Pueden leerlo o simplemente ignorarlo.
Bc ustedes se lo merecen.
Pov. Oliver
—Te amo Nora –murmuré y besé sus labios, —pero te voy a dejar ir –sus brazos se aferraron a mi y mi corazón cayó al suelo y un metro más debajo de este, su cuerpo vibraba ante sus sollozos y solo me hacía querer morirme en ese instante, la segunda llamada para abordar su vuelo sonó y ella se separó, sus ojos se encontraron conmigo y su mano subió a mi mejilla.
—No voy a olvidarte jamás Oliver –aseguró y sonrió de lado, —te amo –y entonces se giró, entregó su boleto a la mujer que le sonrió y le deseo un buen viaje, caminó y antes de desaparecer me miró una vez más, haciendo que mi estomago doliera, una sonrisa triste cruzo por sus labios y entonces se fue, su cuerpo desapareció y sentí como el aire me faltó, como el miedo se apoderaba de mi y como perdía fuerza, se iba, no, la estaba dejando ir, de nuevo, justo como hacía cuatro años.
'¿Qué estás haciendo Oliver?' susurró la voz de mi subconsciente., entonces el recuerdo de la ultima vez que fui un idiota con letras mayúsculas volvió a mi mente.
—Supongo que después de todo fue cierto ¿eh? –pregunté con voz gruesa y quebrada, ella me miró, —el que se enamora pierde –las palabras dolieron y supieron amargas, era un completo idiota.
—Eso crees? –su voz salió delgada, baja pero firme,—yo no –una sonrisa se dibujó en sus labios, —el que se enamora aprende Oliver, el que se enamora vive
y entonces se giró y se fue, la dejé ir, la dejé desaparecer de mi vida dejándome solo, vacio, ¿estaba dispuesto a dejarla hacer eso de nuevo?
NO.
Mi cuerpo reaccionó de golpe y corrí, corrí ignorando la gente que me maldecía mientras avanzaba, corrí ignorando no tener boleto, corrí ignorando a la mujer gritándole a seguridad, corrí ignorando todo pero siguiendo los latidos de mi corazón, mi mirada examinó el lugar y la vi, abrazándose a si misma mientras su cuerpo temblaba, lloraba.
—¡Nora¡ -grité y su cuerpo se giró, sus ojos se abrieron pero una sonrisa apreció en su rostro.
—O..oliver –balbuceó nerviosa, —¿qué... qué haces?
—Cometí el error de dejarte ir una vez, no lo volveré a hacer –aseguré y la besé.
No me importaba donde, ni cuando, ni porque, ella era mía tanto como yo era suyo, fue así desde el día uno y sería de esa manera hasta el día final.
—Te amo –dijo y entonces lo supe, lo había logrado, había obtenido mi victoria.
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Obteniendo mi victoria.©
Teen FictionSegunda parte de "El que se enamora pierde" -------------------------------------------------------------- Obra registrada en safe creative. NR 1507024547768 Prohibida su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados © 2015