09.

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Dejo salir una maldición cuando doy un paso dentro del bar y escucho los gritos de Harnold seguido de las carcajadas de Alan y León, "recuerda el plan" me recuerdo, "emborracharlos y averiguar que te ocultan" asiento con decisión y me apresuro a caminar hasta ellos, el primero en verme es León y asiente en mi dirección haciendo que Harnold mire y se detenga de su plática, notó su incomodidad y me encojo de hombros, el ya no confiaba en mi y yo no podía juzgarlo, pero eso no era algo que me preocupara en este momento, "concentrate" me obligo y asiento hacia los chicos que sí se alegran de verme.

—¿qué tal? —cuestiono y León niega.

—Harnold intenta convencernos de que el tenis es mejor que el soccer —dice y río.

—Amigo es Fútbol —lo corrijo divertido y se encoge de hombros en señal de "como sea", —y no hay ningún deporte mejor que ese —aseguro y Harnold resopla.

—¿Saben?, lo entiendo de ustedes pero, ¿tu también? —cuestiona H mirando a su esposo y  todos lo miramos confundidos.

—¿A que te refieres con "lo entiendo de ustedes"? —cuestiona Alan y el chico ríe.

—Heterosexuales machistas y con el síndrome de "yo se más que tu" —explica y Alan finge una mueca ofendido.

—¿Eso fue discriminación heterosexual?, vaya, eso fue extraño —señalo y ríe, y con eso se que lo tengo en la bolsa.

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Cuatro rondas de cervezas más tarde todo se ha descontrolado, León no deja de jugar con el cabello de su esposo mientras el canta la canción que tocan de fondo seguido de mi primo, me toma un momento dejar de reír y darme cuenta de lo que sucede. Yo realmente estoy disfrutando, y nuevamente se que es gracias a ella.

Durante años todo fue soledad y me era suficiente, pero desde que ella llegó a mi vida eso cambió, quería amigos, quería familia, quería amor, quería futuro a su lado, la quería a ella.

—Ya vuelvo —dijo deteniendo su canto H y se puso de pie caminando hacia el baño tropezando y haciéndonos reír de nuevo.

—Creo que es hora de irnos —dijo León y asentimos, Alan se puso de pie no sin antes terminar su cerveza.

—Alguien debería ir por Harnold entonces —señala mi primo y León asiente poniéndose de pie y cayendo riendo a carcajadas, río y niego acercándome a ayudarlo.

—Yo me encargaré de él pero primero me aseguraré de que lleguen al auto —aseguro y paso el brazo de León sobre mis hombros para caminar, ese chico tenía muy poca resistencia al alcohol.

—Ri...ri...to... —balbucea y niego, después de asegurarlos en el auto regreso en busca del castaño, un golpe se escucha mientras entro, seguido de gritos alentando una pelea "duro" grita uno de ellos y cuando estoy por ignorarlos noto el cabello alborotado de H unos segundos y de pronto desaparece, justo cuando los gritos aumentan y entiendo lo que sucede, maldigo al ver la historia repetirse y corro tan pronto como me permite la multitud llegando a donde un hombre posiblemente de la edad del tío se encuentra erguido sobre la figura de Harold dispuesto a propinarle otro golpe.

—¿no es así como les gusta a ustedes? ¿duro y por detrás? —gruñe y el gruñido de Harnold me alerta, empujo a los que se interponen en mi camino y me apresuro a empujar al hombre que se encuentra lo suficientemente ebrio para caer directo al piso.

—¿estas bien? —cuestiono preocupado al chico en el sueño y este asiente con dificultad.

—¿has venido a cuidar el culo que te jodes en las noches? —la voz del hombre se escucha detrás de mi y niego.

—Déjalo allí —intento de ir pero me empuja haciéndome enfurecer, maldigo pero intento mantener la calmar, —¿cuál es tu maldito problema?

—Mi maldito problema son los jotos como tu —dice con orgullo, como si ese fuera un ideal digno de seguir, pobre imbécil.

—No quiero problemas —aseguro y me giro ayudando a poner de pie a Harnold, cuando lo logro me aseguro de que puede mantenerse de pie, el asiente y cuando estoy dispuesto a seguir caminando el hombre me empuja haciéndome golpear a Harnold y casi tirarlo, "tiene la edad de tu tio, tu jamás le pegarías a tu tío" intentó calmarme y empujo a H para caminar.

—Hey tu, chinitos, ¿por qué no vienes y me chupa... —su voz se detuvo en el momento que mi puño impactó su rostro, todos me miran asombrados por haberle pegado a un adulto sin cerebro pero no me siento mal, conmigo lo que quiera pero no con Harnold.

—Te dije que lo dejaras —le recuerdo y me giro encontrando el rostro dolido pero sorprendido de Harnold, asiento en su dirección asegurándole que todo estará bien y con una seña le pido que camine, noto que mantiene sus manos en su abdomen y el recuerdo del hombre golpeándolo volvió a mi, —de verdad estas bien? —cuestiono y asiente, me da una mirada avergonzada y antes de subir al auto me da las gracias.


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El camino hacia la casa de Harnold se llena de maldiciones provenientes de los dos chicos que nos acompañan, todos molestos por lo sucedido y asegurándole a Harnold que nada de eso pasaría de nuevo, cosa de lo cual estaba seguro, pues de algún extraña manera ya éramos un equipo, uno extraño, disfuncional y lleno de momentos incómodos pero un equipo.

Y un equipo jamás le da la espalda a sus compañeros.

—Lo de hoy fue grande —dice Alan mientras baja del auto y lo miro sin entender, —Lo que hiciste por Harnold, ya lo habías hecho antes pero esta vez fue diferente —repite y me quedo callado, sabiendo exactamente de lo que hablaba, la primera vez lo hice por Nora, pero esta vez lo había hecho por Harnold.

—Buenas noches Alan —murmuro y sonríe.

—Ella realmente te cambio —asegura y niego echando el carro en reversa, por supuesto que lo hizo.

Comentario y estrellita por favor❤️

Obteniendo mi victoria.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora