Sus hermosos y hechizantes ojos se encuentran con los míos y siento su titubeo, si mirada corre al chico a su lado y vuelve a mi, abre s boca y antes de poder decir algo paula llega a su lado, duda unos momentos entre a quien prestará su atención y cuando creo que me elegirá a mí, el chico se pone frente a ella irrumpiendo en nuestro contacto visual, maldigo entre dientes y me giro en busca de Alan, ¡me había mentido¡. Como si él supiese que yo lo estaba buscando simplemente había desaparecido, Paula aseguraba que no sabía dónde estaba y a cada persona a la que le pregunté sobre él me negaba una respuesta, miré a mi alrededor y encontré de nuevo a la ojo azul, su rostro giró y se detuvo cuando me encontró, ¿estaba buscándome?, sonrío con labios apretados y levanto mi lata hacia ella, la castaña hace lo mismo y antes de que algo más pase el chico vuelve a llamar su atención, y nuevamente, ella me ignora, termino el contenido de mi vaso y cuando lo dejo sobre la mesa cierro los ojos intentando contenerme, y tranquilizarme.
—No deberías tomar si no lo controlas –su voz insegura suena a mi lado y me giro hacia él mirándolo con molestia, —¿qué? –cuestiona y rueda los ojos, —yo no sabía sobre él –se justifica y niego sin creerle, —es enserio hombre, te lo habría dicho de saberlo –asegura con seriedad.
—Ya no importa –digo y niego restándole importancia, o al menos intentando, —ya esta hecho –agrego en voz baja, yo no planeaba rendirme de saber que tenía oportunidad de ganar, pero ella ya era la victoria de alguien más, y aunque saberlo me mataba, no podía hacer nada contra eso, —creo que debería irme –digo y Alan abre su boca para detenerme, —siendo honesto, solo vine porque quería ver a Nora, y lo hice, y ciertamente no resultó como esperaba, si me quedo es probable que pierda el control y las cosas se pongan tensas y no quiero causar problemas, así que lo mejor será que nos veamos luego –digo y aunque vuelve a dudar suspira rendido y asiente.
—Lo siento –murmura y sonrío de lado con ironía.
—Ahora imagina como me siento yo –murmuro y me encojo de hombros, —nos vemos Al –me despido y asiente, me giro y me detengo girándome de nuevo hacia él, —creo que ha sido una buena decisión –digo atrayendo su atención nuevamente, su ceño se frunce y sonrío de lado, —Lo de Paula –explico y sonríe, —van a ser muy felices –aseguro y entonces me giro continuando con mi cometido, sin poder evitar preguntarme donde estaríamos Nora y yo si aquella noche, hace años, no hubiese sido mentira, si yo hubiese sido honesto y confesado que quise decir cada maldita palabra que solté, que la consideraba la mejor chica del mundo, mi más preciada posesión, mi Onyx Armendeus.
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Enredo la toalla en mi cadera maldiciendo mientras camino hacia la puerta, hacia menos de dos horas que había dejado la fiesta t aquí estaba el idiota molestando de nuevo, el timbre vuelve a sonar y me prometo que voy a golpearlo fuerte por hacerme enojar, limpio las gotas que resbalan por mi pecho y abro la puerta, me tenso y siento como mi garganta se cierra, los ojos de la chica se abren mientras su mirada recorre mi pecho desnudo y traga saliva haciéndome sonreír, aun la ponía nerviosa, eso era bueno, ¿cierto?
—No..nora –balbuceo con nerviosismo y quiero golpearme contra la pared por lo patético que me resulto, yo jamás estuve nervioso con nada, con nadie.
—Yo... -duda unos momentos y agradezco no ser el único que pide ser tragado por la tierra, niega y muerde su labio. —No debí venir –agrega y se gira intententando escaparse, pero yo ya cometí el error de dejarla ir una vez, no volvería a hacerlo, la tomo del brazo deteniéndola.
—Nora no –susurro sin importarme sonar inseguro, —¿quieres pasar? –y aquello no suena a pregunta, se gira y me mira nuevamente a los ojos, abre su boca y asiente en silencio, me muevo dándole el espacio para entrar.
—Creo que deberías vestirte –murmura mientras pasa y yo respiro tan profundo como mis pulmones me permiten intentando encapsular dentro de ellos su aroma, se detiene a medio pasillo y me mira.
—Iré a vestirme –informo y asiente conforme, camino hasta las escaleras y me detengo al pie de estas, —No te vayas –pido y ni siquiera me importa lo inseguro y necesitado que he sonado.
—No lo haré –promete y asiento tranquilo confiando en ella.
No más de un par de minutos más tarde bajo a prisa relajándome al verla de pie frente a la pared en la sala, me acerco sin hacer ruido pero consciente de que ella sabe que lo hago y sonrío al darme cuenta de que es lo que observa.
Flasback*
—Como todo buen recorrido, comenzaremos con la sala –dije y me acerqué para besarla, sus manos rodearon mi cuello y llevé las mías a su trasero pegándola a mi, un gemido escapó de sus labios y feliz lo atrapé con los míos aprovechando para introducir mi lengua en su boca, dando un pequeño brinco enredó sus piernas en mis caderas y sonreí al notar que no era el único ansioso con el recorrido, caminé a ciegas llevándonos contra la pared, su pelvis empujo contra mi y sentí mi entrepierna reaccionar ante su movimiento, una sonrisa se dibujo en sus labios que aun atacaba con placer anunciando que era consciente de la necesidad creciendo bajo mis pantalones, mis labios bajaron por su barbulla y lleve mis manos a sus jeans desabrochándolos, necesitaba más, siempre necesitaba más cuando de ella se trataba, sus ojos se encontraron con los míos y sonreí mientras ella bajaba sus piernas, cuando ella comenzó a desvestirse aproveché para bajar mis bóxers y jeans escuchando el sonido de nuestras agitadas y deseosas respiraciones, tomé su cadera acercándola a mí y levante una de sus piernas ahora desnudas y levanté una de sus piernas para poder entrar con más facilidad y profundidad en ella, un gemido escapó de sus labios y tomó mi rostro con sus manos para besarme, con mi mano libre tomé su segunda pierna acomodándola a la altura de mi cadera y comencé a empujar dentro de ella contra la pared disfrutando del sonido de sus gemidos, la tela de su blusa rosando la pared y nuestras respiraciones agitadas, unos minutos después sus paredes internas comenzaron a apretarse y sonreí apretando su trasero para empujar con más fuerza dándole así lo que necesitaba, su cuerpo pasó de estar tenso a ligero mientras su respiración chocaba en mi cuello, tomando su cuerpo con ligereza pero en busca de mi propia liberación continué con mi cometido y gemí felizmente su nombre cuando lo obtuve, ¿gemí su nombre?, maldición si lo hice, llevé mis manos a la pared intentando mantenernos de pie y bajó sus piernas de mi, se giró entre mis brazos haciendome sonreí al escuchar su risa, recargué mi barbilla en su hombro intentando ver que le parecía divertido.
—Vaya –murmuró y llevó su dedo a una pequeña mancha negra sobre la pared, —eres intenso Oliver Sykes –se burló y sonreí besando su nuca.
—Jamás voy a pintar eso –aseguré sonriendo, jamás borraría nada que me recordase a ella.
FinFlashback*
—Jacob no es mi novio –su voz me hace volver a la realidad y la miro confundido, se gira mirándome de frente, —el chico de la fiesta... él solo es un amigo –explica y sonrío conforme sin intentar disimular mi felicidad.
Estrellita y comentario por favor♥
Pregunta: ¿De donde son? solo por curiosidad.
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Obteniendo mi victoria.©
Teen FictionSegunda parte de "El que se enamora pierde" -------------------------------------------------------------- Obra registrada en safe creative. NR 1507024547768 Prohibida su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados © 2015