CAPITULO 9

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La Fragilidad del Amor
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Aún lejos de ella, escuchaba su risa. Mi mente conocía tan bien el sonido exacto de su voz que la reproducía incansablemente.

Contábamos los días para volver a vernos, deseábamos sentir la cercanía de nuestras almas, amar ya no en letras, sino en acciones. Era preso de su existencia, amante de su belleza. ¿Que tan débiles podemos ser al momento de amar?

"El amor es frágil como la porcelana", solía decir mi madre. "Ten cuidado de dejarlo caer". ¿En serio alguien podría hacerlo sabiendo ello? Quería cuidar su corazón, sanar las heridas que amores del pasado dejaron en su vida.

Ella merecía mucho más que eso. De ningún modo merecía el daño que le causaron. "El amor no es como te lo pintaron mi niña. Permíteme mostrarte la verdadera esencia del amor. Acompáñame en este viaje donde mi único fin es hacerte feliz".

Tenemos una gran responsabilidad, el amor es eso, es una responsabilidad compartida. Somos responsables de cuidar el corazón del otro, de darnos vida y fuerzas. No depende de nadie más, solo de ambos. Y la única manera de que entiendan la importancia de fortalecer al amor es comprendiendo su fragilidad.

Nos engañamos creyendo que el amor una vez fuerte seguirá así siempre. El amor es frágil por naturaleza. Exponerlo creyendo que no le pasará nada, solo nos acerca al peor y único desenlace, el final.

El amor nos hace vulnerables. Es el precio que pagamos por amar. Cuando nos abrimos a alguien, exponemos nuestras emociones, nuestros miedos, nuestros sueños. Y en ese momento, somos vulnerables a ser heridos. Pero también somos vulnerables a recibir amor, a sentirnos conectados, a experimentar la belleza de la relación.

El miedo a perder al ser amado es una sombra que siempre está presente. Nos acecha en cada momento, nos hace dudar de nuestras acciones, nos hace temer al futuro. Pero no podemos dejar que este miedo nos paralice. Debemos enfrentarlo, aceptarlo y aprender a vivir con él.

¿Puede haber amor sin confianza? La confianza es el cimiento sobre el que se construye el amor. Es la roca que nos sostiene en los momentos difíciles, la luz que nos guía en la oscuridad. Pero la confianza no se construye de la noche a la mañana. Se construye con pequeños gestos, con palabras de amor, con acciones de cuidado.

Abrimos nuestra alma y mostramos el corazón latente. La confianza se vuelve palpable, un abrazo cálido que nos envuelve protegiéndonos del mundo y sus engaños. Se vuelve refugio.

Mi niña, la única constante en mi vida desde que te conocí es amarte. Reconocer tu fragilidad y hacerte sentir segura en mis brazos. Brindarnos la oportunidad de conocer el cielo y habitar la luna. Eres tú mi definición del amor. Eres tú los latidos abruptos de mi corazón.

 Eres tú los latidos abruptos de mi corazón

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