Parte 16

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Los dias pasaban desde la ultima vez de aquel encuentro en la pequeña habitación donde se encontraba Jimin, donde sus rostros estuvieron en unos cuantos centímetros; No obstante, no estaban lo suficientemente cerca, pero tampoco estaban lo suficientemente lejos.

Jeongguk desde aquella vez seguía lamentándose de haber contado sobre su vida a Jimin, sabía que le estaba ayudando a investigar, pero se lamentaba al abrir la jodida boca, jamás había dicho nada acerca de su vida, y el hecho de que Jimin supiese alguna pequeña parte solo lo abrumaba.

Por otra parte, los colegas de Jeongguk se dispusieron en marcha en buscar aquel grupo, cada vez las investigaciones de Jimin servían más y más, era algo demasiado favorecedor, Jungkook aunque odiará admitirlo sabía que no podía mentir, Jimin estaba sirviendo de alguna u otra forma ayuda, el pelinegro tenía pensado en que luego de que obtuviera lo que quería, asesinaría a él castaño sin resentimiento alguno. O bueno, eso era lo que pensaba por el momento, aún no sabía cómo todo se tornaría a un rumbo inesperado.

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Luego de aproximadamente unos 4 días, Jimin tan solo observaba cómo todos los días aquel hombre alto y grande, de piel blanquecina junto su rebelde cabello negro, el cual llegaba hasta la altura de sus hombros puesto que este estaba cortado en varias capas, brindándole un aspecto mucho más atractivo y dominante de lo normal, llegaba cada vez más tarde.

Cada que llegaba, lo primero que notaba era el como su traje y máscara siempre estaban manchados por ese líquido rojo oscuro, esa sangre bajando lentamente por todo su cuerpo oculto gracias a la negra tela de la ropa, llegando hasta el final de sus zapatos, mientras que con cada paso que daba algunas gotitas solo se disponían en no hacer el recorrido completo, sino en desprenderse hasta caer directamente en el blanco piso. Se había vuelto una costumbre para el castaño el despertarse a media noche gracias a el sonido de las llaves incrustándose en la manilla de la puerta para poder ser abierta; después de todo lo ocurrido, había despertado en él un sonido de alerta en todo su cuerpo, cualquier mínimo ruido, cualquier mínimo sonido, lo hacía despertarse de forma inmediata.

Pero había pasado algo raro, y es que justamente estaba durmiendo, su conciencia mientras dormía no lo estaba dejando del todo en paz, se había vuelto costumbre el despertarse en la media noche gracias a cualquier sonido, pero su cuerpo se sentía tan extraño al estar durmiendo durante varias horas de seguido que lo hizo abrir los ojos al toque.

Frunció su ceño, se removió en la cama, frotando delicadamente con sus dedos uno de sus ojos, aún su cuerpo se encontraba entre las frías sábanas. Observó en medio de la poca luz que había, gracias a la luz que provenía del cielo, el pequeño reloj que adornaba la blanca pared de su habitación, demostrando claramente la hora.

Eran las 5:30, Jeongguk llegaba siempre a las 3:30. ¿Qué había pasado?

Se levantó sin pensarlo, no era preocupación, o eso era lo que pensaba Jimin, simplemente era extraño, Jeongguk siempre llegaba en una hora específica, y el hecho de no haberse despertado por algún mínimo ruido se le hizo jodidamente raro.

Al levantarse de la cama, de inmediato sintió como el frío suelo hacía contacto en la planta de sus pies, ocasionando que un escalofrío pasara por todo su cuerpo. Dirigía cada paso con cuidado, hasta el punto en el cual salió de su habitación, frunció levemente su ceño, mirando como al fondo de la casa (donde ahí se encontraba patio) la puerta estaba abierta. Su mirada se torno a una de completa curiosidad, su cuerpo estaba tenso y daba cada paso con delicadeza.

Debilidad Mortal--Kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora