04.

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No se cuanto tiempo ha pasado de esta, yo sonriendo como idiota y ella mordiendo su labio, pero no siquiera en importa por dos razones

1. estaba maldita mente feliz de saber que aun tenía oportunidad.

2. ella estaba frente a mi, conmigo y aunque no quería hacer nada que no fuera observarla y asegurarme de que sí estaba pasando, que ella sí estaba aquí, que había venido para decirme que el chico con el que la había visto no era su novio, sabía que tenía que hacer algo antes que ella se incomodara y se quisiera marchar.

—Oh -fue todo lo que pude soltar ganándome una mirada sorprendida que paso a decepción y finalmente molestia, haciéndome darme un gran golpe mental por haber arruinado las cosas, —realmente me alegra saber eso- admito y muerde su labio intentando no sonreír, haciéndome sonreír por dentro al darme cuenta que le hacía feliz saber que me gustaba saberla sola, -Pero se que no viniste sólo ir eso- murmuro y niega, su mirada cae a sus pies y suspira.

—Vine a disculparme por no responder tus llamadas.

—Y mensajes -agrego y sonríe de lado.

—Y mensajes -agrega y asiento, -Es sólo que... Pasé 4 años creyendo algo que no era verdad- dice y frunzo el ceño sin entender su punto.  —  La noche de Navidad mamá nos contó como la señora Díaz había perdido a su único hijo -dice y asiento, espesando que sepa que la escucho y que se de quien habla, la casera de su madre, — sabes que es lo extraño? -cuestiona y niego —papá no sabía  quien era, lo cual me pareció extraño, pues durante 4 años creí que el había sido quien pagó la deuda de mamá -dice y siento su mirada acusadora sobre mi, — entonces me puse a pensar, yo jamás le dije nada a él, y mamá lo odiaba, ella jamás le habría pedido ayuda, y mucho menos tratándose de dinero -afirma y aprieto mis labios, — entonces recordé, esa tarde cuando ella llamó yo no estaba sola, tu estabas allí, tu escuchaste... Tu lo hiciste -señala con seguridad y abro la boca, la cierro y medito las cosas, voy a mentirle?, suspiro y me encojo de hombros silenciosamente admitiendo mi culpa, —Por qué lo hiciste? -cuestiona y la miro con obviedad, por qué lo hice?, pues porque la amo, por qué más lo iba a hacer?, —  por qué no me lo dijiste? -cambia su pregunta conociendo la respuesta de lo anterior.

—porque no quería que preguntaras "por qué?" Cuando la respuesta me aterraba- admito y aprieta sus labios, —  además, no quería que te sintieras comprometida conmigo y sabía que te molestarías -declaro y niega, abre su boca y la cierra.

—Voy a pagarte -asegura y niego.

—No quiero tu dinero Nora, no lo necesito -aseguro.

—No puedo quedarme tranquila sabiendo lo que hiciste por mi mamá... Lo que hiciste por mi -agrega por lo bajo y niego con exasperación.

—No voy a aceptar tu dinero -digo tajante intentando que le quede claro y suspira, entonces veo la oportunidad que estaba esperando justo frente de mi, —más sin embargo podría aceptar que me pagarás un café, sólo si lo tomas conmigo -aseguro y sus ojos se abren, abre su boca y la cierra en silencio para después sacudir su cabeza.

—No puedo -murmura, y se apresura a caminar hasta la puerta.

—Sólo un café Nora -susurro tomando su brazo,— por los viejos tiempos -agrego y la libero de mi agarre, su mano va directo a la perilla de la puerta, cierra sus ojos.

—Yo... En el centro hay un café, tal vez vaya mañana... Como a las 10 -y entonces se marcha.

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Levanto la cabeza a prisa una vez más cuando escucho la campanilla de la puerta sonar, la rubia entra riendo con el Moreno que la acompaña y maldigo al viejo Oliver que no deja de burlarse de mi desde el fondo de mi mente, "ella no vendrá" me repite una voz en el interior y suspiro, tomo mi chaqueta y me pongo de pie, cuando estoy por comenzar a caminar la puerta se abre y la castaña aparece y su mirada recorre el lugar, cuando sus ojos me encuentran de pie y sus mejillas se tornan rojas mientras sé se acerca.

—Hola. -dice insegura y mira la chaqueta en mis manos, —¿te vas? -cuestiona y niego a prisa, con mi manó le pido que se siente y yo hago lo mismo.

—Creí que no vendrías -admito.

—Alex olvidó cargar gasolina - se justifica apenada y yo le creo, asiento y muerdo mi labio esperando que ella hable, pero no lo hace,  aprieta sus labios y mira a todas partes excepto a mi, ''Esto no era lo que tenía en mente'' pienso y suspiro, ''solo di algo'', me dice mi voz interior, la del yo anterior, la que sabía que hacer y cuando hacerlo, la que todo le salía bien, todo menos Nora, abro la boca decidido a romper el silencio pero una tercer voz me gana.

— ¿puedo traerles algo? -cuestiona y miro a Nora esperando que ordene primero, sonríe y desvía su mirada de mi hacia la chica, mis ojos se centran en su rostro y me es imposible alejarlos de allí, habían pasado  4 años pero ella seguía exactamente igual de hermosa,  mis recuerdos jamás le hicieron justicia, ojos brillantes y coquetos, labios llenos y rosados, dios mío esos labios....

— ¿Oliver? -escucho y sacudo la cabeza despejandola de esos sensuales pensamientos.

— ¿Si? ¿Perdón? -una sonrisa se cuela en sus labios ante lo divertida que le parece mi reacción y no puedo evitar sonreír porque me gusta verla así, incluso cuando sea solo por burlarse de mi

''Donde dejaste tu dignidad Oliver'' escucho en el interior de mi mente y suspiro bajando mi mirada a la carta, ''justo donde se quedó mi corazón'' pienso.

— Supe que Harnold y Leon se casaron -digo y asiente sonriendo feliz, así era ella, dulce, noble, especial.

—Lo hicieron hace unos meses -dice y sonríe, —estoy realmente feliz por ellos -asegura y asiento, se que lo esta, ella siempre estaba feliz por otros.

—A todos les dio por casarse últimamente no? -señalo y ríe asintiendo.

 —La culpable de todo fue Emma -dice y abro mis ojos.

— ¿La hermana de Harnold? -asiente y niego.

—¿Acaso alguno de ellos atrapó el ramo? -niega y sonríe mirando sus dedos, nuestro pedido es entregado y después de un ''gracias'' la chica se marcha.

—En realidad lo atrapé yo -murmura y sonrío mordiendo mi labio al verla beber de su vaso.

—¿también estas comprometida? -bromeo y ríe negando.

—La ultima vez que lo estuve solo duró 30 minutos  -bromea y sonrío de lado porque se que habla de esa noche, nos quedamos en silencio unos minutos y finalmente suspiro.

— Lo siento -suelto la palabra que he querido decirle desde que la volví a ver, —Nora de verdad lo siento, daría lo que fuera por regresar el tiempo y cambiar las cosas pero...

— Pero no puedes -dice y niega, —no podemos -se corrige y toma nuevamente de su café.

— Nada ha cambiado -digo y se tensa, porque ella sabe a que me refiero.

—Han pasado 4 años Oliv...

—Nada ha cambiado -repito con seguridad y suspira.

—Todo lo que puedo ofrecerte es mi amistad -murmura y aprieto mis labios, yo no quiero ser solo su amigo, maldición, no quería serlo antes y me negaba a serlo ahora, pero esta era la unica forma de acercarme a ella, esta era la unica forma de hacerle ver que no era el mismo, que había cambiado y que lucharía por ella.

Sin importar que pasara.

Sin importar cuando durara.

Sin importar lo que costara.

Yo amaba a Nora, yo la tendría de vuelta.

—Esta bien -acepto.

Yo obtendría mi victoria.

—Bien -susurra y muerde su labio.

¡Maldición¡

Esto no sería sencillo. 

Estrellita y comentario por favor

Obteniendo mi victoria.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora