Debilidad Mortal--Kookmin.

Parte 18

Narrado por Jungkook

Podía sentir a Jimin detrás de mí. Habíamos entrado a la habitación, observando a Jackson tirado en la cama. Lo divertido estaba cerca cada vez más

La música había pasado a un segundo plano, tal vez la adrenalina, tal vez la emoción, tal vez muchas cosas más, ocasionaban que en estos momentos el ruido del exterior no se escuchara. Detalle completamente a Jackson, y rápidamente comencé a buscar en toda la habitación, mientras que Jimin, observaba con ojos grandes y con su cuerpo tembloroso cualquier movimiento de mi parte.
Antes de empezar, cerré la puerta con seguro.

De un momento a otro, Jackson comenzó a removerse en la cama, fruncía su ceño y soltaba quejidos, algunos de frustración, como si intentase zafarse de un agarre. Tal vez aún en su mente quedó el como Jimin le inyectaba el sedante. Tan solo me dispuse en observar cómo se iba despertando cada vez más, hasta que note como abrió sus ojos. Me moví rápidamente, acercándome hacia él y sin necesidad de vacilar mis movimientos lo golpeé, el golpe que le propuse en la cien fue rápido y preciso, haciéndolo dormir de forma rápida nuevamente.

Gire mi cabeza hacia Jimin, quien estaba expectante de todo con sus ojos muchos más abiertos que antes, su cabello castaño en varias direcciones y sus cejas mostrando una gran seña de preocupación. Jimin ahora se encontraba sentado en un pequeño mueble que adornaba la habitación. Lo mire con seriedad, aún manteniendo la firme máscara de Ghostcod en mi rostro. De forma brusca, indiqué con mi mano para que se acercara hacia a mí, sin apartar mi mirada un solo momento, enfocándome de cualquier preciso movimiento de su parte.

— Ven, Jimin—veía como sus pasos se acercaban hacia a mí con timidez e inseguridad, sin mantener su vista puesta en mí. Podía notar como intentaba mantener una buena compostura.

Al ya estar frente mío, con su cabeza agachada mirando el suelo, pude darme cuenta de un detalle no importante. Su rostro y su cuerpo no congeniaban, su cara era como la de un bebé, incluso sus pequeñas manos, pero su cuerpo.. no parecía estar a favor de su rostro.

— Quédate aquí—Ordene con voz autoritaria, observando su pequeño asentimiento de cabeza.

Me dispuse a moverme de forma rápida, agarrando una silla de plástico que se encontraba en la habitación, la hice a un lado de la cama, para luego posicionarme cerca de Jackson, cargándolo de forma rápida y subiéndolo encima de la grande silla.

Sin darle vueltas al asunto, hablé—Lo amarraras—saqué las sogas que había guardado dentro de mi chaqueta de cuero.

Jimin subió su cara, mirándome con curiosidad, con incredulidad y con una expresión en su rostro de forma pensativa, como si estuviera pensando que realmente escucho bien lo que ordene.

— ¿Qu-

— Amárralo.

— ...

— Última palabra.

Sabía que Jimin pensaba en que no tenía más opciones, me dispuse a alejarme un poco, observando aquella escena con Jimin en la soga entre sus manos, estando frente a un Jackson inconsciente.

El aire se adornó a uno denso, vi su nerviosismo, sus manos temblando ligeramente, su labio atrapado entre sus labios hasta el punto de adornarse de un fuerte color rojo gracias a la presión, y su frente sudando, ocasionando que sus cabellos castaños se pegaran en el.

— No tengo toda la noche, Jimin..

Su mirada no se apartó ni un solo Segundo en las cuerdas, sus manos ágiles comenzaron a atar a Jackson en la silla en menos de 5 segundos, apretó con fuerza cada uno de los traces. El sonido de las cuerdas tensándose gracias a la fuerza con la que se estiraban era el único ruido que se escuchaba en la habitación. El miedo y el nerviosismo de Jimin flotaba en el aire, sus ojos expresaban un miedo evidente.