceptar que nuestra historia haya terminado, que cada momento que compartimos, cada sonrisa, cada abrazo, ahora sea un recordatorio de lo que ya no tengo. Me siento como un náufrago en un mar de dolor, sin rumbo, sin esperanza.
Es curioso cómo el amor puede erradicar la soledad y, al mismo tiempo, sembrar un desierto en el corazón cuando se apaga. Aceptar que te has ido no es el mayor reto, sino aprender a vivir con la sombra de lo que fuimos, como un sueño del que desperté demasiado pronto.
La vida es un laberinto de ironías, donde el amor y el dolor son dos caras de la misma moneda. ¿Por qué el amor duele tanto? ¿Por qué el dolor es tan destructivo? Tal vez porque el amor es un acto de entrega total, un salto al vacío sin red de seguridad. Y cuando caemos, el dolor es el reflejo de nuestra caída. La tristeza no está en tu partida, sino en saber que el amor que una vez fue, ahora es tan solo una exhalación breve que se pierde en el viento.
Los recuerdos acribillan a mi alma agonizante, me siento culpable de haberte perdido. ¿Qué podría haber hecho diferente? ¿Debí esforzarme más? La culpa y el arrepentimiento me consumen, mientras trato de encontrar respuestas que no existen.
Tal vez la única variable real es que nos descuidamos. Permitimos al corazón morir y con el todos los sueños e ilusiones. Daría lo que fuera por cambiarlo. Pero ya es tarde. El pasado está escrito con tinta permanente.
Mi única realidad es haberte perdido. Es aprender a vivir con la herida abierta de tu ausencia, o al menos intentarlo. Hay una soledad que sólo se siente cuando has conocido el amor verdadero, como si el mundo siguiera girando, pero tú estuvieras detenido en un espacio vacío.
Es un vacío que no puedo llenar, un silencio que no puedo romper. Pero debo seguir adelante, aunque no quiera, aunque duela. Porque así es como se sana un corazón roto, con tiempo, con dolor, con la aceptación de que ya no es. Te extrañaré, no pienso negarlo. Estás adherida a mi vida, tatuada en mi piel. Cada latido es un susurro de lo que pudo haber sido.
Debo resignarme a ti. Quizás para ti sea fácil. Si es así, por favor, enséñame a hacerlo. Enséñame a olvidarte. ¿Realmente es fácil para ti? ¿Dónde estaba tu corazón cuando me pediste que apagará el amor que sentía por ti? La sola idea me aterra, me destruye de a pocos. No quiero siquiera intentarlo. No quiero estar solo de nuevo. Ahora lo entiendo, la soledad no es la ausencia de compañía, es la ausencia de esa única persona que hacía que el mundo pareciera menos frío.
Entonces ¿Me rindo? ¿Renuncio a tí? Supongo que la respuesta es justo lo que no quiero. La vida continúa, a pesar del caos en mi corazón; aceptar eso es mi primer triunfo. Entender que el amor muchas veces no es suficiente para sostener lo que ya se ha roto.
Me iré por la puerta de atrás, para que no notes mi dolor. No quiero que me veas llorar. Quiero que solo recuerdes los buenos momentos vividos juntos. Las veces que te amé sin límite de tiempo. Los abrazos casi eternos que abrigaban nuestras almas. Las miradas llenas de mensajes encriptados que solo tú y yo podíamos entender. Las risas descontroladas y nuestros juegos que fortalecían al amor. Quédate con eso.
Te dejaré ir, no porque no te quiera, sino porque te quiero tanto que no puedo retenerte. Te dejaré ir, como una ave que vuela hacia el horizonte, libre y sin cadenas.
Ámame como un sueño inconcluso. Ámame en tus memorias. Ámame en el ayer y recuérdame en tu presente como una bonita historia.
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